"Escribir es crear plataformas para que el lector erija su obra",expresa Mario Bellatin (Piko Tamashiro/Perú21).
"Escribir es crear plataformas para que el lector erija su obra",expresa Mario Bellatin (Piko Tamashiro/Perú21).

(México D.F., 1960) es alérgico a la humedad y a recordar su niñez y parte de su juventud en Lima, adonde llega como invitado de la Feria Internacional del Libro. Buscando quebrar paradigmas, escribe un libro que reformula toda su obra. Conversamos con él.

Estos días nos toca lamentar la muerte del poeta Enrique Verástegui.
Su poesía era muy buena y vivía la escritura como sacerdocio. Yo busco eso, pero no sé si lo halle a ese nivel.

A inicios de año declaraste: “Quisiera dejar de escribir”.
No voy a dejar de escribir nunca. Lo que quise decir es que quisiera dejar de publicar, escapar de la industria editorial, no hay lugar que busque una alternativa real. El monopolio en la literatura es nefasto. Se pierde el concepto de literatura como arte.

¿Cómo se perdió?
Por mucho tiempo, la literatura fue un vehículo para escuchar una voz disidente.

"A esa (clasificación) y todas. La clasificación siempre mata, es un epitafio", declara Bellatin (Piko Tamashiro/Perú21).
"A esa (clasificación) y todas. La clasificación siempre mata, es un epitafio", declara Bellatin (Piko Tamashiro/Perú21).

¿Ahora quién es responsable?
Las redes sociales. En medio de su ruido, hay otras voces. Puedo grabar, hablar. Es una tontería que la literatura compita con medios más eficaces para reflejar la realidad. No confío en ellas como fin, sino como medio. No pondría un libro mío en redes.

¿Por qué no?
La palabra es algo muy antiguo, tiene un peso grande, y el medio es muy flexible, poroso, fangoso. En unos años, las plataformas serán móviles, no sabemos qué pasará.

Además, dejarías de publicar si sale bien tu actual proyecto.
Escribo el 'Libro de Orígenes', con el universo que ya creé, con personajes de mis más de 30 libros, pero con nuevos detalles, otros puntos de vista. Sería el libro de los libros. Si sale bien, que no va a salir bien, no tendría sentido seguir publicando. El personaje de 'Salón de belleza' sería un refugiado en América, pero no se sabe si es personaje o escritor o la invención de otro.

Seguirás retando al lector.
Escribir es crear plataformas para que el lector erija su obra. La literatura es el camino de la no certeza, de lo inasible.

Tu obra ha sido comparada con el cine de David Lynch.
Es un gran director, pero es una comparación fácil.

Te resistes a la categorización.
A esa y todas. La clasificación siempre mata, es un epitafio.

Lima te trae malos recuerdos.
Ya olvidé hasta los buenos. La alergia me quiere hacer recordar, pero no lo logrará.

Por mucho tiempo usaste prótesis para tu brazo derecho. ¿Lima como sociedad te obligó a usarlas?
Fue la época. Tras la Segunda Guerra Mundial, la ortopedia entró en auge. No había descubierto que las prótesis eran para quienes sufren accidentes, no para mí. Yo nací así (sin antebrazo derecho).

"Lo religioso es el horror, la guerra, que vemos cotidianamente con el islam, el catolicismo. El misticismo está por encima de eso, es la base", declara el escritor (Piko Tamashiro/Perú21).
"Lo religioso es el horror, la guerra, que vemos cotidianamente con el islam, el catolicismo. El misticismo está por encima de eso, es la base", declara el escritor (Piko Tamashiro/Perú21).

Desarrollaste dependencia emocional de las prótesis.
Llegó al colmo cuando compré una máquina tipo Robocop que casi me mata. Cuando me deshice de ella, apareció el vacío simbólico.

Y te acercas más al arte.
El arte ayudó a curarme. Arte y ortopedia comparten esa idea de lo único. Las personas perfectas son todas iguales. Los imperfectos lo son cada uno a su manera.

Dentro del islam, eres cultor del sufismo, rama mística.
Lo religioso es el horror, la guerra, que vemos cotidianamente con el islam, el catolicismo. El misticismo está por encima de eso, es la base.

La violencia prevalece.
Los sucesos de Trump, incluso el salvajismo del pensamiento fascista demuestra que la violencia no se fue. No acabó una etapa y empezó otra. Siempre estuvo.

Datos: 
Bellatin vivió en Lima desde niño. Estudió Teología en el seminario Santo Toribio de Mogrovejo y Comunicaciones en la U. de Lima; luego, Cine en Cuba. Ganó el Premio Mazatlán.

Estará en la mesa que presentará Y por mirarlo todo, nada veía, de Margo Glantz. Este jueves, 5 p.m.