Pelo Madueño: “La actitud vale más que una regla”

“Me he tomado mucha libertad de mostrar canciones que no estarían en otros discos. 'XXX’ tiene que ver con lo prohibido de hacer un disco de 30 temas”, manifiesta el compositor a propósito de la reciente publicación de su álbum triple. Perú21 lo entrevistó.
Pelo Madueño presenta álbum triple 'XXX'. (Foto: Mario Zapata).

Zona Reservada fue su primer grupo. Duró un concierto. Era un experimento que incluía octapad y órgano. El fugaz repertorio tenía canciones de los españoles Aviador Dro, del inglés Gary Glitter y un tema que no recuerda. En esa efímera pero promisoria formación estaban Mauricio Chau, con quien luego crearía La Liga del Sueño, y en la batería el dueño de la recordada discoteca miraflorina Nirvana.

no ha pasado por la etapa de preguntarse qué quería ser de grande. La música fue como respirar, no se lo propuso, solo lo hizo en medio de una familia de músicos. Así conformó Narcosis, una de las insignias del rock subterráneo; Eructo Maldonado, también de las canteras del rock subte; luego con Miki González, y La Liga del Sueño, donde se descubre compositor y tras lo cual emprende el camino para el que estaba hecho: viajar en solitario, ruta que lo lleva a su cuarta producción XXX, álbum triple de 30 canciones inéditas agrupadas bajo los títulos ‘Sueño mundano’, ‘Cartas sin leer’ y ‘Los primeros años’, ya disponibles en todas las plataformas digitales.

Ciudad naufragio, su primer disco, fue el de un peruano en España. No te salves se nutrió del amor y el desamor. En Nivel Nacional, tercer álbum, vuelve al Perú. Y ahora con XXX arriesga: está en todas partes y le canta a casi todo, aunque él asegura que solo hace lo que su antena le dice. Llega a esta entrevista con un casco de motociclista, abre la puerta, luce apurado. Entramos. Estamos en su estudio y en el patio un bombo de batería tiene una estrella y dice “Marlon”, es la casa de su gato, quien nos da la bienvenida.

Hace tres años declarabas en un DVD que ibas 20 años al borde. ¿Hoy dónde estás?

Con un disco de 30 temas estoy más al borde (risas), si no a punto de caerme. Aunque 30 canciones te hacen mantener el equilibrio.

¿Por qué?

Primero que llevas 15 en cada lado (sonríe) y, segundo, que al final te sostienes porque haces lo que quieres hacer, cosas que haces para darle un sentido al ser músico. Mis canciones y mis discos me sostienen.

Pero hoy con la cultura single ya instalada y la brevedad de las redes sociales, publicar 30 canciones es casi como lanzarse al abismo. ¿O no?

No lo sé (hace gestos como si le costara hallar la respuesta).

Las reglas dicen que solo publiques singles.

Pero quién va a seguir las reglas de una industria que ni siquiera sabes de qué tamaño es y en qué descansa. La industria, por lo menos en este país, no existe. Para mí es más sencillo: hay un deseo de hacer este disco, recopilar estas 30 canciones y sacarlas. Supongo que la actitud vale más que una regla.

¿Esa ha sido tu regla?

No es algo de lo que me vanaglorie ni creo haber impuesto una regla. Si hubo una regla mía ha sido publicar música e ir sin ninguna dirección.

Te fuiste a España en una época en la que ya no se hacía la música que llevabas en las maletas y ahora publicas 30 canciones en vez de una. Parece que siempre estás contra la corriente.

Si me das una brújula me ayudarías (ríe). Todavía no me he arruinado ni moral ni artísticamente. Es posible que en ninguna etapa haya tenido ningún suceso comercial y que mi carrera haya necesitado de otras cosas para sostenerse. En el Perú si quieres ser artista tienes que tener dinero. No somos un país en el que el arte pueda generar beneficios para su propia sostenibilidad e incluso desarrollo. Si te dedicas a hacer arte sin ninguna contemplación de mercado o comercial, es probable que necesites dinero o un mecenas. Me refiero a ser artista en términos más puros, de dedicarte exclusivamente a eso.

¿Has intentado esa pureza?

Me interesó demasiado la pureza. Tiene que ver con mi propia formación. Para bien o para mal me críe en el movimiento subterráneo, con características que a uno lo dejan marcado en el buen sentido, hasta con una ética artística. Esa búsqueda de la pureza hace rechazar totalmente cualquier aproximación hacia lo comercial. Pero eso tampoco es sano porque para llegar a la gente y entender qué papel juega la música en una sociedad, es necesaria la comunicación, es necesario romper tus propias barreras y abrir la nave.

Cuando escucho “Quiero que seas tú”, en XXX, siento que nos estás diciendo que vuelves a empezar. ¿Es así?

Necesitaba retomar lo que me ha interesado siempre en la música: lo vinculado a lo alternativo, al indie; y este disco tiene eso.

Señalas que ‘Los primeros años’, el tercer título de XXX, es realmente tu primer disco como solista. ¿Por qué?

