Natalie Vértiz: “En algún momento sí he sufrido de bullying, pero ahora soy una leona por dentro”

“Me sentía un poco el patito feo”, dice al recordar su niñez. La persona que la cuidaba le respondía: “Tú eres mi Miss Perú, mi cisne”. Y pensó que ser alta debía tener alguna ventaja. Alcanzó el 1.80 metros. Fue Miss Perú, es modelo y presentadora de televisión, y ahora organiza la sexta edición del concurso Model of the Year. La convocatoria a castings está abierta y dirigida a chicas entre 14 y 24 años. Los castings serán en Lima, Trujillo, Cusco y Arequipa. La ganadora viajará a Nueva York en busca de un contrato internacional. Más detalles en facebook.com/MTYPERU.

De padre chiclayano y madre cusqueña, también es madre de dos niños, el último de un año. “Si bien soy mamá de dos niños hermosos que para mí son todo, es importante poder repartir tu tiempo y poner prioridades con las cosas que quieres lograr. Un día puedo estar en el desfile de Carolina Herrera y al otro día, acá con mis hijos. Pero nada es perfecto”, me dice en una videollamada desde su casa.

Y es influencer y quiere ser actriz. Pero prefiere no ponerle título a nada. Es ella en toda su extensión. ¿Cómo es ser Natalie Vértiz? “Buena, compasiva, tolerante, me gusta ponerme en los zapatos de los demás. Y ser genuina es lo más importante”, se autorretrata.

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-Me dices que nada es perfecto. Pero muchos quizás consideren que tu vida es perfecta.

No existe la perfección, al igual que todos en esta vida, tengo mis altos y bajos, tengo mis preocupaciones, las cosas del día a día. Justamente, hace poco leí un post de una persona del mundo de la moda que compartía eso: la gente de afuera puede pensar que tienes una realidad perfecta. Es muy bonito lo de las redes sociales, la televisión y todo, pero a la vez hay que saber que sí hay seres humanos detrás de... Todo lo que tengo en esta vida, en cuanto al amor y la familia, es algo que debo agradecer siempre.

-¿Dónde están alojadas las imperfecciones, aquellas que tal vez no vemos?

No son momentos exactos. Es parte del día a día.

-¿Qué te incomoda de lo que pasa en el día a día?

Muchas cosas. Injusticias. Hoy lo más importante es la salud mental y por eso me tomo mis tiempos para estar con mi esposo, mis hijos, en el trabajo. Parte de vivir es también realizarte como persona. Amo mi rol de mamá, pero también amo el rol de Natalie Vértiz antes de ser mamá.

-Ahora impulsas La Modelo del Año, que me parece un nombre provocador porque suena a buscar la perfección.

En mis 31 años que acabo de cumplir, creo que la belleza no es algo que puedas describir con un par de palabras. Conforme pasan los años y evoluciona el mundo de la moda, hoy es mucho más inclusivo, hay mucha compasión. Antes solo salían modelos perfectas con las medidas perfectas. Y para mí, esa no es la belleza. Todos somos bellos en este mundo, depende de con qué ojos mires. En este año estamos buscando una chica que sí tenga claro lo que tiene y que pueda ser una fuente de luz para todos. Buscamos alguien no perfecta, pero que sí pueda transmitir todas estas emociones lindas.

-En la nota de prensa leí: “Se busca una chica real”. ¿Cómo es una chica real?

Una chica que no siempre la vas a ver perfecta, no siempre la vas a ver feliz. Una chica real es si está nerviosa, vas a sentir que está nerviosa; si está feliz, la vas a ver feliz.

-También se dice que evaluarán la actitud. ¿Cómo se mide ello?

Es alguien que, a pesar de las adversidades y de todo lo que pueda haber en su cabeza, aprende a controlar las emociones y sale a brillar. Hasta hoy muchas veces me siento insegura, pero al final del día decido que no voy a dejar que mis sentimientos se coman las ganas que tengo, y me presento así esté con miedo. La actitud es no dejarte llevar por lo que estás sintiendo por dentro, sino, más bien, salir adelante.

