Rodrigo Murillo sobre corrupción: "Siento que somos incapaces de reaccionar"

“Nos hemos quedado encasillados en las rencillas del odio político. Desconocemos los ejemplos particulares de múltiples militares, sacerdotes, jóvenes que enfrentados a esta violencia (terrorista) lo asumieron desde una perspectiva humana”, declara el autor arequipeño.
“Para escribir la novela he tenido que leer a Roncagliolo en 'Abril rojo'; a Chaves Nogales, que retrató la Guerra Civil en España. Y 'Patria', de Aramburu”, señala Murillo (Difusión).

Hace más de tres años vive . Pero el olor de la menta y el eucalipto lo trasladan a su natal Arequipa. Ciudad que dejó para estudiar Derecho en Lima, trabajar en un banco y en un estudio de abogados. Aburrido de la rutina y el tedio corporativo, su refugio eran los libros de historia, hasta que decidió estudiarla. Y eso cambió su vida. Fue profesor. Pero no bastó. Quería contar historias desde la literatura. Volvió a migrar. Primero Londres y luego Madrid, para escribir la historia que ya venía cavilando: 'Los héroes sentimentales'. Debut literario que vino con un pan bajo el brazo pues ganó el premio José Ángel Mañas a la mejor ópera prima. Rodrigo Murillo está de vuelta y lo hace por la puerta grande, para presentar su obra en la Feria Internacional del Libro de Lima, este miércoles a las 7 p.m. Antes contestó nuestra llamada telefónica. Al otro lado del auricular nos dice “hola” sin haber perdido el tono que distingue al arequipeño.

En los años de violencia terrorista, eras un niño. ¿Qué recuerdas?
Vivía en Arequipa. Mi abuelo, que era muy mayor, pertenecía al Ejército, estaba retirado, pero relacionado con miembros de la Marina. Recuerdo haber asistido a almuerzos familiares donde había marinos que llegaban de Lima y me llamaba mucho la atención la imagen de estos hombres que se veían atléticos, grandes, valientes y lisurientos, pero por ratos también nerviosos, asustados y paranoicos. Esa contradicción me capturó desde pequeño y he querido trasladar esa experiencia a 'Los héroes sentimentales'.

¿Por qué fue necesario escribir de la violencia terrorista?
Porque siento que, en parte, no conocemos la historia real de los múltiples héroes que existieron en esa época. En parte, los peruanos nos hemos quedado encasillados en las rencillas del odio político. Explicamos esta violencia de forma estructural: una dictadura, un grupo fanático y terrorista, y desconocemos los ejemplos particulares de múltiples militares, sacerdotes, jóvenes que enfrentados a esta violencia descomunal, en un momento en que la vida no valía nada, sin renunciar a su humanidad, se enfrentaron a la violencia desde una perspectiva humana. Los héroes sentimentales es, en cierta forma, una novela épica. Es heroica porque sus protagonistas, muy humanos, terminan convirtiéndose en héroes precisamente porque no renuncian a su humanidad. Estas historias han desaparecido porque estamos empeñados en explicar esta historia desde el odio de la política. Mi libro rescata historias, episodios y experiencias heroicas de personas que participaron en ese momento.

“Cuando sentía que debía intentarlo, volvía a El pez en el agua para darme valentía y animarme a cumplir este sueño (de ser escritor), como Vargas Llosa”, expresa el autor (Difusión).

¿Cuánto de ficción y qué tanto de realidad tiene la novela?
Todos los atentados están documentados judicialmente y formaron parte de la realidad. La ficción está en las historias particulares de los protagonistas.

