Manolo Rojas: "A todo hay que ponerle humor, lograr una risa”

“Aprendí a ser disciplinado y lo tengo como una norma. Sé en qué momento puedo salir y divertirme y en qué momento trabajar. Otro factor (para el éxito) es el criterio, saber cuándo decir las cosas, dónde decirlas y cómo decirlas”, señala el cómico huaralino.
"El ‘Ronco’ Gámez se atrevió a llevarnos a cuatro comediantes de la calle a la TV. Nos miraban con cara de ‘de dónde salieron, qué formación tienen’”, declara el cómico (Alessandro Currarino/Perú21).

Iba al o con zapatos que tenían huecos, los que eran tapados por pedazos de cartón. No tenía libros, había que prestarse. Hubo recreos en los que la lonchera estaba vacía. Hoy su hijo está por terminar Negocios Internacionales, aunque se está animando por la comedia, y su hija estudia Estomatología. Los contrastes de la vida.

En el colegio cantaba “La vaca lechera” y así salvaba sus notas. Pero empezó en el circo Las Águilas Humanas, que venía de la selva y pasaba por Huaral. La carpa estaba hecha leña. “Será vieja la carpa, pero los huecos son nuevos”, me dice y dibuja una risa. Tenía 16 años. Del circo pasó a la calle. “Yo quería aprender el humor de la calle, con maestros como ‘Tripa’”, confiesa quien entonces ya imitaba al ‘Broder Pablo’.

Manolo Rojas lleva tres décadas sobre los escenarios y los últimos cinco años como parte de Los Chistosos, que celebran 26 años este 4 y 11 de mayo, en el Centro de Convenciones Carrión. Hay razones para celebrar, aunque el pesar por la partida de su padre, en 2018, aún lo aqueja. “Es terrible, no se lo deseo a nadie. Pensé que nunca me iba a pasar”, dice con voz cansada y afirma que la soledad es dura.

Después de que le hicieron las fotografías de rigor, le pregunto dónde prefiere que sea la entrevista: en las oficinas de RPP o acá en la calle. Eligió lo segundo y nos sentamos en una banca del parque que está detrás de la radio, y mientras hacemos un repaso por su historia en la comicidad peruana, reparte saludos a los transeúntes que lo reconocen.

¿Qué te tocó vivir en tu paso por la calle?
Trabajé en todo el sur: Chincha, Ica, Pisco, Nasca, Marcona, Arequipa. Trabajaba con Cachay, Willy Hurtado y Nicho Ortiz. Salíamos en la noche y hacíamos tres mangas (pasadas) y una más, que era ‘La teletón’. También trabajé con ‘Tripa’. Como él estaba en la plaza San Martín, era muy pegado al pensamiento de Mariátegui, de izquierda, porque ahí se daban debates candentes. En cambio, yo vengo de familia aprista. Y siempre discutíamos. Pero igual trabajamos juntos y nos metían presos por hacer teatro en la calle. Un día le propuse ir a mi tierra. “En Huaral soy Dios, allá no nos pasará nada”, le aseguré. Fuimos, en la noche salimos, armé el ruedo y me fui al baño. Al regreso, se habían llevado preso a ‘Tripa’. Fui por él y terminé preso también. “Primera vez que caigo en cana con Dios”, me dijo (risas).

“De mis buenas intenciones (en la política) no me arrepiento. De todo se aprende. No quería comprometerme con nadie, por eso invertí mi dinero", dice Manolo Rojas (Alessandro Currarino/Perú21).

Y diste el salto a la radio, con el ‘Ronco’ Gámez. ¿La radio es parte de tu esencia?
Pero de ahí el ‘Ronco’ se atrevió a llevarnos a cuatro comediantes de la calle a la TV. Fue la primera vez que estuvimos delante de actores. Nos miraban con cara de “estos de dónde salieron, qué formación tienen”. El ‘Ronco’ creía en nosotros, hasta ahora.

Me atrevería a decir que de la generación que empezó contigo en la calle, eres el que ha llegado más lejos. ¿Por qué crees que pasó eso?
Aprendí a ser disciplinado y lo tengo como una norma. Sé en qué momento puedo salir y divertirme y en qué momento trabajar. Otro factor es el criterio, saber cuándo decir las cosas, dónde decirlas y cómo decirlas. Tampoco se trata de ser condescendiente.

¿El humorista político no debe incomodar?
Yo siempre he tratado de no hincar mucho ni meter el dedo en la llaga. He buscado el lado cómico, más que el lado político. Es mi estilo. Por ejemplo, Jorgito del Castillo casi dejó de ser político para convertirse en un personaje.

