Redacción PERÚ21

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es mundialmente famoso por dirigir Ciudadano Kane (1941). Aquella fue su primera película como realizador, un debut portentoso que conmocionó Hollywood y anunció la llegada del cine moderno.

Los 3 primeros minutos de Ciudadano Kane. (Youtube)

Lo más asombroso es que Orson Welles apenas había cumplido los 25 años. Sin embargo, ya era considerado un personaje excepcional en el mundo de la cultura.

En 1937, había revolucionado Broadway con un montaje surreal de Macbeth –interpretado por actores negros– y, en 1938, se encargó de escribir uno de los capítulos más memorables de la historia de la radio, gracias a su transmisión de La guerra de los mundos, novela de H. G. Wells que fue dramatizada en vivo.

La narración de La guerra de los mundos, a cargo de Orson Welles. (YouTube)

La adaptación radial de La guerra de los mundos a cargo de Orson Welles –emitida a las 9 pm. del 30 de octubre de 1938– causó pánico e histeria colectiva en Nueva Jersey donde –según la obra– se registraba una invasión extraterrestre.

Así reportó The New York Times el episodio de histeria colectiva que provocó Orson Welles. (Internet)

Este episodio le dio fama mundial, lo que llevó a la RKO Pictures a contratarle en 1939 con plena libertad para escribir, producir y dirigir dos películas. Aquellos fueron los brillantes inicios de una carrera que prometía grandeza así como durar muchos años.

Cuando se hizo evidente que Orson Welles era demasiado independiente, demasiado original para alinearse con los parámetros de Hollywood, el niño prodigio fue expulsado de la industria que lo recibió con los brazos abiertos y nunca más pudo hacer otra película con total libertad.

Quizá la verdadera tragedia de Orson Welles es que pasó más tiempo buscando financiamiento para sus proyectos cinematográficos que llevándolos a cabo. De allí que su filmografía sea una de las más difíciles de reconstruir, ya que abundan las películas mutiladas, inacabadas, perdidas.

El hecho de que aún permanezca inédito su largometraje The Other Side of the Wind –filmado en la década de los 70– ilustra perfectamente la dificultad de aprehender su obra en conjunto.

Aun así, Orson Welles logró ingeniárselas para completar un puñado de títulos espléndidos que no gozaron en su momento de la aclamación que sí tuvo Ciudadano Kane, pero que él consideraba incluso superiores.

Entre ellos están clásicos de culto como Sed de mal (1958) y Campanadas de medianoche (1965), y grandes películas "enfermas" –calificativo de François Truffaut– como Mr. Arkadin (1955) y El proceso (1962).

Entre los tantos proyectos inconclusos de Orson Welles se cuentan sendas adaptaciones de Don Quijote, Moby Dick y El mercader de Venecia. También dejó sin terminar una película filmada en Brasil (Todo es verdad) y el thriller psicológico The Deep.

SU OBRA EN LIMAEn este mes, cuando el mundo conmemora el centenario de su nacimiento –en Kenosha (Wisconsin) un 6 de mayo de 1915–, los cinéfilos limeños tendrán la oportunidad de descubrir algunas de las películas más notables de Orson Welles.

El ciclo, organizado por el Centro Cultural Británico (Bellavista 531, Miraflores), incluye Los magníficos Ambersons (viernes 8), La dama de Shanghái (viernes 15), Otelo (viernes 22) y Fraude (viernes 29).

DATO

  • El ingreso es libre para todas las funciones del ciclo del Centro Cultural Británico sobre Orson Welles. Estas empezarán a las 7:10 p.m.

Por Claudio Cordero – Crítico de cine

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