Patricia Barreto vuelve a la TV con Los Vílchez. (Foto por Anthony Niño de Guzmán).
Patricia Barreto vuelve a la TV con Los Vílchez. (Foto por Anthony Niño de Guzmán).

Agarraba el peine y cantaba las canciones que sonaban en la radio. Sin embargo, los test vocacionales arrojaron que lo suyo era la psicología y la arquitectura. Ni lo uno ni lo otro. estudió teatro desde el colegio y este año protagonizó a Ana Frank en las tablas y a Patricia en No me digas solterona, de las películas más taquilleras de 2018.

Para 2019, vuelve a la televisión tras diez años de alejamiento voluntario. Lo hace con la serie Los Vílchez de América TV. Luego de más de 40 obras teatrales, considera que la pantalla chica es una vitrina importante para cuestionarnos sobre la felicidad, amar más, ser mejores personas, aceptar la diversidad.

“El arte es el único medio donde encontré un lenguaje para expresarme”, dice en un tono formal y reflexivo. Pero a los pocos segundos nos regala su espontánea sonrisa y el brillo de sus ojos. En Patricia habitan la seriedad de los 31 años y el gesto inocente de la niña que también es.

¿Es cierto que nunca dejamos de ser niños o es un cliché?
Más bien, sí dejamos de ser niños, sobre todo hoy. Cada vez no alejamos más de esa sensibilidad, de esa esencia de juego.

¿Por qué ocurre?
Los estímulos son muy grandes, nos distraen todo el tiempo. El ruido, la violencia hace que te alejes más y dejes de creer en cosas que de niña te deslumbraban. Y, más bien, te vuelves incrédulo, pierdes la fe, la esperanza. El niño cree absolutamente en lo que está jugando. Es el ser humano más creyente del mundo. El niño cree que todo es posible. No hay prejuicios.

¿Y cómo hacemos para volver a ser niños?
La pregunta sería: ¿Queremos? De que podemos, podemos. Yo estoy bien conectada con mi niña. Es como un estilo de vida, una forma de ver el mundo, en el trato con los demás.

Todo el rato estamos desconfiando del otro.
Vivimos a la defensiva. Estamos en un mundo donde importa mucho cómo tenemos que mirarnos. En las redes sociales aparentamos ser quienes no somos.

Entonces, te vuelvo a preguntar: ¿cómo encontramos a nuestro niño?
Siendo honesto con uno y con todo. Aceptarte. Y disfrutar la vida. Si negamos nuestra esencia, quiénes somos, qué queremos, quién nos gusta, etc.; significa que no aceptamos cómo vinimos a este mundo. Hay que comprometernos con lo que somos, si no seremos seres frustrados y tratando de proyectar en el otro aquello que no somos o queremos ser.

Patricia Barreto
Patricia Barreto

¿Cómo era la niña Patricia?
Igual que ahora. Que juega, que salta, que se creía la agrandada. Fui criada con bastante amor, pero el amor físico: que te abracen, te besen, te engrían. Así me relaciono con el mundo.

Sin embargo, te casaste joven, lo que es una forma de madurar muy rápido.
Salté ciertas etapas, pero lo hice a mi forma. Y no me arrepiento en lo absoluto.

Se viene la temporada de talleres de verano y entre las dudas que asoman son las capacidades creativas. ¿Todos somos creativos?
Todo el tiempo estamos creando ideas, cuestionamientos, estrategias. En qué empleemos esa creatividad será lo beneficioso para nosotros. A los niños se les debe incentivar que desarrollen el imaginario útil, tal vez para volcar los rollos no resueltos, para reconstruirnos como personas.

¿De qué forma se estimula la creatividad?
Dándonos un tiempo para conectarnos con lo que nos gusta.

Postergamos lo que verdaderamente nos apasiona.
No se trata de hacer un check list de lo logrado, sino de disfrutar del proceso para lograrlo. Hay que disfrutar plenamente el proceso. El éxito es efímero, se va.

¿Dónde está la satisfacción?
En el set, cuando te dicen: “Otra toma más”. Todo es tan rápido y competitivo, que el talento no debemos usarlo para competir. Hay que disfrutar el aquí y ahora.

Acabas de decir algo muy interesante: el talento no es para competir.
Hay una tendencia por competir. Me llena de estrés eso. Compiten los caballos de carrera.

Entonces, ¿para qué está hecho el talento?
Para comunicar lo que nuestra alma quiere decir. No me pongas a competir, porque todos somos extraordinarios. Odio estar en los espacios donde se pone en juego el ego.

¿Cuántas veces te ha ganado el ego?
Lo he tenido que agarrar para que no salga, porque lo primero que saca es la ira, la envidia, la insatisfacción, la frustración. Todos lo tenemos dentro.

Patricia Barreto
Patricia Barreto

Has declarado antes que eliges los personajes que te convierten en mejor persona. ¿Tuviste que rechazar muchos personajes?
Sí, claro. Dejé de hacer televisión diez años y ahora vuelvo con Los Vílchez. Estoy saliendo de mi zona de confort. Además, siento que nos repetimos tanto en el teatro, en los discursos y clásicos que hacemos. Sentía que desde el teatro no estaba solucionando algo. Yo quiero impactar mucho más allá. Por eso vuelvo a la TV. Desde esa exposición trataré de llevar los discursos que quiero dar.

¿Qué quieres decirnos?
Que seamos felices. Hay que amar más, aceptarnos más, amando bien, bonito, queriendo el bien del otro y querer ser mejor persona. Respetar nuestros derechos democráticos, aceptar la diversidad.

Este año has protagonizado a Ana Frank y en la otra orilla actuaste en No me digas solterona. ¿Con qué Patricia Barreto sueñas para 2019?
Con una que logre impactar y modificar algo en nuestra sociedad. Es súper ambicioso. Quiero ser un agente de cambio. Se puede llevar otros discursos a la televisión. Por eso he vuelto.

AUTOFICHA:
“Nací en Lima, tengo 31 años. Los estudios superiores los hice en Buenos Aires y aquí con Alberto Isola. En ambos, teatro. He hecho un poco más de 40 obras de teatro, para niños y adultos. Hice tres películas y al próximo año viene otra. En televisión estuve en la serie Graffiti y ahora Los Vílchez, en enero”.

“Continuaré en Inéditos, un magazine cultural del Canal IPe de TV Perú. Será mi tercer año. También estoy armando un proyecto solista. El tipo de música aún está terminando de cocinarse. Estoy buscando expresarme desde todos los flancos posibles”.

“El proyecto de música espero que esté listo para 2019. Estoy dando todos los pasos que se tienen que dar para lograr un producto de calidad. Será con inversión personal. Espero que alguien se sume al proyecto (risas). El arte no se debe ver como un gasto sino como una inversión profesional y personal”.