Hinchas
Hinchas

Un país entero se encuentra paralizado, nervioso, por una batalla de 180 a casi 10 mil kilómetros si tuviéramos que trazar una línea imaginaria entre Lima y la ciudad oceánica. Durante el primer partido los peruanos serán los visitantes, aunque por el gran apoyo recibido por allá, la selección parece todo menos una invitada, pero no solo el encuentro será seguido por hinchas peruanos. Toda Sudamérica, por decirlo menos, estará pendiente de lo que sucede en el Westpac Stadium.

Y los libros no podían ser ajenos a este fenómeno. ¿Acaso hay mejor combinación que el balón y las letras? Desde dos países latinoamericanos, dos escritores hinchan por Perú y no solo lo hacen por que por acá los leemos mucho, su hinchaje, más bien, se lo debemos a Cubillas, Sotil, Chumpitaz, Uribe, y compañía, una selección de oro, que hoy -confiamos- empieza su camino de jubilación, luego de 35 años.

Alberto Salcedo Ramos (Barranquilla, 1963) es hincha del Junior de su país. El cronista, autor de 'La eterna Parranda', (Random House) celebró en 1977 y de niño el primer título del club y hace dos años bromeó prometiendo convertirse en club de fans de Ricardo Arjona si su equipo conseguía ganar la final frente al Atlético Nacional. Quedaron subcampeones, para el bien suyo.

Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) logró jugar fútbol casi de forma profesional. Hincha del Wilsterman, pudo estudiar en Estados Unidos gracias a una beca deportiva que le ofreció la Universidad de Alabama. Lo suyo era ir arriba, de volante ofensivo o delantero. Entre sus ídolos, Maradona, Platini, Zico, también había lugar para el peruano Cubillas. Quizás por eso el autor de 'Los días de la peste' (Malpaso) tiene tanta admiración al juego de la blanquirroja.


Ambos conversaron con Perú21 para darles su mejor deseo a la selección peruana.

-¿Qué sentimiento le embargó al conocer que Perú jugaría el repechaje mundialista?
-Alberto Salcedo Ramos: Un sentimiento de alegría profunda. Perú es el último exponente del fútbol lírico que queda en Suramérica. Durante muchos años lo fue Brasil, como todos sabemos, pero ese equipo un día descubrió que con lirismo no ganaría copas mundiales, y entonces aprendió a pegar patadas y a usar marrullas. De pronto aparecieron en la fauna futbolística brasileña gamberros como Dunga y Felipe Melo. Brasil sigue siendo una potencia, que quede claro, pero ya no tiene ese fútbol preciosista que nos emocionaba. Perú, en cambio, siempre lo ha tenido, y generación tras generación se empeña en defenderlo. A menudo lo hace con una ingenuidad conmovedora. En esto se ha parecido históricamente a Colombia: equipos que juegan bonito y que suelen olvidarse de que hay que meter goles además de tocar el balón con solvencia estética. Creo que Perú irá al Mundial, y de ese modo el romanticismo tendrá una segunda oportunidad en las canchas.

Salcedo Ramos
Salcedo Ramos

- ¿Qué recuerdos históricos se le vienen a la mente cuando se le nombra la selección peruana?
-ASR: Los años setenta. En esa década Perú brilló en todas las canchas donde desplegó su fútbol. Ustedes tenían equipazos de ensueño, con jugadores como Cubillas, Oblitas, Muñante, Cueto, Barbadillo. Cuando esa banda tocaba la pelota aquello no era fútbol sino magia pura, belleza absoluta. Hipnotizaban a los rivales. A veces creo que, en el fondo, los equipos adversarios no querían quitarles la pelota a los peruanos para no arruinar tanta fantasía. Perú debe de ser el único país del mundo donde hay más de un equipo de fútbol con nombre de poeta. Eso no es gratuito. Los futbolistas peruanos siempre han estado más emparentados con César Vallejo que con las tácticas mezquinas del fútbol actual. 

Edmundo Paz Soldán: El primer mundial que seguí al detalle fue el del 78; mis padres compraron una televisión Zenith solo por el mundial, todavía no había color en Bolivia así que lo vi en blanco y negro. Ese mundial esta marcado para mí por la presencia de Teófilo Cubillas, de sus goles de tiro libre.

El escritor Edmundo Paz Soldán. (Anthony Niño de Guzmán)
El escritor Edmundo Paz Soldán. (Anthony Niño de Guzmán)

-¿Cómo se debería vencer a los neozelandeses? ¿A qué cualidades Perú tendría que apelar?
ASR: Perú nunca se ha atrevido a traicionar su ADN. No lo veo jugando a algo distinto de lo que sabe para ganar. El flaco Gareca tiene el mérito de haber introducido un toque de orden en ese lirismo, pero yo me atrevería a decir que para ir al Mundial los peruanos tienen que tocar su fino violín de siempre. Esa melodía embriagará al rival y les dará el triunfo. 

- ¿Verá alguno de los partidos de Perú, el de ida o vuelta? 
ASR: Seguramente veré los dos partidos. Pronostico que ganará Perú, pero no sé por cuál marcador. 

EPS: No podré ver el partido de ida, pero el partido de vuelta estaré prendido del televisor. Tengo muchos amigos peruanos futboleros y espero que la selección les dé una felicidad.