Pablo E. Cermeño Cervera y su nueva novela 'Diez años después de mi muerte' (Foto: Sandra Albino )
Pablo E. Cermeño Cervera y su nueva novela 'Diez años después de mi muerte' (Foto: Sandra Albino )

“Pero no podía dejar de pensar en Camila, tan igual que la última vez que la había visto”. Hay mujeres a las que nunca olvidas, y regresan a ti en el momento justo. Pablo E. Cermeño es un escritor de 35 años que en su novela 'Diez años después de mi muerte" te deja pensando en hasta dónde puedes llegar por amor, hasta dónde puedes quebrarlo todo por encajar en una vida que no es tuya pero que deseas porque en ella está la mujer que amas, y cómo diablos te alejas de esos ojos, de esa boca, de esa sonrisa que sabes imposibles de despojarte. La novela también te plantea algunas interrogantes: ¿cómo puedes dejar de ser lo que eres para convertirte en un hijo de puta? O de repente: ¿cómo una mujer ‘linda y hechicera’ te arrastra involuntariamente a un universo que día tras días te sorprende hasta atraparte? La narración es poderosa, como la transformación de Sebastián, el protagonista del libro.

¿Cómo nace esta historia donde en principio te queda claro que Sebastián puede estar muerto, pero uno puedo estar muerto en vida?

-“Diez años después de mi muerte” nace de una anécdota que me contó mi padre, sobre un amigo suyo que desapareció, mientras veía pasar el Rally Caminos del Inca, al borde del río Mantaro. Esa vivencia me pareció increíble, sacada de una película. Estuve dándole vueltas y vueltas en mi cabeza hasta que de modo natural empecé a escribir. Cuando lees la novela, te das cuenta que la parte del Mantaro es solo una pequeña parte de toda la historia, pero es la que me impulsó a crear toda la historia de Sebastián, Camila y la familia Velarde. Sobre el inicio, claro, partimos de la premisa que Sebastián está muerto. Eso marca un final para él, pero el final no siempre es lo más importante, sino los diferentes caminos que pudieron llevarlo hacia él. Como tú misma dices, hay tantas maneras de morir, ¿acaso parte de uno no muere cuando pierde a un ser querido o cuando vas en contra de tus principios?

¿Me pregunto cómo una persona pasa de un estado apacible y tranquilo al lado oscuro? Sebastián es un personaje muy bien logrado, y sin embargo, por momentos no te explicas cómo cambió.

-Yo creo que no existe tal cosa como el “vivieron felices para siempre”, de los cuentos de hadas. Creo que uno tiene momentos de felicidad que uno mismo va construyendo cada día y con cada decisión que toma. Creo también que el ser humano siempre tiende a buscar más; pero, ¿qué significa más? Eso depende de cada persona, de lo que le hace feliz. Unos buscan crecer en sus trabajos, otros buscan formar una familia, otros buscan fama, otros dinero, poder. Allí está la parte compleja, ya que depende, no solo de la personalidad de la persona, sino de las vivencias que va teniendo en el camino. Uno no nace bueno o malo. En realidad, nadie es puramente bueno o malo. Todos amamos, todos sentimos tristeza y todos podemos equivocarnos al tomar una decisión. La diferencia está en que algunos se dan cuenta que se han equivocado de camino, de modo temprano, y pueden corregirlo; pero, otros, quizá se dan cuenta muy tarde, ya cuando han recorrido casi toda su vida por ese camino, y se han convertido en el camino. No hubo algo único que me inspiró a crear este personaje. Yo quise contar una historia donde se pueda explorar la bondad y la maldad de todos. Conforme fui escribiendo la historia, el personaje de Sebastián se fue descubriendo de esa manera, fueron saliendo sus demonios, gatillados por esa sed de poder, que ni siquiera él mismo sabía que tenía, pero que claramente responden a traumas del pasado. Te pongo un ejemplo simple, que estoy seguro que la mayoría de nosotros hemos experimentado: Matamos hormigas todo el tiempo, sin darnos cuenta; pero, cuando la ves caminando por el piso y aún así la matas, ¿acaso no estás decidiendo quitarle la vida? Si aún así decides pisarla, ¿te da pena? o ¿acaso la vida de la hormiga no tiene valor? ¿Eso te hace malo? El ser humano es bien complejo, por eso Sebastián es complejo.

MIRA Claudia Salazar Jiménez: “El feminismo no es antihombre. Es antimachismo”

Siendo una novela corta abordas un largo tiempo y desfilan varios personajes que entran y salen de la historia. ¿Cómo fue el proceso de construcción?

-El proceso de construcción de toda la historia fue bastante natural. Me refiero a que la novela nació de lo del Mantaro, pero la historia no se trata sobre eso. Yo quería contar la historia del transformación moral y del descubrimiento personal del personaje principal, así nació Sebastián. En base a él, aparecieron todos los demás personajes. Como una persona real, se enamoró de alguien (Camila), y al hacerlo conoció a su familia (la familia Velarde) y se volvió parte de ellos como le ocurre a todas las personas. Claro, en ese momento entra la parte interesante, el lado oscuro de esa familia. No hubo un proceso de “construcción de los personajes”, sino que ellos mismos fueron adquiriendo voz propia de acuerdo a cómo iba avanzando la historia. No pensé en hacer que don Gerardo Velarde fuera un tipo encantador y muy culto, sino que, simplemente los diálogos que fui desarrollando, y las escenas, lo llevaron por ese camino. Y así con todos.

