Óscar Colchado Lucio, escritor ancashino que esta noche recibe el premio Casa de la Literatura Peruana.
Óscar Colchado Lucio, escritor ancashino que esta noche recibe el premio Casa de la Literatura Peruana.

Leer a (1947, Áncash) es sumergirse en la tradición oral del Perú. Es viajar con sus personajes por mundos mágicos, que están construidos con tal maestría que los asumimos como reales. 

Con más de 30 obras literarias ha logrado reunir a todo tipo de lectores: niños, jóvenes y adultos, académicos y neófitos. 

Por ello y su “renovada mirada sobre el mundo andino” es que esta noche recibirá el premio , que antes se les otorgó a figuras como Mario Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, Carmen Ollé, entre otros. Merecido y necesario reconocimiento.

¿Qué libro fue determinante en su vocación?
El primer libro que me impactó fue ‘Las mil y una noches’. Tenía 7 u 8 años. Era mi padre quien me la leía. Por eso años también leí el libro para niños ‘Oliver Twist’ de Charles Dickens, que trata sobre un niño huérfano en Londres. Una historia muy triste. También recuerdo haber leído algunas páginas de ‘El conde de Montecristo’.

¿Ahí nace su predilección por recoger la tradición oral?
Sí, fueron fundamentales. ‘Las mil y una noches’ son cuentos recogidos de la tradición oral de los árabes. En el pueblo donde pasé mi infancia escuché cuentos orales, temas sobre almas, el diablo, los pishtacos. Seres increíbles, mágicos, fantásticos. Es un mundo que posteriormente lo desarrollé en mis novelas y cuentos. ‘Oliver Twist’ fue determinante para escribir libros de literatura infantil. También me gustaban mucho las historias de Tarzán. Leí el libro original del norteamericano Edgar Rice Burroughs. Una novela escrita por un citadino que nunca conoció el África, pero increíblemente escribe ‘Tarzán de los monos’.

¿En esas formas de contar historias y contrastarlas con la realidad se puede ser más eficaz en el mensaje?
Está probado que la literatura oral de todos los pueblos gusta muchísimo. Es una literatura coloquial, que tiene magia, fantasía, imaginación y quienes lo cuentan no lo hacen como historias fantásticas, sino como si fueran hechos reales, algo verídico.

'Rosa Cuchillo', publicado por primera vez en 1997. Esta edición es de 2017.
'Rosa Cuchillo', publicado por primera vez en 1997. Esta edición es de 2017.

La maestría de hacer bailar a los cerros, como en su libro ‘Rosa Cuchillo’.
García Márquez, cuando estaba tratando de escribir ‘Cien años de soledad’, no encontraba cómo hacerlo. Hasta que decidió que sea como contaba su abuela. Eligió el tono oral.

¿Por qué eligió escribir sobre historias como ‘Cordillera Negra’ y las aventuras de Cholito, protagonista de más de diez títulos?
Yo no las elijo, me eligen a mí. Son historias que en mi vida he observado, captado, soñado y están dentro de mí y quieren salir. Entonces, les he hado cierto toque artístico para que sea agradable a quien lo lea.

¿Le preocupa que sus textos sean accesibles para las mayorías?
Cuando escribo, me hago la idea de que le estoy contando a un amigo. No estoy pensando que lo leerá un lector ilustrado. Le cuento a mi amigo y lo hago de la manera más directa, teniendo en cuenta que él me está entiendo y que seguramente le está gustando.

Para Oswaldo Reynoso, ‘Rosa Cuchillo’ es una de las mejores novelas que se han escrito sobre el periodo de violencia política a finales del siglo pasado. ¿Cómo se gesta esa obra?
Él fue uno de los jurados del Premio Nacional de Novela Federico Villarreal que ganó ese libro. ‘Rosa Cuchillo’ lo empiezo a trabajar hacia inicios de los ochenta. En el campo de la mitología peruana no había textos históricos ni literarios que traten sobre cómo era el mundo del más allá desde la óptica de los andinos. Por ejemplo, en la infancia escuché decir que cuando una persona se muere, lo acompaña en el más allá un perrito que haya criado en vida. Y daban las características: debía ser negro y que tenga anteojos (manchitas blancas alrededor de los ojos). Ayudaba a cruzar el Coyllur Mayu (río de estrellas). El alma tenía que cogerse de la cola y el perrito lo llevaba al otro lado, donde estaban los dioses. Así empecé a averiguar más, conversar con mucha gente, leer libros de antropología donde se hable al respecto. Paralelamente, mi subconsciente iba trabajando y delineando la historia, hasta que finalmente encontré la clave de cómo empezarla y continuarla. Hice un mapa para guiarme en todo el transitar de los personajes de la novela.

