“La mayor riqueza es la  amistad, el dinero se va”. (Piko Tamashiro)
“La mayor riqueza es la amistad, el dinero se va”. (Piko Tamashiro)

Trabaja desde los 14 años. Vivía a una cuadra de la Plaza de Armas de Arequipa, en un segundo piso. El primero se alquilaba a una empresa donde armaban cocinas de gas y kerosene. Fue su primer trabajo. En las siguientes vacaciones laboró como cobrador de transporte público. Hacía la ruta de Selva Alegre al Centro. “Era la envidia de los amigos. Les decía: trabajen si quieren plata”, recuerda Óscar Rivera, hijo único, desde la sala de su hogar.

Militante del partido Democracia Cristiana, estuvo preso en El Sexto. En la época de Prado participó en una marcha. “Había apristas y comunistas de lujo, no como toda la manganzada que hay ahora que es una desgracia. Era gente muy preparada”, afirma. Iban por el Centro de Lima con escobas en la mano. A la altura de la iglesia de La Merced, llovieron bombas lacrimógenas, el grupo de Rivera respondió y acabó tras las rejas durante tres días.

Fundó Mi Banco, impulsó el nacimiento del CADE, ha sido presidente de Asbanc, fue tentado varias veces para ser ministro, conformó gerencias en Bayer, Gloria, Empresas Eléctricas Asociadas, entre muchas otras compañías. Pero no ha sido un empresario ajeno a su país, sino protagonista de la historia del Perú en las últimas cinco décadas. Hoy, sobre los 83 años de edad, sigue escribiendo su historia personal, entregada al aprendizaje permanente. Lleva un curso en la FAP sobre Gestión Estratégica del Poder Aeroespacial y Ciberespacio. Uno de sus sueños fue ser aviador comercial.

-¿Por qué migró a Lima?

Acabé el colegio a los 16 años, en el año 53. No había carreras que uno pudiera seguir en provincia. Pero yo no venía para acá, sino a EE.UU. Me conseguí una media beca. Me pidieron un examen médico, pero tenía miopía. No me admitieron. Como era bueno en matemática, me fui a ingeniería a la Católica. Me quité en segundo ciclo. Pasé a la del Pacífico, donde seguí Administración de Empresas.

-Perdió a su padre cuando usted tenía dos años. ¿Eso influyó en su formación?

En nada. Mi madre decía: en una mano el cariño y en otra el rigor. A mí me ha caído hasta palo. No tengo nada de acomplejado porque me haya caído con chicote; más bien, agradezco a mi madre; no sería lo que soy si no me hubiese caído...

-¿No quedó alguna pena por la ausencia del padre?

Te juro que no. No he tenido padre ni abuelos, y soy hijo único.

-¿Y cómo se relacionaba en la familia?

Mucha amistad. Esa casona de Arequipa, a media cuadra de la Plaza de Armas, era de una hermana de mi madre, que fue la esposa de Bustamante y Rivero, presidente del Perú en el año 45. En los altos estaba la familia Llosa, que fueron como los hermanos que no tuve.

-Por parte de su madre usted tiene origen inglés.

Hay mucho inglés en el sur por el ferrocarril de la Peruvian Corporation y también por la minería.

-¿Hubiera preferido nacer en Inglaterra?

No. Mi madre quería que me fuera a Inglaterra. La amenaza por portarme mal era mandarme al colegio militar o a Inglaterra con un tío tacañazo. Entonces, me portaba bien (risas).

-¿Hubo algo de temor?

Tal vez, pero era un poco el apego a mi madre y a los amigos.

“La clave del éxito en el hogar y en un gobierno es el diálogo. ”. (Piko Tamashiro)
“La clave del éxito en el hogar y en un gobierno es el diálogo. ”. (Piko Tamashiro)

-¿A los 83 años a qué se le tiene miedo?

A nada, porque a la muerte, bienvenida, cuando quiera. Tal vez a una enfermedad larga.

-Me cuenta que también quiso ser político. ¿Qué pasó?

Quisieron que fuera viceministro con Velasco. Mi mujer lloró mucho. Mi suegro fue ministro de Prado, amenazado por el Apra. Ella ha vivido la parte política, entonces sus lágrimas fueron muy fuertes. Ahí murió la política, pero me sigue encantando la política.

-Ha estado en todos los CADE y lo ha impulsado desde el comienzo. ¿Cuál es el balance del rol del empresario en el desarrollo del país?

El país no ha cambiado. Seguimos necesitando educación, salud, leyes nuevas. El Perú es maravilloso, pero hay mucho por hacer.

-¿Cuánto de ese estancamiento es responsabilidad de los empresarios?

El primer CADE vino en reacción a que el empresario de esa época no se interesaba por el país. Pero no se puede crecer en un país donde no hay políticas continuas.

-¿Pero qué errores han cometido los empresarios?

No meterse en política. Tan empresario es el zapatero de la esquina como el presidente de un banco.

-Usted ha señalado antes que el dinero no trae la felicidad. ¿Qué lo trajo hasta acá?

La mayor riqueza de la vida es la amistad, el dinero se va. Cuando estás enfermo, no puedes hacer nada con la plata.

-¿Cuál ha sido su motor?

Ver caras felices. En Mi Banco he visto progresar a mucha gente. Personas que comenzaron con 200 soles y hoy tienen industrias.

-Tiene una anécdota con su hijo y la pijama, que es una lección sobre lo realmente importante en la vida.

Mi hijo tendría cuatro años. Un día llegué a la casa improvisadamente, a las 5 de la tarde; normalmente llegaba 7 de la noche. Llego y me dice: “Papapa, pónete la pijama”. ¿Por qué quieres que me ponga la pijama?, le dije. “Para que no te vayas”, respondió. Asu madre, sentí un zamacón adentro. Fue una lección.

-¿Hay claves para el éxito?

La clave del éxito en el hogar y en un gobierno es el diálogo. En Empresas Eléctricas fui gerente cuando había cinco sindicatos. Éramos 4,500 empleados. Me metí a la CGTP para seguir un curso de sindicatos. Y ahora estudio cibernética y ciberespacio.

-¿Cuál es el balance de vida?

Que sigo aprendiendo.

-Le falta volar un avión.

Hay mucho por hacer. Y quiero ver a mi país mejorar.

AUTOFICHA

-“Soy Óscar José Rivera Rivera. Nací en el año 36, en Arequipa, de la Plaza de Armas para abajo. O sea, soy costeño (risas). Estudié en el colegio La Salle, donde también estuvo Abimael Guzmán. Luego de estudiar Administración de Empresas en la del Pacífico, he seguido cursos en todos lados”.

-“Fui subgerente a los 19 años de edad, cuando trabajé en Publicidad Perú. Creo que soy medio millennial, porque cambiaba mucho de puesto, en distintas empresas. He pasado por publicidad, Ferreyros, Química Suiza, Empresas Eléctricas, Gloria, Bayer y más”.

-“Me gustaría volver a jugar golf, que lo dejé por la banca. También quiero ver qué más se puede hacer por nuestro país. Hay mucha negatividad en nuestra gente. No estamos en recesión, pero no subimos al ritmo que quisiéramos, que es diferente. Afuera me felicitan por lo bien que está el Perú”.

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