Clases de piano para todos, era el mandato en casa. Volvían del colegio y revisaban el horario pegado en la pared. Cada uno de los cinco hermanos tenía hasta una hora para usar el piano y aprovechar las clases con este instrumento.
Le pregunto a Pelo si estaba de acuerdo. “Es que de niño a nadie le gusta el piano. Y yo, apenas pude, me pasé a la batería, a los 14 años”, me dice.
En esos años formativos la guitarra acústica también estuvo presente. Entre otras razones, por la figura de su padre, Jorge Madueño, notable músico y productor musical que recibía en casa a poetas, grupos folclóricos, orquestas y cantautores.
Pero Pelo Madueño emprendió el camino del rock. Narcosis, Eructo Maldonado, ser parte de la banda de Miki González, La Liga del Sueño y una paciente carrera en solitario que en 2019 pisó territorios más experimentales (y arriesgados) con el álbum triple XXX. Y ahora, quizás en otro extremo, guitarra acústica en mano, estrena Apocalipsex, donde habita el Pelo de los orígenes familiares, el hijo de Jorge.
El disco, el quinto de su discografía personal, está conformado por 14 canciones y dos remixes. “Estoy más cerca que nunca a las cosas que oía de niño, a mi escuela familiar, musical”, explica. Hace una década emprendió la creación del álbum, incluso en paralelo a él mismo.
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PUNK & POP
Si bien la guitarra y la voz están en los cimientos, Apocalipsex trae un paisaje diverso de sonidos. Valses, rancheras, música andina, cumbia, rumba, country, gospel, reggae, pop, rock y más. Un fresco que no llega a ser una fusión declarada.
Madueño subraya que es un artista de álbumes. “Y siempre haré álbumes. Creo en el álbum como obra completa, como un retrato del momento artístico de cualquier creador”.
“Respirando” y “Fronterizo” nos traen al Pelo más tropical. “Km 0″ lo presenta en su esencia pop rock. “No me mientan” es incendiaria sin distorsiones ni velocidad, tal vez una forma folk de ser punk. “Quédate en la cueva” le canta a estos tiempos. Y “Via Appia Antica” es un poema de Jorge Eduardo Eielson maravillosamente musicalizado, que tiene en el saxofón a Jean Pierre Magnet y donde Pelo vuelve al piano.
Hace casi un año que su padre partió tras padecer Alzheimer. “Me he sentido acompañado por él durante la composición de este disco, sobre todo por su actitud y su escuela: de ser un contracorriente total, de trabajar por la excelencia musical, por el valor artístico. Esa y el punk han sido mis dos escuelas”, sentencia.
Le pregunto qué Pelo Madueño llega a Apocalipsex. “Creo que soy un mejor artista, porque siento que he encontrado un terreno propio casi por primera vez, aunque suene raro teniendo ya cinco discos solistas y tres más con La Liga del Sueño. Siento que he llegado a un terreno interesante, muy personal y, de paso, nuevo”, responde.
Estamos ante un disco apocalíptico que inevitablemente se confunde con la esperanza. Un álbum que nos lleva por túneles, pero al final hay una luz. “La luz verdadera es la que viene después de la oscuridad”, dice.
-El disco será presentado el 17 de agosto en Sala Osma (Av. Pedro de Osma 203, Barranco). Entradas en Joinnus.
-“Un espectáculo casi con matices teatrales”, dice Pelo sobre este show.
-Madueño evalúa publicar Apolipsex en vinilo.
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