Hablando de personajes, ¿dirías que la imitación del padre Pablo fue la que te encumbró?
Lo conocí por un periodista que se le ocurrió vestirme del hermano Pablo y darle una sorpresa en el hotel Sheraton. Me hospedaron en el cuarto piso a la espera de que salga. Salió de su habitación con seis pastores, y salí para sorprenderlo. Me miró y me dijo: “Oiga, usted es el ‘Broder Pablo’”. Los pastores me miraban asados, porque también se decía que yo me burlaba de ellos. Él sabía toda mi vida y me agradeció. “Me alegro de verlo y haré una oración en su nombre”, dijo. Todos los pastores pusieron sus manos en mi cabeza (risas), y comenzaron a orar. Fue la imitación que me abrió la puerta en todo.

"También trabajé con ‘Tripa’. Como él estaba en la plaza San Martín, era muy pegado al pensamiento de Mariátegui, de izquierda, porque ahí se daban debates candentes", expresa Rojas (Alessandro Currarino/Perú21).

También entraste en política. ¿Te arrepientes?
De mis buenas intenciones no me arrepiento. De todo se aprende. No quería comprometerme con nadie, por eso invertí mi dinero.

¿Es cierto que gastaste 100 mil dólares?
Sí. Era la plata de todo lo que había ahorrado en América TV y los lugares donde trabajaba. Mi señora me quería matar.

¿Por qué no ganaste?
La primera vez yo creo que gané. Conocí a Huamán Azcurra (hombre de confianza de Montesinos). Me dio a entender que yo había ganado, pero se lo llevó un candidato que antes le había dado la llave de la ciudad a Blanca Nélida Colán, había hecho almuerzos con Yoshiyama y Espichán.

¿Huamán Azcurra no pretendió usarte para sus objetivos?
Yo no sabía quién era realmente. De repente, vi en una nota periodística que era el segundo hombre de Montesinos y me quedé frío. Quería que grabáramos un comercial. Siempre se te acercan millonarios que hasta narcos pueden ser, pero nunca aceptaba sus ofrecimientos.

¿Volverías a postular a la alcaldía de Huaral?
No sé, hace mucho daño. Se meten en tu vida, con tu familia.

"Yo siempre he tratado de no hincar mucho ni meter el dedo en la llaga. He buscado el lado cómico, más que el lado político. Es mi estilo", manifiesta Manolo Rojas (Alessandro Currarino/Perú21).

Fuiste el último en incorporarse a Los Chistosos. ¿Qué representan para el humor en el Perú?
La noticia con humor, es la voz del pueblo y a favor de él.

¿Y Manolo Rojas qué es para el humor en el Perú?
Fruto de la constancia, disciplina y mucho criterio.

Autoficha:
- "Soy Víctor Manuel Rojas Ibáñez. Manolo Rojas me puso el ‘Ronco’. Tengo ya casi 57 años. Soy signo escorpio, de Huaral, toda la vida. Pero también quiero a Cañete, mi mamá está por allá. Ella tiene 68 años. Mi viejo era radiotécnico y me hizo estudiar en la Gamor, pero no llegué a terminar”.

- “Tengo tres discos de chistes. Me encanta componer canciones, algunas han sido interpretadas por otras voces, como las del grupo Euforia. La canción se llama ‘Corazón necio’. Mi sueño fue trabajar en una radio de Lima, en Huaral escuchaba Onda Popular y Radio Inca”.

- “En la radio también hice 'Lo bueno, lo malo y lo feo' y 'Los magníficos de la noticia'. Hoy, además de 'Los Chistosos', estoy en 'El reventonazo de la Chola' (América TV). Tengo pendiente hacer teatro. Quiero realizar cosas empresarialmente; de repente poner mi restaurante campestre, y escribir un libro”.

Relacionadas

Fiorella de Ferrari: "Mostremos la belleza y complejidad del autismo”

Jorge Quispe, matemático: "El problema es que los profesores no inspiran"

Rebeca Ralli: "Yuyachkani es un grupo pluricultural, igual que el Perú”

Mónica Gómez León: "Respetar la naturaleza es un lenguaje de vida”

Guillermo Rossini: "Comencé a imitar cuando acá no existían imitadores"

Johanna Contreras: "Necesitamos más personas que crean en cosas imposibles"

René Gastelumendi: "Con la literatura tengo las mismas dudas y certezas”

Martha Palacios: "Cocino con cariño y no para ser la mejor”

Movida21: Grupo Pax de Iquitos llega a Netflix

Cristina Sánchez: "Si en el Congreso hay acoso, afuera es peor”

Tags Relacionados:

Más en Cultura

Salman Rushdie presenta ‘Cuchillo’ en Madrid: “El fanatismo excluye el humor”

“Noches de bohemia en Lima”, una crónica de Fernando Ampuero

Sastrería Martínez: Cócteles a la medida

Ely Yutronic: “Las mujeres tenemos que apoyarnos y respetarnos”

Patricia Frayssinet: “Yo no pierdo la ilusión nunca; es tan bonito comenzar”

Andrea Echeverri: “‘El dorado’ es un disco lleno de ingenuidad y de genialidad” | Movida21

Siguiente artículo