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-¿A qué le tienes miedo?

A muchas cosas. No sé, miedo al fracaso.

-¿Ha sido difícil que ingreses al mundo de la moda?

En mi infancia sí he vivido eso de ser la niña gordita, que de repente “ay, me van a mirar”, además de ser sumamente alta. En algún momento, sí he sufrido de bullying de chiquita, y de hecho eso se queda con uno. Por eso, la actitud es presentarte a un casting, incluso con esas inseguridades. El modelaje me ha servido para sacar mi lado más bonito, cómo apagar esas inseguridades.

-¿Qué te decían de niña?

En algún momento me dijeron algo así como jirafa. Igual, siempre he tenido amor en mi casa, pero los niños pueden ser muy crueles.

-¿Ingresas al mundo de la moda como una suerte de revancha?

Tal vez para probarme a mí misma que sí soy capaz de conseguir lo que yo quiero. Empecé con dos realitys en Estados Unidos, pero en el Miss Perú cambió mi mentalidad, porque sí me sentía capaz. Cuando cambias ese chip del “no, qué van a pensar”, “mejor no me presento”, que fue lo que pasó en el Miss Perú, finalmente, a pesar de que había personas más conocidas que yo, pude ganar la corona y fue como el inicio de toda mi carrera y el inicio de poder creer en mí.

-¿Cuando te fastidiaban de niña, cómo respondías?

Creo que ni respondía. He sido sensible y probablemente me ponía a llorar. Pero esos episodios me han servido para seguir para adelante, conseguir lo que quiero y transmitirles eso a mis hijos, esa seguridad que la aprendes solo, en el camino.

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-Si me molestaban en el colegio, a veces me costaba responder.

Yo también me he sentido poco capaz de responder, pero ahora soy una leona por dentro, pero eso lo consigues con el tiempo. Por eso hago este concurso con mi socia (Stephanie Schiller), nos gusta sentir que el modelaje puede transformar vidas.

-Los críticos podrían decir que se trata de concursos frívolos y anacrónicos. Que quizás refuerzan estereotipos que afectan a otras personas que tal vez no encajan en ellos.

Creo que eso va más enfocado para un Miss Universo, donde se muestra una belleza inalcanzable. Pero nosotras nos enfocamos en darles oportunidad a otras niñas a cumplir sus sueños. No buscamos la perfección ni la cara más linda.

-Naciste en Estados Unidos y viviste allá hasta los 20 años. ¿Por qué venir al Perú si capaz podías hacer una carrera en el epicentro de la moda?

Era parte de mi destino, de lo que tenía que hacer en esta vida. Viví en Nueva York también, pero no me sentía muy cómoda. Necesito tener a mi familia cerca, capaz no era mi momento de quedarme y no descarto la posibilidad de vivir allá. Pero no me arrepiento de nada.

AUTOFICHA:

- “Soy Natalie Dayane Vértiz Gonzales. Tengo 31 años. Nací en Florida, Estados Unidos. A Perú vine a los 4 años. Cosas de la vida, mi abuela se había ido a Estados Unidos con mi mamá y, finalmente, las tres hermanas nacimos allá”.

- “Mi padre es de Chiclayo y mi mamá de Cusco. Acabé el colegio y me dediqué a trabajar. He trabajado en restaurantes, en miles de cosas, pero finalmente hice varios cursos para perfeccionarme como conductora de TV y mil cosas más”.

- “También me metí a cursos de actuación y me gustaría actuar. Estoy en Estás en todas (América TV), los sábados, y trabajo como influencer en mis redes sociales. Tengo mi salón de belleza que se llama V Studio y estamos en Lima y Chiclayo, pronto en Arequipa”.

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