“El orgullo (nacional) tiene doble filo. No soy nacionalista. No está dentro de las razones por las cuales me puse a investigar este tema (para El espía del inca)”, declara el escritor (Mario Zapata/Perú21).
“El orgullo (nacional) tiene doble filo. No soy nacionalista. No está dentro de las razones por las cuales me puse a investigar este tema (para El espía del inca)”, declara el escritor (Mario Zapata/Perú21).

Hacer realidad '' (Lluvia Editores) tardó once años. Al desarrollo de la novela lo acompañó un casamiento y un divorcio. Muchos episodios vividos que, tal vez, sean contados en otro libro. Mientras tanto, el escritor peruano Rafael Dumett publica este conjunto de casi 800 páginas. Una historia de espionaje que parte de uno de los episodios más dramáticos de la conquista del Perú en el siglo XVI: la captura de Atahualpa, al que se suma un plan para liberarlo. Trabajo escrupuloso, documentado y narrado de manera impecable, que nos mantiene trepados en la historia, además utilizando el quipu – el sistema de cuerdas y nudos considerado la escritura de los incas– como dispositivo narrativo. Usamos el hilo telefónico para conversar con Dumett, quien nos atiende desde EE.UU., donde vive.

¿Por qué decides partir de este episodio de la historia?
Fue circunstancial. Había terminado de grabar el filme 'Both' (2005) en EE.UU. y me dieron libertad de hacer lo que quisiera mientras se hacía la posproducción. Antes de ser dramaturgo y guionista, soy un narrador, y ya había escrito cuentos. Entonces, era la oportunidad para escribir una novela. Te hablo de 1999. Se me ocurrió que debía ser histórica y comencé a explorar, y empecé con Felipillo. Encontré personajes, cada uno más interesante que el otro. Hasta que entró en escena quien lo condicionó todo, la sombra de Atahualpa. Hay una obsesión histórica y cultural con Atahualpa. En los andes peruanos hay unas 200 representaciones de su muerte.

La historia ‘oficial’, de colegio, omite este pasaje del espía.
Estaba obsesionado con todo lo que iba descubriendo. Me parecía inclusive escandaloso el grado de ignorancia y no solo con él, sino con un montón de gente. Un día de octubre de 1999, cuando acababa de revisar 'Suma y narración de los incas', de Juan de Betanzos, me encontré con un espía y un intento de rescate. Eso no lo había encontrado en ninguna otra crónica. Lo que sí había hallado era la mención al hecho de que los españoles se morían de miedo, porque se escucharon rumores de que se estaba gestando este intento de rescatar a Atahualpa, por lo cual aceleraron su asesinato. Así decidí usar este intento de rescate como un excelente dispositivo literario. En esa crónica, al espía se le señala como inepto. Pero decidí crear a un espía capaz. Ahí está la ficción y ahí está la historia.

¿Cómo leer 'El espía del inca' finalmente?
Puedo haber hecho todo el trabajo monumental de investigación, pero al final de cuentas debe ser leído como una novela.

'El espía del inca' (Lluvia editores).
'El espía del inca' (Lluvia editores).

Los lectores buscamos en determinados textos –y tal vez en este– nuestra identidad.
Hay una profunda búsqueda colectiva de identidad. Ahora, el orgullo tiene doble filo. No soy nacionalista. No está dentro de las razones por las cuales me puse a investigar este tema. Soy consciente de nuestros defectos colectivos, no hay que maquillarlos ni ocultarlos.

¿Qué implica buscar nuestra identidad?
Mirarte al espejo. Rescatar los rasgos que te vienen de manera ancestral y también reconocer las taras, sin inventarte tiempos maravillosos que no existieron, sin dorarte la píldora. Tampoco hay que tener obsesión ombliguista de creer que todo lo que es peruano es lo mejor, porque no es la verdad. Esta obsesión de que cada vez que nos encontramos con un extranjero le preguntamos de manera estúpida: “¿Te gusta la comida peruana?”. Me parece de un atraso cultural y ombliguismo fuera de lugar.

