Redacción PERÚ21

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autómata. 'Máquina dotada de un mecanismo que le permite moverse, en particular la que imita la figura y movimientos de un ser animado, normalmente humano'

Hugo Daniel Espinoza Huamaní (27) nació en Villa María del Triunfo, Lima, hace 27 años. Él estudió Pintura en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. Sin embargo, aparte de tomar su carrera con 'pinceladas' – por así decirlo – , ahora se abre camino en el mundo del arte gracias a los autómatas, unos juguetes de madera que él mismo elabora, y que distan mucho del concepto actual de juguete.

Su pasión por los autómatas no parece nueva, según cuenta. De niño, Hugo asegura que le gustaba destruir sus propios juguetes para conocer los mecanismos de los mismos. Posteriormente, los volvía armar. Si fracasaba, no se quedaba con las manos cruzadas: construía un nuevo aparato con otras piezas y mucha imaginación.

Pero, ¿qué es un autómata? "Son mecanismos antiguos que vienen de Grecia, Egipto, y que tratan de imitar el movimiento de los seres vivos y cuestiones naturales. En la antigüedad sirvieron como regalos para los reyes", dice Espinoza Huamaní, quien es conocido como 'El niño salvaje'.

No obstante, para que él llegara a construir autómatas antes ha tenido que estudiar y hacer de todo un poco. Al salir de la escuela, Hugo se metió a estudiar mecánica. Luego de dos años, empezó a trabajar en un taller, hasta que tomó la decisión de emprender nuevos retos.

A él también le interesaba la pintura y el dibujo, por ello, se matriculó en un instituto para aprender Diseño Gráfico. No obstante, antes, por un breve tiempo, en la zona industrial de Villa María del Triunfo se había dedicado a trabajar en una carpintería para conseguir dinero para vivir y pagarse sus estudios.

DE CÓMO REGRESÓ A LA PINTURA'El niño salvaje' se había apagado. La necesidad y sus trabajos habían hecho que se aleje del arte y la pintura, sus dos pasiones. Sin embargo, un voluntariado en una ONG le daría – quizás – una de sus mayores satisfacciones: ser profesor de Arte en Cusco.

La propuesta llegó a sus 20 años, cuando él dirigía el Taller de manualidades y creatividad en la ONG Deporte y Vida. Un día le dieron la propuesta, a las horas ya estaba tomando el vuelo para enseñar en la ciudad imperial.

"Es como que te liberas de tanta cosa en Lima, de tanta negatividad. Yo ya había hecho los talleres en Deporte y Vida", comenta. Según su punto de vista, los menores de ahora están involucrado en demasía con los dibujos animados o las figuras de la farándula televisiva. "Les dices dibuja… Y dibujan Dragon Ball", acota.

En cambio, su experiencia en Cusco es otra. "En Cusco te dibujan el paisaje, y se toman el tiempo de hacerlo. Los dibujos (que hacían los niños) eran alucinantes para el nivel de su edad, y el nivel de detalle (ni qué decir)", resalta.

Con el dinero que pudo ahorrar producto de su trabajo, y con la labor que hizo – que duró poco más de un año -, regresó a Lima y se pagó la 'pre' de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. Eso en el 2010.

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DINERO PARA SU CARRERAHugo ingresó a la Escuela. Y ahora que ya tenía lo que quería, tenía que luchar por mantenerse en ella. Para mantenerse y poder pagar sus materiales, 'El niño salvaje' tuvo que hacer de estibador, diseñador, hacer 'freelos', hacer gráficos para libros, y vender algunas de sus pinturas.

Incluso, él cuenta que a veces solo dormía dos horas para poder trabajar y estudiar a la vez, ya que en Bellas Artes las clases prácticas son los lunes, miércoles y viernes, y las teóricas los martes y jueves. Y, normalmente, duran todo el día.

La idea de hacer autómatas no se concreta sino hasta el cuarto año de Pintura en Bellas Artes. Tras cuatro años de pintar, Hugo comenta a Perú21 que en el quinto año los docentes ya te dejan "hacer lo que quieras".

la tortuga intelectual! amante del blues y los buenos libros! vuela lenta para poder observar con detalle todo a su alrededor… :)llévate una a casa, pedidos al inbox.Posted by on jueves, 28 de noviembre de 2013

Es decir, no haces – literal – lo que quieras; sino que te invitan a explorar otros mundos en donde puedas plasmar lo que has aprendido previamente. Es así como viendo videos, y juntando un poco de sus experiencias y aprendizajes pasados, Hugo construye su primer prototipo de juguete.

"Estos autómatas los empecé a hacer en cuarto año. Esto no me lo enseñaron acá (en la Escuela). Fue como un acumulado de todo", cuenta mientras muestra sus planos de construcción en una pequeña libreta y un prototipo de un arlequín que sale de una caja.

"Un día un amigo me dijo por qué no hacía un autómata", dice mientras recuerda que en una clase su maestro le llamó la atención por ver videos sobre cómo construir estos juguetes. "Agarré un cartón y lo empecé a cortar (…) con un alambre de construcción y con una palito y cinta masking tape… y funcionó", comenta.

El resto es historia. Cada vez mejoró su forma de hacer los autómatas. Se le ocurrió presentar su trabajo como proyecto final, y vio que durante la muestra las personas se quedaban enganchadas de su trabajo.

ogre king!!!!!!!!!!!! video provisionalPosted by on jueves, 30 de octubre de 2014

Y CÓMO LO HACEHugo Daniel, quien no está alejado de la pintura del todo, explica que para la elaboración de los juguetes usa su imaginación y diversos materiales como trupán, madera balsa, triplay de cedro, entre otros materiales.

El todo lo mide en su cabeza. Luego lo diseña en un programa, hace que todo encaje perfectamente, y manda a cortar su material con láser para que todo quede en su sitio.

"El juego y el arte es una cuestión básica en el hombre. Todo lo que la gente absorbe es mediante el juego", dice mientras mueve una de las palancas que hacen funcionar un caballo con alas.

Los temas que más inspiran a Hugo son lo simbólico, las imágenes y los animales. Y se identifica como 'El niño salvaje' porque "soy como un niño, si veo un perro o un gato, soy capaz de echarme con él y jugar", y porque "cuando trabajo en mi espacio actúo como un salvaje", es decir, sin formalidades.

Autómata inspirado en el Yawar Fiesta

TODOS TENEMOS UN NIÑO DENTRO"Todo el mundo tiene esa cuestión de niño, cuanto te sale tu niño te sale también tu lado salvaje", sostiene Hugo, quien piensa que es verdad que todos tenemos un niño dentro, y que no existe el arte sin memoria.

"No existiría el arte sin la memoria, sino serías un tipo vacío. Entonces, el ser humano se construye por sus recuerdos, por sus memorias, y eso es lo que hace del adulto un niño", comenta.

Con los autómatas Hugo busca revivir la infancia de los adultos, y que aprendan y enseñen a las nuevas generaciones a sentir lo que él llama "lo verdadero".

"Los niños y los adultos están en un simulacro, siempre. Ver esto (los autómatas) que es simple, es ver también arte, y no es necesario algo muy complejo o algo muy elaborado para ser feliz", sentencia.

DATOS

  • Puedes conocer más sobre los trabajos y obras de 'El niño salvaje' a través de su página de Facebook.

Por Chinn De La Cruz (adelacruz@peru21.com)

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