'El retablo, arte tradicional': homenaje a dos maestros de la tradición ayacuchana

Abrir las puertas de un retablo de Ayacucho, nos permite observar las diversas costumbres y actividades del mundo rural andino retratadas en figuras a gran detalle. Desde el trabajo agricultor y ganadero, hasta las fiestas y las actividades cotidianas del pueblo. Todo ello, en una sola pequeña pieza de arte que tienen entre sus principales exponentes a don Jesús Urbano Rojas y Genoveva Núñez, y que hoy forman parte de una exposición que celebra su labor. 

'El retablo, arte tradicional' es una exposición que celebra la obra de Jesús Urbano (Ayacucho, 1925-2014) y a doña Genoveva Núñez, su esposa, quien continúa con la tradición artística. 

Jesús Urbano es discípulo del destacado retablista Joaquín López Antay. Los trabajos de don Urbano son considerados inigualables interpretaciones costumbristas del mundo rural andino. 

Por su trabajo como arriero, Urbano visitó numerosos pueblos lo que le permitió retratar las tradiciones de los chotorunas y las costumbres de Huamanga y Huanta. 

Sus obras fueron reconocidas con diversos premios y títulos como la Orden del Sol en el grado de Caballero (1964), Gran Maestro y Amauta de la Artesanía, doctor honoris causa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, entre otros.

Doña Genoveva Núñez conoció el arte y secretos del cajón San Marcos y del retablo cuando se casó con Jesús Urbano. En 2007, expuso su trabajo junto al de su esposo en la muestra retrospectiva Jesús Urbano Rojas (1952-2007), en el Centro Cultural San Marcos. 

Actualmente, en su hogar de Chaclacayo, doña Genoveva trabaja en la producción de piezas, continúa con la línea tradicional de don Jesús Urbano, pero con un estilo propio en sus obras.

La exposición 'El retablo, arte tradicional' se realiza en el Centro Cultural Inca Garcilaso (jirón Ucayali 391, Centro de Lima). Martes a domingo, y feriados.  De 10 a.m. a 8 p.m. Va hasta el domingo 19 de agosto. 

Dato:
- El retablo ayacuchano tiene su origen en el llamado cajón San Marcos, objeto que incluía representaciones de santos y animales, y presidía el ritual de la herranza del ganado entre los criadores. Su presencia tenía una función mágico-religiosa para propiciar la fertilidad del ganado.