"Nuestra hipótesis es que (la denuncia del arzobispo Eguren) es una venganza tardía del Sodalicio. Está aprovechando su condición de poder fáctico en Piura", expresa el periodista.
"Nuestra hipótesis es que (la denuncia del arzobispo Eguren) es una venganza tardía del Sodalicio. Está aprovechando su condición de poder fáctico en Piura", expresa el periodista.

En 2015, el libro 'Mitad monjes', mitad soldados remeció los cimientos del Sodalicio. En el texto se publicaron crudos testimonios de abusos sexuales y psicológicos sufridos por jóvenes dentro de dicha organización religiosa. Obra de con la colaboración de Paola Ugaz. Tres años después, y tras mucho ruido y pocas nueces contra los implicados, ambos periodistas pasan a la mira del arzobispo José Antonio Eguren, quien los denunció, y el Poder Judicial ya programó un juicio oral. En el caso de Salinas, por difamación agravada a raíz de una columna de opinión. Le preguntamos ¿qué ganas con todo esto? “Satisfacción personal y creo que este es uno de mis legados principales para mis hijos”, responde. Sobre el deber cumplido y un repaso por el ABC del caso Sodalicio en esta entrevista.

Además de ser el arzobispo de Piura y Tumbes, ¿quién es José Antonio Eguren?
Está entre los 61 y 62 años de edad, con un techo bastante alto por delante. En términos de carrera eclesiástica, quien ha sido obispo auxiliar de la capital y es arzobispo, eventualmente podría terminar como arzobispo de Lima y/o cardenal. Ello en parte, creo, explica las querellas que ha presentado contra Paola Ugaz y contra mí, pues las cosas que hemos señalado manchan su reputación.

En la columna, motivo de la querella, lo comparas con Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima, en Chile.
Karadima es el pederasta de sotana más célebre que existe en Chile. No sabemos si Barros fue un depredador sexual, pero sí conocemos que fue copartícipe de la manera en que se manejó la parroquia El Bosque, donde se reclutaba a menores de edad, que algunos terminaban siendo víctimas. Barros, junto con los otros obispos, participaban en lo que denominan juicios y que no era sino bullying colectivo contra una persona para de esa forma anular su autoestima, su voluntad, que es una técnica muy parecida a la que usaba el Sodalicio aquí.

¿Pero por qué Eguren es el Juan Barros peruano?
Fue parte de la generación fundacional del Sodalicio, con cuyo círculo de hierro Luis Fernando Figari construyó esa organización. Eguren ha sido copartícipe de la creación de esta cultura de abuso de poder. En este grupo totalitario la obediencia es la columna vertebral de la espiritualidad sodálite: el que obedece nunca se equivoca, la voz del superior es la voz de Dios, el espíritu de independencia es muerte para la comunidad. Ahora, en la última publicación del blog del principal denunciante y víctima sexual de Figari, que en 'Mitad monjes, mitad soldados' se llama Santiago, escribe sobre Eguren: ‘Si tú sabías de los abusos que Figari realizó conmigo cuando yo era menor de edad y tú bien sabes quién te lo pregunta, y a pesar de ello no has tomado ninguna actitud contra esos abusos, ¿no es correcto llamarte encubridor?’. No solo eso, en el año 86, el número tres, Virgilio Levaggi Vega, fue denunciado por haber abusado sexualmente de un subordinado. Figari le informó de este caso a su núcleo fundacional, entre ellos Eguren. Sin embargo, ninguno presentó una denuncia. ¿Qué tanto más sabe Eguren? ¿Alguien puede creer que los que han acompañado a Figari desde un inicio recién se enteran?

" Le tengo fe al periodismo cuando logra ciertos cambios y que la gente pueda ver la verdad que el poderoso no quiere que veas. Como dice mi amiga y colega Paola Ugaz, el periodismo a veces hace justicia", declara Salinas (USI).
" Le tengo fe al periodismo cuando logra ciertos cambios y que la gente pueda ver la verdad que el poderoso no quiere que veas. Como dice mi amiga y colega Paola Ugaz, el periodismo a veces hace justicia", declara Salinas (USI).

