Rocío Diestra. Ilustradora. (MARCO RAMÓN)
Rocío Diestra. Ilustradora. (MARCO RAMÓN)

Su humor es como recibir una bofetada, pero bajo el agua. Nos dice verdades duras, amortiguadas con una sonrisita que nos explota al leer sus viñetas. Rocío trabaja como arquitecta, la profesión que estudió, pero acaba de publicar un libro de ilustraciones y ya firmó contrato para publicar otro el próximo año. Leer sus creaciones en papel o en sus redes sociales es sumergirse en el laberinto emocional con el que están construidas las relaciones humanas. Sus primeras viñetas eran solo de amor romántico, pero ahora también aborda las relaciones familiares. Para hablar sobre su trabajo, nos juntamos en la . Hace bastante tiempo que no visitaba estos lares, nos confiesa.

¿Si Este libro no es acerca de ti, sobre quién es?
Pongo ese título porque es lo que la chica le dice al chico. Cualquiera podría decir que la historia es sobre él, pero no. Es sobre el personaje principal, Micaela, y del proceso que ella sigue y cómo ella vivió las etapas del amor, desde el inicio hasta la conclusión y todo lo que vino después.

¿Tienen algo en común la arquitectura y la ilustración?
En la arquitectura dibujas, pero yo que toda mi vida dibujé, nunca pude encontrarme en el dibujo arquitectónico, lo cual me hace sentir un poco incómoda. Todo el mundo pensaba que iba a ser súper feliz en mis clases de dibujo, pero no lo era. Pero lo bueno de estudiar Arquitectura es que me mantuvo cerca del arte.

¿Por qué no te sentías tan cómoda haciendo dibujos de arquitectura?
Porque no es tan libre, estás limitado por la física y lo que puedes construir. A mí me gusta mucho más dibujar personas.

¿Desde cuándo empezaste a dibujar viñetas?
Oficialmente empecé a publicar viñetas en mis redes en 2016, pero toda mi vida he dibujado. Nunca lo dejé de hacer desde que era una chibolita y rayaba todas las paredes. No hubo un inicio exacto.

¿Es esta historia que cuentas en el libro con la que obtuviste miles de seguidores?
No exactamente. Una de las viñetas del libro fue la primera que se volvió viral, pero no las pensaba como una historia. Estaba contando situaciones aisladas basadas en mis propias experiencias y de mis amigos. Creo que la gente conectó conmigo porque eran cosas genuinas.

¿Por qué no escogiste dibujar personajes más musculosos o con figuras envidiables?
¿Como los de Marvel? (Risas). Siempre dibujo más mujeres que hombres, mi manejo de la forma no es tan ¡wow! Y sobre todo porque lo que más me gusta es contar una historia y no concentrarme en la perfección del dibujo. Elegí un estilo que no es realista para nada, que es más infantil. Me gusta porque los mensajes que doy son a veces muy ácidos y es como si dijera una dura verdad, pero en una cápsula dulce.

¿Por qué crees que el amor detona tantas emociones como las que viven tus personajes?
Creo que cuando estás en una relación, te abres y llegas a un nivel profundo de intimidad. Con eso, la otra persona puede ver dentro de ti y ven cosas que ni tú sabías que estaban ahí. Todas esas cosas nuevas son las que uno tiene que afrontar, sobre todo las cosas negativas. Hay aspectos que tienes que arreglar y muchas veces lo tienes que hacer solo.

En tus redes sociales hay un personaje que es una chica a la que le gustan las chicas. ¿Cómo nace?
Tengo muchos amigos gays y lesbianas, y estoy en contra de la discriminación. Me molesta muchísimo cuando los insultan y he hecho varias viñetas apoyando a la comunidad LGTBI. Me gusta incluirlos en mi trabajo porque para mí es importante la normalización de la igualdad entre personas diversas. Por eso, mi personaje vive los mismos dramas que cualquier heterosexual, es lesbiana, pero nadie hace un comentario extraño sobre eso. Ella es quien es, su sexualidad no la define, simplemente es un aspecto más de su vida y no veo por qué alguien debería levantar una ceja al respecto. Es tan difícil encontrar el amor hoy en día, que cuando alguien lo hace, ¡celébralo! No pongas tu nube negra encima porque son dos personas del mismo sexo.

Las redes sociales son un campo de batalla brutal. ¿Cómo recibe la gente tu trabajo?
Hasta ahora no he pisado el palito. Cuando yo empecé a publicar, lo hacía en Facebook. Ahí había varios comentarios de gente que no estaba de acuerdo con las viñetas. Una vez puse una viñeta de una chica y un chico donde él está mirando Tinder, mientras ella lo abraza y mira al infinito y le dice: “Te quiero porque no me quiero a mí misma”. Un señor me comentó: “Los hombres somos bestias que solo queremos ser amados, que nos acepten así. Tú no sabes nada del amor”. Me calificaban de feminazi, radical, fría, pero ahora ha disminuido eso. Quiero creer que es porque la gente se ha concientizado un poco más. No tengo haters.

¿Por qué crees que a tanta gente le gusta tu trabajo?
Lo que hago es básicamente como agarrar una lupa y mostrar lo que ya existe. No estoy inventando nada, sino solo observar un punto oculto. Lo intento graficar de una manera simple y fácil de leer.

En tu libro hay capítulos en los que la tristeza que genera la ausencia desborda al personaje. ¿Fue difícil volcar toda esa emoción desde tu interior hacia el papel?
En algún momento he sentido esa tristeza absoluta, pero cuando hice el libro, estaba bien. Fue un poco fuerte porque recordaba momentos y personas, además de la presión por la deadline de la publicación, no fue tan lindo.

Pero el final de la historia es muy alentador.
Es bueno recordar que, a pesar de todo lo que uno puede pasar, al final todo va a estar bien. Después de una relación tienes que encontrarte contigo mismo y hacer la paz contigo mismo también. Te vas conociendo un poco más y te vas amando un poco más. El amor propio te salva.

AUTOFICHA

- “Soy Rocío Diestra, nací en 1992, en Lima. Terminé la carrera de Arquitectura en 2015. Durante mi etapa universitaria, casi no dibujé viñetas, salvo un periodo en el que me fui de intercambio a Venecia y, como todo era tan caro allá, mi distracción era quedarme en mi cuarto dibujando con lápiz y papel”.

- “Vivo en La Molina desde que tengo 4 años. Estudié en el Lord Byron. Yo era la chiquita que estaba siempre dibujando en su cuaderno y no prestando tanta atención a la clase. Rayaba todo, hasta los cuadernos de mis amigos”.

- “Desde el año pasado, trabajo con la marca Absolut. Tuve la oportunidad de intervenir una de sus botellas, que luego sorteamos en un concurso. También me invitaron a hacer un mural para el Art Lima de este año, donde dibujé situaciones para amarnos más a nosotras mismas”.

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