Escritora colombiana Margarita García Robayo en La Independiente. (Foto: César Campos).
Escritora colombiana Margarita García Robayo en La Independiente. (Foto: César Campos).

Para ella, el mar es un charco de agua infinito, un misterio aburrido, un monstruo de olas voraces y baba rabiosa. Como un pariente lejano y cercano. Una alegoría de la territorialidad; de la atracción y rechazo de lo propio, de la familia. “Esa cosa que no sabes definir bien si odias o amas”, nos dice Margarita García Robayo (Colombia, 1980), autora de Primera persona (Pesopluma), obra que presentó el sábado pasado en la feria del libro , que se realiza en el Ministerio de Cultura.

Texto que reúne siete relatos que parten de lo autobiográfico y son edificados desde la ficción, y cuya unidad es existencialista: la maternidad, la exploración sexual, la infancia, las mudanzas, los viajes.

“Son un ejercicio reflexivo de divagación inconducente. Pero que finalmente conducen a seguir preguntando cosas. En la literatura no me interesa contestar respuestas, obtener certezas o que me expliquen las cosas. Me interesa la literatura que se pregunta todo el tiempo”, explica la escritora colombiana.

Así, ella elige el camino narrativo de lo que está contenido, de la posibilidad de imaginarlo. Solo nos muestra la punta del iceberg.

Primera persona
Primera persona

MAPA EMOCIONAL
García pertenece al grupo de escritoras que nunca pensó ser una. Estudió para abogada y periodista, pero la literatura se impuso cuando tenía 25 años, en Buenos Aires, donde radica. Las batallas en el desierto del mexicano José Emilio Pacheco es su libro “fundante”. Entregada así a la novela corta, al texto breve.

En el mapa que propone Primera persona hallamos una temática recurrente en los autores contemporáneos: los padres. ¿Por qué? “Es cierto. Es una conversación que he tenido con colegas últimamente: esta necesidad de desmitificar el paradigma de la paternidad. Prestigia basurear a los padres. Quienes eventualmente experimentamos la maternidad empezamos a ver con otros ojos lo que fuimos”, ensaya. También hay un guiño crítico a las redes sociales, donde se libran batallas inútiles. “Son como una pared de baño. Un depósito para decir las cosas sin responsabilidad”, sentencia.

La autora colombiana pone la lupa en historias mínimas, donde prevalecen las rarezas, en la periferia de territorios habitados por las personas normales. Narra “los pequeños secretos de uno mismo”.

TENGA EN CUENTA:
-García Robayo publicó el año pasado la novela Tiempo muerto. Su libro de cuentos Cosas peores recibió el premio literario Casa de las Américas 2014.

-Primera persona está en La Independiente, que va hasta el domingo, en la Sala Kuélap del Ministerio de Cultura (Av. Javier Prado Este 2465, San Borja). De 3 p.m. a 10 p.m. Ingreso libre.