‘La mujer espada’: Obra teatral se presenta en formato virtual

Natalí, Renato e Ysabel cuentan a Perú21 que todos sus eventos se habían cancelado, así que - luego de extensas conversaciones llegaron a la conclusión de que a través de su movimiento cultural ofrecerían los servicios de radio teatro y teatro digital.

Lo primero que hicieron fue seleccionar el repertorio de las obras que irían adaptando al terreno virtual y desarrollando en cada una de sus temporadas. Iniciaron esta aventura con Pequeños Héroes, del dramaturgo Alfonso Santistevan, al quien los tres admiraban desde siempre. Con La mujer espada pasó algo similar, Mariana de Althaus, les parece una escritora prolija y constante.

En la obra virtual, que se estrenó este fin de semana y que se presentará cada viernes hasta el 6 de noviembre por YouTube Live, Ysabel se mete en la piel a Ana, una joven independiente, distraída, creativa, amante de la literatura, a la que también le gusta el alcohol y fumar, pero a la vez es muy frágil, y esta fragilidad llega a su máximo nivel con el abandono de su esposo, una suegra insoportable y un embarazo inesperado.

“Las personas tenemos un estereotipo de lo que es una madre y para mí, que aún no lo soy, hacer este personaje significó averiguar cómo son los síntomas de un embarazo, los cambios en el cuerpo y las renuncias que debe hacer una mujer para asumir esta responsabilidad”, dice Ysabel.

Natalí interpreta a Luisa, la típica suegra machista, metiche y difícil de llevar. Y Renato se convierte en Antonio, un joven que se toma la vida con más calma y que se vuelve el principal soporte emocional para Ana, la protagonista de la historia. Los tres personajes forman una especie de familia, pese a los conflictos que se van presentando en cada escena.

“La obra habla de la maternidad y los sueños de una mujer, porque Ana, el personaje principal debe decidir entre sus sueños de ser escritora y ser madre. El aborto se aborda de una manera muy sutil”, señala Renato.

El colectivo contrató para esta obra al director de teatro Manuel Trujillo y renovó su servicio de transmisiones de la mano de Morris Zubiate.

Natalí, Ysabel y Renato cuentan que - a diferencia del teatro convencional- la dificultad técnica más frecuente es la conectividad.

“Si la velocidad de internet cae, cae todo, en un primer momento eso me angustiaba. Una vez se me fue el internet por tres minutos”, cuenta Renato.

A Natalí se le fue la luz en plena función e Ysabel tomó las riendas y culminó la obra con voz en off. Estas situaciones les ponen la piel de gallina, pero la adrenalina los ayuda a que las cosas fluyan con más naturalidad.

Renato comenta que detrás de las bambalinas ha surgido la interrogante sobre que si lo que hacen es realmente teatro. “¿Qué nombre podríamos ponerle? Para mí sí es teatro, porque el trasfondo es el mismo”.