Juan José Cavero describe con gran detalle sus viajes al desierto de Sechura su premiada novela juvenil (Mario Zapata/Perú21).
Juan José Cavero describe con gran detalle sus viajes al desierto de Sechura su premiada novela juvenil (Mario Zapata/Perú21).

Tres zorros merodean el desierto de Sechura en una lucha por la supervivencia buscando alimento diario. Su gran temor es que los humanos (o ‘patas largas’, como ellos los llaman) los atrapen y maten. A este territorio eriazo llega Gabriel, un joven limeño que vive un conflicto diferente: superar la tartamudez y ser aceptado por su padre. Esta es la trama de 'Un manantial en el desierto' (Ediciones SM), un libro ambientado en un páramo, donde la vida es improbable pero aún así es capaz de unir historias que cambiarán por siempre.

Dos visiones en la nada
Juan José Cavero escribe esta obra juvenil que fue ganadora del premio El Barco de Vapor este año y que retrata sus recuerdos de niñez en el desierto de Sechura, lugar adonde viajaba durante sus vacaciones escolares.

“Todo el ambiente desértico que vi está contemplado en la novela. Toda la fauna que vivía en ese territorio como las lagartijas y la presencia de zorros costeros que andaban por el desierto y los valles”, comenta el autor a Perú21.

La narración de 'Un manantial en el desierto' es abordada desde dos perspectivas diferentes. La primera es la de Gabriel, quien describe detalladamente el ambiente desolado de ese paraje al norte del país. Pero también narra con tristeza y melancolía su dificultad para expresar lo que siente. Ante su preocupación de que los animales mueran ahogados tratando de beber agua de las pozas, serán sus acciones las que hablen por él y una oportunidad de ganar el respeto y aceptación de su padre.

La otra perspectiva sigue la trama de supervivencia de El Huere, La Nanda y El Churre, zorros que recorren el ambiente hostil del desierto, cada uno con roles diferentes y establecidos por su relevancia en el grupo.

“El Huere es el viejo, el sabio. Los otros dos son sus pupilos, que lo siguen porque los ha cuidado desde pequeños”, nos explica el escritor. La existencia y misticismo de los animales son explicados utilizando referencias de la cultura prehispánica del Perú.

Cavero: "Ser escritor en el Perú es una labor que no recomiendo a nadie".
Cavero: "Ser escritor en el Perú es una labor que no recomiendo a nadie".

EN OTROS TERRITORIOS
Desde 2015, Cavero ha recibido reconocimientos por sus obras. En dicho año, fue galardonado con el Premio Copé de Novela por En la ruta de los hombres silentes. En 2016, le otorgaron el Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil por El océano interior. Lejos de augurar un nuevo reconocimiento para 2018 y ante la falta de una editorial que lo respalde, al escritor solamente le preocupa competir en un nuevo concurso.

“Ser escritor en el Perú es una labor que no recomiendo a nadie. Tengo una mención honrosa en 2013 por la Cámara Peruana del Libro, pero esa novela está botada y nadie pregunta si quiero publicarla. Por ello es mi afición a los concursos, porque es la única forma que tengo ahorita para mostrar mi trabajo. No se trata de ganar un premio, sino que solo así muestro mi obra”, asevera Juan José Cavero. Como su personaje –que desea expresarse–, el escritor busca que sus palabras sean leídas en un entorno tan difícil de sobrevivir como el desierto.