Escritor de 'Alta tensión', su historia del rock peruano (Geraldo Caso/Perú21).
Escritor de 'Alta tensión', su historia del rock peruano (Geraldo Caso/Perú21).

(1961) no escucha música por Spotify. Prefiere apreciar los álbumes de principio a fin. Ha lanzado la reedición de 'Alta tensión', su historia del rock peruano. Lo encontramos con sus audífonos, enganchado a Tribilin Sound, propuesta local que une cumbia y electrónica.

Fuiste ejecutivo discográfico, dueño de un sello, mánager, crítico, conductor de TV en Distorsión y la voz de Guerrilla Urbana. ¿Eres juez y parte de esta historia del rock?
He estado en distintos lados de la mesa, pero aun cuando tuve que escribir sobre Mar de Copas, grupo al que manejaba, buscaba ser objetivo. Aunque no se puede ser totalmente objetivo.

Tu libro se lanzó originalmente en 2002. ¿Qué relación hay entre rock y crecimiento económico?
El rock es placer, espectáculo y negocio, y se hace rentable en los 2000. Se consolidó el mercado para festivales y conciertos de artistas extranjeros. En la supuesta época dorada del rock de fines de los 60 no venían extranjeros. Ahora llegan muchos.

Por el rock, Pedro Cornejo empezó a leer Filosofía y le atrajeron las ideas de King Crimson y Pink Floyd (Geraldo Caso/Perú21).
Por el rock, Pedro Cornejo empezó a leer Filosofía y le atrajeron las ideas de King Crimson y Pink Floyd (Geraldo Caso/Perú21).

¿Qué falta para tener festivales internacionales?
Me parece que el sueño de la internacionalización es propio del tercer mundo. Primero, a nivel local, se necesita difusión de las radios para consolidar una demanda de rock. Los Saicos no eran la esencia de lo subte, tocaban al mediodía en el programa de TV con más rating. Eso no ha vuelto a pasar.

Y el rock se hizo más diverso.
La diversificación inicia en los 90 y sigue en los 2000. Permite que en los conciertos toquen exponentes que no se identifican instrumentalmente como rock, como La Lá.

La dictadura de Velasco consideró alienante al rock. ¿Es posible avanzar en identificar rock con peruanidad?
Es un pseudo problema. Ningún país considera al rock música nacional. Es esencialmente mestizo. Valoro la fusión que nace espontáneamente: Dengue Dengue Dengue, Novalima...

'Alta tensión' ha sido lanzada en una edición renovada y actualizada del libro publicado en 2002. Contracultura, 2018. 224 pp. (Difusión).
'Alta tensión' ha sido lanzada en una edición renovada y actualizada del libro publicado en 2002. Contracultura, 2018. 224 pp. (Difusión).

¿Qué lugar ocupa el rock peruano en América Latina?
Estamos a años luz del rock argentino, del mexicano. Los músicos que se inician en Argentina saben que todo comenzó con Los Gatos en los 60. En cambio, el rock peruano tiene continuidad solo desde los 80. Los subtes de esa época no se consideran herederos de los músicos del 60. México tiene tradición, Chile no tanta.

Es curioso. Ahora que se habla del fútbol y su relevancia, Chile 62 tuvo como canción “El rock del Mundial”, de Los Ramblers. Eso no pasó en México 70.
No conozco el caso, pero lo del 62 coincide con la llegada del rock a Latinoamérica y el twist estaba de moda.

Tu libro incluye un ensayo de Diana Joseli sobre el lugar de la mujer en la escena local. ¿Su inclusión tardó más que en otros países?
Somos una sociedad machista y eso se refleja en el rock, esencialmente masculino. En Perú tardó lo que hubo en otros países. La mujer tomó protagonismo. Ahora toca, canta, compone, lidera. Tenemos ahora a Claudia Maúrtua (Ni Voz Ni Voto) o Sandra Requena (Metadona y Atómica).

Debemos rescatar a figuras como Rebeca Llave. A los 21 años, fichó a Los Saicos.
Sí. Ella los contrató para DisPerú. Una mujer importante que actuaba tras bambalinas.

¿Algún concierto que te haya marcado?
Ninguno. No me gustan los conciertos. Mucha gente. Incluso no me gustan los discos en vivo, salvo excepciones.

¿Volverías con Distorsión?
No hay opciones cerca. Tendría que pensarlo, no me gustaría tener las condiciones precarias que tenía en TV Perú.

¿Filosofía y rock tuvieron para ti el mismo espíritu?
Por el rock comencé a leer filosofía. Me atraían las ideas de King Crimson, Pink Floyd en entrevistas, discos. Ambos pueden tener espíritu libertario, pero no los define. La rebeldía no es la esencia del rock. Y puede haber filosofía conservadora. Dejé de dictar en las universidades al no gustarme lo que se enseñaba.