Hay una parte de la novela donde dices que nosotros mismos podemos ser nuestros propios depredadores. Me llamó mucho la atención esa frase porque es muy cierta...

- Claro, esa frase va muy bien para esta época en la que vivimos, ¿no? Estamos encerrados por un virus que probablemente ha llegado a nosotros debido a que cada vez le quitamos más tierra a la naturaleza y entramos en mayor contacto con la vida animal salvaje. También, guerras, asesinatos, secuestros. Nos matan por quitarnos un celular. Pero, la escribí refiriéndome a algo más específico: nosotros mismos somos los responsables de nuestro éxito y nuestro fracaso. Son nuestras propias decisiones las que nos llevarán por donde nos tengan que llevar hasta el final de nuestros días, y tenemos que hacernos responsables de eso. En la novela, las decisiones que toma Sebastián lo llevan por ese camino, él fue su propio depredador.

Camila surge como un amor a primera vista, como una curiosa coincidencia. Diría como algo que contemplas, se te instala en los ojos y en el corazón, y en el cuerpo, y ya no se va. ¿Crees en ese amor?

-El amor entre Camila y Sebastián es un amor que nació de chicos de colegio, un amor muy puro, la emoción de la primera vez que te enamoras. Y creo que el mismo hecho de que no hayan podido tenerse, hizo que esa emoción jamás desaparezca hasta que se volvieron a encontrar. Sí, claro, que creo en el amor a primera vista. Normalmente lo primero entra por los ojos, es un gusto de lo que uno ve. Luego conoces a la persona. Y ya después de pasar bastante tiempo juntos, realmente conoces a la persona. El enamoramiento es un proceso, pero como todo proceso tienen un paso 1, ese paso uno vendría a ser el amor a primera vista. Toda ficción viene de lo real, de las múltiples experiencias de cada autor y de su manera de hacer que estas experiencias enamoren a los ojos del lector.

Diez años después de mi muerte
Diez años después de mi muerte

EL MÉDICO QUE ESCRIBE NOVELAS Y TIENE UN GATO

Pablo E. Cermeño (Lima) tiene un gato. 'El Señor Gato con Botas" es su hijo, y lo despierta a las 3 de la mañana para comer. Cosas que los dueños de gatos entendemos a la perfección. Dice Pablo, y en eso también coincidimos que el gato le enseñó una nueva manera de amar. Lo encontró de dos meses en el motor de su auto, y como todo gato, es el gato el que adopta al amo. Así le pasó a él. Así me pasó a mí.

Pablo es médico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, un médico que escribe novelas (esta es la segunda que publica con Caja Negra), que tiene una novia llamada Sandra, y a su padre. “Ellos son mi hogar y mi felicidad”, dice.

-Trabajo como médico a la par que escribo. Mi proceso creativo es más o menos simple: Por allí se me ocurre una idea o veo algo que llama mi atención en la calle, en la televisión o en el cine. Puede ser una situación o alguien que me parece podría ser un personaje muy bueno. Por lo general tengo varias ideas y cosas como las que te comento, dándome vueltas en la cabeza. No me pongo a pensar en eso durante un horario en el día, sino que eso está allí, en mi mente, todo el tiempo. Y conforme más las pienso, van tomando forma y desarrollándose, hasta que se convierten en historias básicas. Las sigo pensando y así, una de ellas ocupa más parte de mi tiempo y es allí cuando siento que tengo que empezar a escribirla. Cuando la comienzo a escribir, ya tengo una idea de lo que quiero y de algunos personajes. Conforme avanza la historia, solo van desarrollándose más y más, volviéndose más complejos. Esa es la manera en la que nació esta segunda novela y en la que ha nacido la tercera que ya estoy escribiendo.

El médico que escribe novelas y tiene un gato quiere seguir escribiendo: Me gustaría que más personas pudieran conocer mis historias y llegar a ellas, quisiera poder hacerme un escritor conocido, que la gente espere mis nuevas novelas; pero, imagino que eso llegará por su propio peso, con el paso del tiempo. Estoy escribiendo también un guión piloto para convertir mi primera novela en una serie para televisión. Este proyecto lo estoy haciendo con una productora pequeña, vamos a ver por dónde va ese camino. La idea es contar mis historias también en el cine. Cuando escribo, lo hago de un modo muy visual, como si lo estuviera viendo en el cine". Y Pablo no exagera. Yo me leí la novela como si estuviera viendo una película. Bastó media noche, hasta sentí los disparos, y el miedo de Sebastián, y esa ira desmedida e injustificada frente al taxista.

➤ Puedes comprar el libro aquí

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Salud emocional con Claudia Tassara: Las emociones son los capitanes de nuestra vida
Salud emocional con Claudia Tassara: Las emociones son los capitanes de nuestra vida