"El quechua es parte de nuestra identidad. No está demás aprender una lengua más, sobre todo si convives con ella. Nos sirve para aprender a mirarnos", declara el escritor (Luis Centurión/Perú21).
"El quechua es parte de nuestra identidad. No está demás aprender una lengua más, sobre todo si convives con ella. Nos sirve para aprender a mirarnos", declara el escritor (Luis Centurión/Perú21).

“Mi historia es un poco trágica”, sostiene Pablo Andrés Landeo Muñoz. Es el último de cuatro hermanos. Su madre y hermanos fallecieron antes de que pudiera conocerlos. Prefiere no escarbar en los detalles. Él y su padre enfrentaron el mundo casi en la orfandad absoluta. Natural de Huancavelica, migró para estudiar y hoy radica en París, donde es profesor de quechua y sigue una maestría en La Sorbona. Se encuentra en Lima porque su libro 'Aqupampa' (Pakarina Ediciones) está entre los ganadores del , en la categoría de lenguas originarias. Premiación que se realizará este sábado, en Cusco. Es la primera novela en quechua sin traducción al castellano. Lo esperamos a lado del ferrocarril, en la Casa de la Literatura Peruana. No llega en tren, como sí lo hizo en su juventud. Pero vamos tras sus pasos.

Con una tradición importante en lenguas originarias, ¿cómo interpretar que recién hoy estemos hablando de una primera novela en quechua?
Es sorprendente. Desde la lírica hay muy buena poesía, pero es bilingüe. Hay escritores de narrativa quechua moderna que han hecho algunas publicaciones importantes a partir de los 70, pero aún con versiones traducidas al español. La novela es un género aún inexistente dentro de la narrativa quechua. Es un desafío porque varios lamentan no poder leer 'Aqupampa', pese a que son de los andes. Pero esa misma gente, de pronto, se percibe a sí misma aprendiendo quechua en el futuro. Es un desafío para la sociedad, los medios de comunicación y el Estado.

'Aqupampa' fue publicada en 2016 y recién ahora, con el premio, ha logrado cierta notoriedad. ¿Ha ensayado alguna hipótesis de por qué pasa eso?
No debe extrañarnos que una novela escrita en una lengua marginal haya pasado desapercibida. El quechua, en muchos casos, no cuenta con el apoyo del Estado porque continúa apostándose por la alfabetización en español, cuando muy bien debería hacerse en quechua. Se piensa que es una lengua asociada al pasado, por consiguiente al atraso. Hay una serie de juicios desde el contexto occidental que la invisibilizan y le restan importancia.

Esos son los estigmas desde Occidente. Pero en el mundo andino, ¿cómo está?
En los Andes, debido a ese conjunto de discursos, muchos padres de familia desean que sus hijos aprendan español, que se incorporen al sistema occidental.

¿Cómo remediarlo?
Debe haber una toma de conciencia por parte de la gente que está en condiciones de hablar el quechua. El hecho de que el Ministerio de Cultura haya establecido este premio es importante. Muchos creen que el quechua no tiene escritura. Si se toma conciencia, el quechua puede devenir en una lengua autónoma.

"'Los heraldos negros' y 'Trilce' me sirvieron para tomar consciencia de mi orfandad. Estaba casi solo en el mundo. Como aquel hombre en la poesía de Vallejo", declara el autor (Luis Centurión/Perú21).
"'Los heraldos negros' y 'Trilce' me sirvieron para tomar consciencia de mi orfandad. Estaba casi solo en el mundo. Como aquel hombre en la poesía de Vallejo", declara el autor (Luis Centurión/Perú21).

¿Por qué no se debe traducir Aqupampa?
Viene de un libro que hice antes: 'Wankawillka' (2013). Tiene relatos de mi infancia, con su traducción, y hay un análisis de la situación en la que se encontraba el quechua y que la única forma de obtener su autonomía era si se dejaban de hacer las traducciones. Ahí decidí que todos los textos que yo escriba en quechua no serán traducidos al español. En las obras de edición bilingüe se ha creado el hábito de leer solo la traducción. Muchos lectores, inclusive quechuahablantes, omiten los textos en quechua.

