Una payasita vagabunda, que duerme gran parte del día, despierta para compartir en una hora sus angustias. Está preocupada, como muchos de nosotros, por salud, dinero, amor, comida, seguridad, sexo y la soledad. Pese a que no tiene un solo céntimo y vive en la calle, ella es feliz. Y en '' nos enseñará a aceptar, reír y convivir con nuestros monstruos internos.

Esta es la premisa del monólogo protagonizado por Fiorella Kollmann y dirigido por Paloma Reyes. Obra que cumple una década en distintos escenarios del mundo y que se presenta en el CCPUCP.

La puesta en escena es dirigida por Paloma Reyes de Sá (Freddy Onaja).
La puesta en escena es dirigida por Paloma Reyes de Sá (Freddy Onaja).

IMPERFECTOS Y FELICES
La puesta en escena busca que el público encuentre un sentido de aceptación sobre sus propios problemas y obsesiones. Y plantea que este proceso empieza al reconocernos como seres imperfectos.

“La liberación llega cuando primero aceptas quién eres y luego haciendo las paces con tus defectos, locuras y obsesiones. Cuando te conoces y aceptas, tienes más control de tus monstruos y sabes cuándo usarlos”, nos explica Fiorella Kollmann.

La estética del personaje nos recuerda a la vestimenta del vagabundo de Charlie Chaplin (Freddy Onaja).
La estética del personaje nos recuerda a la vestimenta del vagabundo de Charlie Chaplin (Freddy Onaja).

Con pocos diálogos, humor físico y una estética que en principio nos remite a la pobreza, el personaje tiene la esencia callejera y es digno del pequeño vagabundo de Charlie Chaplin. Kollmann, con una nariz que no es roja, acude a las técnicas del claun. “La representación del claun permite confrontarte contigo mismo haciendo una versión caricaturizada, ridícula, absurda y torpe de ti. Y al mostrarlo, el público se identifica”, precisa y subraya que un payaso perfecto es una persona aburrida.

Como si fuera una terapia, 'Mi querida neurosis' promete momentos de reflexión y divertirnos con nuestros errores y caídas. No para ser señalados o burlados, sino para perdernos en la risa infinita.