Palito Ortega fue director de 'Dios tarda pero no olvida', 'Sangre inocente', 'El rincón de los inocentes' y 'La casa rosada', que se estrenará este año en nuestro país (USI).
Palito Ortega fue director de 'Dios tarda pero no olvida', 'Sangre inocente', 'El rincón de los inocentes' y 'La casa rosada', que se estrenará este año en nuestro país (USI).

Ha muerto Palito Ortega Matute. Su importancia en el no es poca. Hacia 1994 reunió en Ayacucho a un grupo de jóvenes, entre los que se encontraban José Huertas, Mélinton Eusebio y Luis Berrocal, con el objetivo de hacer un largometraje, 'Chicha de jora', que nunca pudo terminarse. No obstante, se formó así el núcleo de cineastas ayacuchanos que daría inicio al movimiento de cine regional que ha cambiado el panorama del cine peruano en las última dos décadas. Palito fue el pionero del movimiento.

En su primer largo, 'Dios tarda pero no olvida' (1997) abordó el tema del conflicto armado desde la perspectiva de las víctimas y las convenciones del melodrama. De modo más directo volvería al mismo tema en 'Sangre inocente' (2000), la impactante 'El rincón de los inocentes' (2007) y 'La casa rosada' (2017), ganadora de reconocimientos internacionales y de próximo estreno en nuestro país.

Incursionó también en el cine de terror regional. Su largo 'La maldición de los jarjachas' (2002) es uno de los mejores del género y se presta a sugestivas interpretaciones simbólicas del conflicto armado interno. Asimismo, intentó un acercamiento al tema de la discriminación y el maltrato a la población LGTBI en los Andes, en su filme “El pecado” (2006).

Fue un pionero en la distribución alternativa e itinerante del cine regional, pero buscó también la exhibición en salas comerciales nacionales (que logró con 'El demonio de los Andes') y la presencia de sus películas en festivales internacionales. Consideraba que el llamado cine regional debía transformarse en un cine nacional de alcance internacional.

Como a otros cineastas peruanos, le disgustaba el término “regional” que le parecía pasivo de lecturas discriminatorias y limitantes, y aspiró a la mejora técnica y artística de los filmes realizados fuera de Lima. Siempre buscó la superación y miró hacia adelante.