Brillante humorista, escritor, periodista, comentarista político y deportivo, poeta y diplomático. Son las facetas de Luis Felipe Angell de Lama, conocido como Sofocleto.
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Realizó estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Pontificia Universidad Católica, Coímbra en Portugal y La Sorbona en París. A su regreso, ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores en 1947 y estuvo destinado en las embajadas en Portugal, México y en nuestra representación ante la ONU, en Nueva York.
Se retiró definitivamente del Servicio Diplomático en 1967, en la categoría de Primer Secretario. Y lo hizo para dedicarse a tiempo completo a su vocación de escritor.
Sofocleto nació en 1926, en Paita, y creció en Huacho. Más tarde su familia se trasladó a Lima. Aprendió a leer a los tres años de edad.
Colaboró en los diarios El Comercio, Correo, Ojo, Expreso, La República, La Mañana y en Selecciones del Reader’s Digest. Pero sufrió cuatro deportaciones y estuvo más de tres años en prisión porque así lo decidieron ciertos gobiernos militares.
Fue un autor prolífico. Al fallecer en Lima, en marzo de 2004, estaba reeditando 27 tomos de los 162 volúmenes que comprenden sus obras completas. Dominó todos los géneros literarios y no hubo tema que no haya sido de su interés.
Para conmemorar su memoria, este jueves 15 de mayo, a las 12:00 horas, se llevará a cabo el conversatorio Recordando a Sofocleto en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores (Jr. Ucayali 391, Centro Histórico de Lima).
Esta cita contará con la participación de Rafo León, Gabriel Ruiz Ortega y Allan Angell, quienes comentarán, además, la reciente edición de los libros Los cojudos, Los conchudos y El virus matrimonial, publicados por Planeta. El ingreso es libre.
El caricaturista peruano Alfredo Marcos dijo en su momento sobre Sofocleto: “No he conocido mejor humorista en todo el mundo”.
Para el poeta y escritor Eloy Jáuregui, Sofocleto —apelativo que viene de Sófocles— es un tradicionalista de la estirpe del Ricardo Palma de ‘Tradiciones en salsa verde’.
En una entrevista del diario El Comercio de 1997 a Angell de Lama le preguntaron qué es el humor. «Es una brasa caliente en las manos. El humor no es ni siquiera un ave, son las alas. El humor es una de las cuatro patas de la sociedad», respondió.
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