Marta Sanz señala sobre el amor romántico que debe ser visto críticamente. "Tiene de vampirismo, relación de poder, anulación del otro, sadomasoquismo", expresa (Luis Centuríon/Perú21).
Marta Sanz señala sobre el amor romántico que debe ser visto críticamente. "Tiene de vampirismo, relación de poder, anulación del otro, sadomasoquismo", expresa (Luis Centuríon/Perú21).

Marta Sanz (Madrid, 1967) escribe desde su propia vida y la experiencia de su cuerpo. Con ello, su relato autobiográfico contiene la experiencia contemporánea de ser mujer y una visión particular del amor, el miedo y la literatura. La entrevistamos a su llegada a la Feria del Libro de Lima.

Tu último libro, autobiográfico, nace con un dolor que se hace social, económico.
En un vuelo experimento un dolor que no había sentido, y me hago consciente de los miedos de una mujer de mi edad: a enfermar, envejecer.

Y retrata la crisis de España.
Lo personal es político. El cuerpo es el lugar donde se quedan reflejadas nuestras historias. Mi marido está en el paro, y yo cargo el peso de mi casa.

¿Un escritor se autoexplota?
Soy una escritora autónoma autoexplotada. Los trabajadores culturales damos una imagen de glamour, pero nuestra cotidianidad es pagar facturas.

Y, como cuentas, a veces recibes 300 euros, otras 7,000.
Debo hacer trabajos mal pagados para vivir. A veces no llego a fin de mes. Quería reflejar la precariedad de un oficio aparentemente privilegiado.

Abordas el tema de la menopausia. ¿Se debe tratar más?
Se trata poco. Los grandes temas se asocian a intereses de escritores varones. Las escritoras damos prestigio literario a temas que parecía que solo tenían que interesarnos a nosotras y los universalizamos.

"Los trabajadores culturales damos una imagen de glamour pero nuestra cotidianidad es pagar facturas", expresa la escritora (Luis Centurión/Perú21).
"Los trabajadores culturales damos una imagen de glamour pero nuestra cotidianidad es pagar facturas", expresa la escritora (Luis Centurión/Perú21).

Es un libro feminista ya que habla de la mujer con sus males, su estreñimiento.
No se retrata el cuerpo femenino en su fotogenia, esplendor, sino el cuerpo real, que refleja el exceso o falta de trabajo.

¿La literatura debe combatir la idealización de la mujer?
Idealizar lleva a la objetualización, y los objetos se tiran. La mujer en la literatura debe dejar de ser musa y ser sujeto y artífice de sus historias. Retrato mujeres de carne y hueso.

La idealización es peligrosa.
Para nosotras. La mujer joya o mujer inalcanzable se convierte en objeto, y al tener comportamientos reales, no responde a esas expectativas.

'Clavícula' es una novela autobiográfica sobre el dolor corporal y su relación con dificultades sociales y económicas (Difusión).
'Clavícula' es una novela autobiográfica sobre el dolor corporal y su relación con dificultades sociales y económicas (Difusión).

Y el feminicidio aumenta en Latinoamérica y España.
Tiene que ver con ese amor posesivo: “La maté porque era mía”. Además, la mujer conquista terreno y el hombre injustamente se siente relegado.

Con ello, debemos cuestionar el amor romántico.
Debemos verlo críticamente. Tiene de vampirismo, relación de poder, anulación del otro, sadomasoquismo. Busco en mis libros un amor solidario.

¿En España se invisibiliza a las escritoras mujeres?
Es una ingenuidad pensar que estamos en las mismas condiciones. La literatura no es un territorio aparte de la realidad.

En un proyecto para acercar a los autores al público, un joven te pidió que escribas una carta a su novia para decirle que tiene VIH.
Fue de lo más difícil que he escrito. Intenté hacer la carta más exacta, amorosa y amable. Empaticé y reforzó la idea de que la palabra escrita vale.

¿La literatura es poner palabras al dolor?
Sí, y cuando lo visibilizas, es el primer paso para aliviarlo.