¿Cuánto tiempo demoró en escribirlo?
Lo escribí por temporadas hasta publicarlo en el año 1997.

Prácticamente, se ha escrito en paralelo con los hechos de violencia política.
Así es. Esas creencias no son del siglo antepasado, sino actuales. Si uno va los andes, encontrará personas que ofrendan una hoja de coca al sol o echan licor a la pachamama. Por más que la modernidad avance, el pensamiento mítico permanece.

Tan actuales como los temas de fondo del libro. En el último año se ha discutido bastante sobre la violencia política.
Es que nos ha marcado. Es un trauma que ha quedado y se va heredando. Ya forma parte de la historia, así como la guerra con Chile, que si bien ha bajado el tono, el fútbol a veces revive esos odios.

'La tarde de toros' (1974) es el primer libro de Óscar Colchado. Ha sido reeditado por Pakarina Ediciones y está en la feria del libro La Independiente.
'La tarde de toros' (1974) es el primer libro de Óscar Colchado. Ha sido reeditado por Pakarina Ediciones y está en la feria del libro La Independiente.

Hablando de fútbol, usted ha sido puntero por izquierda.
(Risas)… Pero que pateaba con la derecha.

¿Qué coincidencias tienen el fútbol y la literatura?
En los dos se goza y se sufre. Cuando se escribe un buen libro es como un gol literario…

¿Se escriben malos libros?
A veces no se coincide con el gusto de los lectores. Se siente que el libro no ha pegado como se hubiera querido. Y llega la derrota literaria. Entonces, hay que pensar en nuevas estrategias para seguir ganando: de qué forma abordar el cuento, cómo darle velocidad a la trama, de qué manera producir el desenlace.

Su tuviéramos que trazar una cancha de fútbol con puros escritores, ¿a Ciro Alegría y José María Arguedas en qué posición los pondría?
Serían excelentes delanteros. Son magníficos escritores, cada uno en su estilo y tema.

Y usted estaría en la punta izquierda en esa delantera.
(Risas). Yo estaría de recogebolas.

¿Cuánto aprendió de ellos?
De Ciro Alegría aprendí la técnica de recurrir a la literatura oral y la manera de transfigurarla en una literatura escrita. Y de Arguedas, ese sentimiento andino que le pone a sus libros. Alegría escribió sobre un indio mucho más moderno, que no hablaba quechua. Arguedas, vivió en el sur, donde el indígena era mucho más sentimental, más explotado. Yo me pondría en una posición intermedia, y diferente a los indios de Huánuco de Enrique López Albújar, que eran belicosos, que se habrían rebelado ante los hacendados.

Hoy recibe el Premio Casa de la Literatura Peruana. ¿Qué sensación experimenta?
Es una gran alegría que haya una institución que reconoce a quienes nos dedicamos a este trabajo de por vida. Es un premio no a un libro sino a toda la obra durante la existencia del autor. Es un honor, teniendo en cuenta que grandes personalidades lo han recibido antes.

DATOS:
-Colchado inició su carrera con la publicación de la novela 'La tarde de toros' (1974) y dos años después publicó su poemario 'Aurora tenaz'.

-En 1981, publicó su primer libro de cuentos 'Del mar a la ciudad, en que recopila una serie de relatos ambientados en Chimbote.

-En 2002, recibió el Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo, entregado por Radio Francia Internacional, por el relato “La casa del cerro El Pino”.

-Hoy, a las 7 p.m., recibe el premio Casa de la Literatura Peruana. Jr. Áncash 207, Centro de Lima. Ingreso libre.