Alguien que no está muy vinculado a la tradición andina, ¿cómo debe enfrentar el libro?
Es una invitación. Con el quechua hay que tener la misma actitud que se tiene frente a otras lenguas, si es que realmente interesa leer, por ejemplo, Aqupampa.

¿Por qué debemos aprender quechua?
El quechua es parte de nuestra identidad. Aprenderlo es un plus, es útil. No está de más aprender una lengua más, sobre todo si convives con ella, aunque no la hables. Nos sirve para aprender a mirarnos. No hay un aspecto cultural de los Andes del que podamos prescindir.

"El quechua es parte de nuestra identidad. No está de más aprender una lengua más, sobre todo si convives con ella. Nos sirve para aprender a mirarnos”, expresa el escritor (Luis Centurión/Perú21).
"El quechua es parte de nuestra identidad. No está de más aprender una lengua más, sobre todo si convives con ella. Nos sirve para aprender a mirarnos”, expresa el escritor (Luis Centurión/Perú21).

'Aqupampa' es la historia de Margarita, que se alterna en cuatro momentos alrededor de 1940, 1970, 1990 y 2000. ¿Por qué eligió esos años?
Pueden reflejar la historia de los migrantes. Los épocas de violencia han significado los años más difíciles para los andinos. Han significado esa especie de exterminio de los andinos, de su cultura, por las acciones subversivas y del propio Estado. En cada comunidad que desaparecía, se perdía una extraordinaria cantidad de conocimiento. Margarita llega como una niña de 10 años, crece en Lima y asiste a la fundación de Villa El Salvador.

Y ahora Lima es una ciudad de migrantes.
Que Lima haya crecido de una manera caótica es en parte responsabilidad de los migrantes, pero también de las autoridades, que no han sabido planificar, que no han tomado en cuenta la capacidad transformadora que tenemos los andinos, que somos como una especie de huaico, que arrollamos todo, nos posesionamos y emergemos.

¿Cómo fue su encuentro con la literatura?
Mis primeros libros los compré cuando estudiaba la secundaria en Huancayo. De día trabajaba en una carpintería y de noche estudiaba. Pero mi padre, quien era campesino, en esta temporada de mucho frío en los Andes se iba a un determinado lugar a solearse e iba con sus libros y revistas. Yo lo acompañaba.

¿Y qué autor hizo el quiebre en el joven Pablo Landeo?
Vallejo. 'Los heraldos negros' y 'Trilce' me sirvieron para tomar conciencia de mi orfandad. Me di cuenta de que estaba casi solo en el mundo, como aquel hombre que está en la poesía de Vallejo.

Aqupampa (Pakarina Ediciones)
Aqupampa (Pakarina Ediciones)

'Aqupampa' es tal vez un libro que Arguedas habría querido escribir. ¿Qué cree que le diría?
Se pondría a llorar, abrazándome como a su hijo. Yo lo abrazaría como a un taita. Y quizá lloraríamos, pero de alegría. Terminaríamos bailando una jachwa.

Autoficha:
- “He nacido en el distrito de Acobamba, Huancavelica, en 1959. Terminé la primaria en Lima y la secundaria en Huancayo. Estudié para docente, en la especialidad de Lengua y Literatura, en la Universidad Inca Garcilaso. Luego hice una maestría en San Marcos, en Literatura Peruana y Latinoamericana”.

- “Enseño ‘Conversación en quechua’ y ‘Textos modernos en quechua’ en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (Inalco), en París, Francia. Allá también estoy llevando un doctorado en Antropología, en La Sorbona. Aún tengo problemas con el francés”.

- “He escrito dos libros de poesía publicados en castellano: Los hijos de babel y Nocturnos. Para el año 2019 alisto mi primer libro de narrativa quechua (cuentos) y un texto sobre seres imaginarios andinos. La literatura fantástica de los Andes es muy rica y que todavía los académicos no le han echado ojo”.