El Jardín de Angélica es un espacio que tengo en Barranco en honor a mi abuela María Angélica. Yo heredé su nombre. Este jardín es una escuela holística que revalora las terapias ancestrales para el equilibrio del ser. Mi camino en la vida es ese. Seguir conectada con el maravilloso poder terapéutico de la vida de nuestros antepasados en estos tiempos modernos. Hay civilizaciones que han tenido conocimientos muchísimo más profundos sobre salud, bienestar, armonía, ecología y temas afines. Y si nosotros no recordamos, compilamos y difundimos esta sabiduría ancestral, los tiempos modernos nos van a sobrepasar. Somos espíritus viviendo una experiencia humana, que es todo lo material: el placer, la angustia, la depresión, la ansiedad. ¿Cómo hacer para vivir en esta experiencia humana, desarrollándonos espiritualmente y en paz, armonía y abundancia? Esa es mi búsqueda personal. Y en esa búsqueda hago terapias para que otras personas encuentren más paz, bienestar y armonía en su existencia. Y como además soy formada académicamente como actriz, me lanzo a rehacerme como gestora cultural, artista y narradora oral…