¿'El espía del inca' reivindica algo?
No solo es la supuesta resistencia hacia la llegada de los españoles, sino también están los conflictos internos, los problemas que habían entre grupos étnicos, que vieron en los españoles aliados posibles para esta eventual deposición de los incas, de los cuales estaban hartos. Los grupos étnicos sometidos habían pasado por 11 años de guerras continuas de conquista.

"Hay una obsesión histórica y cultural con Atahualpa. En los andes peruanos hay unas 200 representaciones de su muerte", declara Dumett (Mario Zapata/Perú21).
"Hay una obsesión histórica y cultural con Atahualpa. En los andes peruanos hay unas 200 representaciones de su muerte", declara Dumett (Mario Zapata/Perú21).

¿Por qué usas la lectura del quipu como elemento narrativo?
Hay una tradición literaria en la que me inspiré y un ejemplo es 'El nombre de la rosa', de Umberto Eco, que justamente incluye el hallazgo de un manuscrito antiguo. Lo análogo a ello sería un quipu gigante de carácter narrativo. Esta especulación tiene mucha base, que comenzó con Garcilaso y fue continuada por Guamán Poma, entre otros.

Acabas de ganar el primer lugar del Concurso de Dramaturgia Peruana ‘Ponemos tu obra en escena’ con Camasca. ¿De qué trata?
También allí trabajé con una anécdota que salió de 'Suma y narración de los incas', que es la visita de Atahualpa a un oráculo que le dice que no le irá bien. Atahualpa lo mata, destruye su templo y literalmente arrasa con la montaña donde el templo estaba. Entonces, imaginé un sacerdote que recibe la visita de Atahualpa, a quien le dice que él no será la persona que se ponga la borla sagrada y el inca decide pedir uno y otro oráculo, utilizando el soborno y la intimidación. La reacción de este sacerdote es lo que me interesa, porque la obra es acerca de la corrupción. Creo que hago teatro catártico, que expurga.

Desde Estados Unidos, ¿cómo ves al Perú?
Hemos estado peor. Hay una cauta esperanza, además del hartazgo general. Se pensaba que la sociedad se había fujimorizado por completo y que le había dado carta blanca a Fujimori y sus secuaces, pero parece que eso no es tan real. La gente se está comenzando a hartar de esta casta. Eso en algún sentido da un tipo de esperanza.

Otro tema fuerte en Perú es la migración venezolana.
Le doy la bienvenida a cualquier tipo de migración. Yo he estado en el lugar –en Europa y aquí– de esa gente y, francamente, hay que darle los brazos y ayudarla.

"Ahora, el orgullo tiene doble filo", expresa el escritor (Mario Zapata/Perú21).
"Ahora, el orgullo tiene doble filo", expresa el escritor (Mario Zapata/Perú21).

Datos: 
​- “Nací en Lima, acabo de cumplir 55 años. Mi padre es de Ayacucho, mi madre de Lima, aunque su padre es de Ayacucho. Mi papá es quechuahablante. Estudié en el colegio La Recoleta, luego Lingüística en la Católica, Teatro en el TUC, de donde tengo un diploma de actor, pero soy pésimo actor”.

- “Estudié en La Sorbona, en Francia. Hice el Diploma de Estudios Teatrales. En EE.UU. soy profesor de la Universidad de San Francisco. Enseño español y cursos de periodismo. He escrito las obras de teatro 'AM/FM' (1985), 'Números reales' (1991) y 'El juicio final' (1997)”.

- “Se viene Camasca, obra que se estrena el 7 de junio de 2019 y que saldrá en un libro. Mi siguiente proyecto novelístico es sobre Eudocio Ravines, escritor y político al nivel de Mariátegui y Haya de la Torre. Fue un alto comisario político de la Unión Soviética, pero finalmente trabajó para la CIA”.