Otro elemento en dicha columna es que señalas que diversos reportajes incluyen a Eguren en tráfico de terrenos.
Hay información en el diario La Hora de Piura, El Tiempo de Piura, hay un reportaje de Al Jazeera, hay un libro de investigación. En el reportaje de Al Jazeera trabajan 20 personas y solo a Paola Ugaz la ha querellado Eguren.

¿Cuál crees que es la razón de fondo para querellarlos?
Nuestra hipótesis es que es una venganza tardía del Sodalicio. Eguren está aprovechando su condición de poder fáctico en Piura, adonde nos está llevando a litigar, porque tiene una magnífica relación con jueces y fiscales.

Han pasado tres años de la publicación de 'Mitad monjes, mitad soldados'. ¿Qué cambió?
Muy poco. Se creó una comisión que actuó, a pesar del Sodalicio, de manera independiente. Aunque una segunda comisión sí actuó de acuerdo con los intereses del Sodalicio. La Fiscalía abrió una investigación, cerraron las casas de formación de San Bartolo, aparecieron nuevas víctimas, ha quedado claro que el tópico económico en el Sodalicio es la dimensión desconocida, el Congreso ha creado una comisión y el teatro La Plaza estrenó la obra San Bartolo.

Pero ninguna sanción.
El rol de la Iglesia católica en esta historia ha sido patético.

¿La Iglesia católica se ha reunido con las víctimas?
Las reuniones han sido contadas, de forma aislada y básicamente porque la víctima ha buscado a esas personas.

“Hay días en que me levanto preguntándome por qué la gente no protesta, por qué falta ese espíritu de indignación (del caso Sodalicio) que sí lo ves en Chile”, dice Pedro Salinas (USI).
“Hay días en que me levanto preguntándome por qué la gente no protesta, por qué falta ese espíritu de indignación (del caso Sodalicio) que sí lo ves en Chile”, dice Pedro Salinas (USI).

¿Por qué en Chile hasta se han expulsado sacerdotes?
Los principales denunciantes que han sido víctimas sexuales de Karadima es gente que dio la cara y formaron un grupo compacto y decidido. Tuvo que aparecer el Papa, meter la pata hasta defender a Barros y ver que la sociedad chilena reaccionó de una manera íntegra. Entonces, pidió perdón e invitó a reunirse con él a las víctimas sexuales de Karadima. Y designó a dos sabuesos que en dos semanas elaboraron un informe y acto seguido, pidió la renuncia a 34 obispos en Chile.

En tres años, ¿qué ha cambiado en ti?
Creo que es lo más importante que he hecho. Los costos personales han sido altos en todos los ámbitos, pero no me arrepiento. Claro, hay días en que me levanto preguntándome por qué la gente no protesta, por qué en el Perú falta ese espíritu de indignación que sí lo ves en el caso chileno.

'Mitad monjes, mitad soldados'.
'Mitad monjes, mitad soldados'.

Hace tres años, confesaste que eras agnóstico gracias al Sodalicio. Hoy, ¿a qué le tienes fe?
A mis hijos, a mis amigos, a mi familia. Le tengo fe al periodismo cuando logra ciertos cambios y que la gente pueda ver la verdad que el poderoso no quiere que veas. Como dice mi amiga y colega Paola Ugaz, el periodismo a veces hace justicia.

AUTOFICHA: 
“Nací en Lima, en 1963. Estudié tres años de Filosofía, un año de Psicología y caí en el periodismo, que lo aprendí en la cancha. El primer medio importante fue El Comercio, en el 87, y de ahí he pasado por casi todos. He conducido algunos programas en TV, en radio y he sido columnista de varios medios escritos”.

- “Ya salió 'El Caso Sodalicio – Vol. 3' (Planeta), que lo presentaré tras mi audiencia, el 14 de noviembre, en Piura por el caso con Eguren. Es parte de una serie que hace un seguimiento. Muestra cronológicamente las cosas que han ido pasando después de 'Mitad monjes, mitad soldados'”.

'El Caso Sodalicio – Vol. 3' (
'El Caso Sodalicio – Vol. 3' (

- “Tengo una empresa de consultoría con mi socio Freddy Chirinos, Chisac, que me ha permitido embarcarme en esta aventura de investigación durante cinco años para el libro y tres adicionales. Paola Ugaz y yo no hemos podido parar. Con nuestra plata y tiempo hemos invertido bastante a este tema”.