Este álbum trae canciones nuevas, temas que tenía compuestos de años anteriores, ha sido trabajado en los últimos tres años. ‘Los primeros años’ es el rescate de un material que grabé, que iba a ser mi primer disco solista. No se volvieron a grabar las canciones. Lo quise dejar así porque no tenía ningún sentido alterar algo que era tan auténtico. Fue mi última grabación analógica, en una máquina de ocho canales a casete, enchufada a una computadora donde no existía todavía ningún software. Eso fue después del último disco de La Liga del Sueño. Con La Liga... habíamos tenido la fortuna/infortunio de ser fichados por Sony. Eso te catapulta y te hace conocido, pero también te coloca en un lugar que, a la larga, sientes que es uno al que no perteneces, y esa creo que fue una de las razones de la disolución de la banda. En ese momento empecé a componer material para salir de eso. Un material del alma. Iba ser mi primer disco solista, pero me fui de viaje a España y estuvo ocho años allá.

En Madrid nació “Alma de ochentas”.

Una canción que habla de la movida madrileña, pero que es un reclamo, porque cuando llegué a España ya no había nada de eso. Me sentí un poco estafado.

En tu música noto que siempre hay un aire ochentero.

Uf, los 80 fueron tan coloridos. La música que se hacía en los primeros 80 creo que ha definido la música que se hace hasta hoy.

Es más, vivimos en un revival de los ochenta.

Total. Todos los grupos indies son como relecturas de estructuras estéticas ya concebidas. Escuchas a The Killers, Franz Ferdinand y escuchas a Talking Heads, Ultravox. Es fantástico. Sucedió algo increíble en esa década.

Cuando integras Narcosis, ¿cuáles eran tus pretensiones?

El otro día tuve un golpe en la cabeza muy fuerte y ya olvidé toda esa época (reímos).

Pero siempre reaparecen en festivales.

Reaparecíamos. Me he olvidado de todo. Prefiero que llamen a otro.

Siempre llamarán a Narcosis.

Narcosis ha tenido su camino que ahora tiene protagonistas... Fuimos bastante afortunados en hacer esa maqueta y dejar un registro, un producto que ha sido tan fuerte a lo largo de las décadas, no solo aquí sino también afuera. Pese a que duró ni un año.

¿En ese momento qué querías hacer con tu vida?

Lo único que queríamos hacer con nuestra vida era destruirla. Lo único que quería Narcosis era destruir a la sociedad, a las instituciones, a la iglesia y a nosotros mismos. “No future” era el lema del punk.

Sin embargo, de alguna forma, fueron parte de la generación que sentó algunas bases de lo que pasó después.

Es una circunstancia mágica, que se juntan tres con elementos distintos que juntos funcionan. Es como los cruces de cometas que se juntan y se estrellan. Nosotros nos estrellamos.

¿La música fue la única posibilidad en ese momento?

No he pasado por la etapa de pensar qué quiero ser de grande, Y creo que me he privado de algo, porque debe tener su encanto también. Nunca me pregunté qué quiero estudiar o qué debo estudiar. Tampoco pensaba que iba a ser músico y que sería mi oficio. El alpinchismo me duró bastantes años.

¿Los músicos de hoy están leyendo su tiempo?

Eso es importante. Los músicos necesitan un feedback de su lugar. Esa comunicación es importante para que la cultura deje un testimonio. Necesitas un presente para la historia. En el rock y el pop faltan un montón de canales y comprensión de ese fenómeno de ida y vuelta. La música cumbia sí tiene una industria consolidada: radios, circuitos de giras, hay público y novedades. Es una industria a la que no le falta nada y se sostiene por sí misma en base a algo fantástico: la música como entretenimiento. En el rock y el pop es jodido, los festivales son las plataformas más grandes y gracias a Dios que existen.

¿Hay música que identifica al Perú?

Todas, hasta los que cantan en inglés.

XXX hace referencia, entre otras cosas, a la desnudez e, incluso, a lo pornográfico. ¿Es lo más cercano a la esencia de ‘Pelo’ Madueño?

Sí. Me he tomado mucha libertad de mostrar canciones que no estarían en otros discos. XXX tiene que ver con un montón de cosas, está lo oculto, lo prohibido de hacer un disco de 30 temas.

¿Signo de un ‘Pelo’ Madueño que madura o que envejece?

(Se para, lleva su café al microondas y mientras lo calienta responde). El envejecimiento es conformismo, es aceptación, es renuncia. Y eso no te hace sacar un disco de 30 canciones ni de 10. Y la madurez espero que cada vez crezca más, la que quepa en mí; no la busco desesperadamente.

¿Muy en el fondo siempre serás el ‘Pelo Parado’, el adolescente de Narcosis?

Ese chico nunca hubiera hecho ningún álbum (y sonríe).

AUTOFICHA:

-“Soy Jorge Enrique Madueño Vizurraga. Mi abuela y mi madre me timaron: me dijeron que ese apellido materno era vasco: fui al País Vasco y no había ni uno. Tengo 51 años, nací en Lima. Estudié música por mi cuenta y con mi padre en una época, cuando trabajaba con él. Luego he estudiado cosas cortas”.

-“Del primer matrimonio de mi padre fuimos cinco hermanos, una hermana falleció en el año 96 y ahora somos cuatro, que nos dedicamos a la música. Del segundo matrimonio de mi padre son dos, uno es instrumentista y compositor. Yo he andado mucho fuera de casa”.

-“Quisiera organizarme de tal manera que pueda sacar un álbum cada dos años. Me gustaría que así sea hasta que me seque. Y ahora tengo casi listo el show de este nuevo disco; estoy montando un concierto con un sentido de espectáculo. Estamos preparando esas fechas, porque tengo ganas de tocar”.

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