¿Qué libros han sido insumo para tu ópera prima?
Como peruanos tenemos una tradición literaria muy respetada en todo el mundo, principalmente en España. Todo español conoce a Vargas Llosa y Bryce Echenique. Son dos modelos para mí, con un estilo y capacidad narrativa que no he podido encontrar en otras partes. Al estudiar sus novelas durante mucho tiempo, han sido de cierta forma mis profesores. Para escribir la novela he tenido que leer a Roncagliolo en Abril rojo; a Chaves Nogales, un escritor español que retrató la Guerra Civil en España bajo una perspectiva de héroes. Ahora en España algunos periodistas han comparado mi libro con Patria, de Aramburu, pues cuenta la historia del conflicto de ETA bajo una nueva perspectiva, a quien estudié y también me sirvió mucho.

Alistas una novela donde abordas la violencia contra la mujer, abusos de miembros de la Iglesia y corrupción.
Con 'Los héroes sentimentales' descubrí una suerte de estructura coral para la que me sirvió mucho Roberto Bolaño, que es contar una novela donde el protagonista es la sociedad, la situación de violencia. Yo quisiera hacer lo mismo, pero con una historia situada en el Perú actual, que tenga gentes que han sufrido la impunidad de los poderosos, casos terribles de violencia contra la mujer.

¿A la distancia cómo ves lo que vive el Perú?
La primera sensación es de incredulidad. Cuando escuchas que un juez está negociando la liberación de un violador a cambio de dinero, en cualquier país aquello supondría una revolución. Siento que nos estamos acostumbrando a la corrupción y que somos incapaces de reaccionar. Sin embargo, cuento los días para llegar a Lima. Nada de lo poco que he conseguido en España se compara con que la gente de mi país pueda leer lo que he hecho.

"Con 'Los héroes sentimentales' descubrí una suerte de estructura coral para la que me sirvió mucho Roberto Bolaño, que es contar una novela donde el protagonista es la sociedad, la situación de violencia" (Difusión).

Mario Vargas Llosa, arequipeño, también migró a España. ¿Cuánto ha influido en ti?
Salvando las distancias, Vargas Llosa también dejó el Perú, debutó en España y ganó un premio importante con su primer libro. Cuando yo sentía que debía intentarlo, volvía a sus memorias en 'El pez en el agua' para darme valentía y animarme a cumplir este sueño, como él lo consiguió.

¿Y Abimael Guzmán, otro arequipeño, qué te provoca?
Me sorprende que una persona que no era particularmente carismática haya logrado convencer a tantas personas para cometer actos insanos y locos. Si lees sus artículos, no tenía una prosa iluminada, no era un tipo que se dejaba comprender fácilmente. Muy aburrido, mal escrito. Creo que es un ejemplo de las falencias que los peruanos tenemos como sociedad, donde a veces la desesperación es tan dramática que hasta estos profetas sumamente básicos pueden generar tanto daño a la gente.

¿Se están dando las condiciones históricas para generar un movimiento similar a Sendero Luminoso?
No hay una respuesta clara. Pero es muy difícil. Las ideas extremistas de tomar el poder mediante la violencia política son parte del pasado. Ello no quita que el nivel de desesperación y de corrupción es tal que tenemos un caldo de cultivo para cualquier sorpresa.

Datos: 
- “Nací en Arequipa, en el 86. Para seguir la universidad me mudé a Lima. Me gradué de abogado en la UPC. Luego seguí una maestría de Historia en la PUCP. Volví a la UPC para enseñar Historia del Derecho. Apliqué a London School of Economics y fui admitido en la maestría de Política Internacional”.

- “En España me enamoré y al próximo año me caso. Pero ahora me mudé a Bogotá porque a mi novia la han trasladado allá. En cuanto a lecturas, siempre vuelvo a La ciudad y los perros. Es el libro más sublime, humano y el que mejor refleja la experiencia del Perú”.

- “Cuando era niño, jugaba de arquero del Club Internacional de Arequipa. Esos años han sido los más felices que he tenido. Fue una época idílica. Llegué a integrar la selección arequipeña sub 15 y hubo un acercamiento con la ‘U’. También he vivido en Cusco, donde estudié quechua. Mi padre es cusqueño”.

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