Khipu colonial (s. XVII) procedente del valle del Santa, Áncash. Colección Radicati de Quipus. Fundación Temple Radicati UNMSN. Es uno de los 68 khipus expuesto en el Museo de Arte de Lima. (Fotografía: Daniel Giannoni)
Khipu colonial (s. XVII) procedente del valle del Santa, Áncash. Colección Radicati de Quipus. Fundación Temple Radicati UNMSN. Es uno de los 68 khipus expuesto en el Museo de Arte de Lima. (Fotografía: Daniel Giannoni)

Después de tres años de una investigación liderada por Cecilia Pardo, curadora de la muestra Khipus, Nuestra historia en nudos, ya se tiene en exhibición 68 tesoros armados con lana y algodón cuyo lenguaje secreto está siendo decodificado.

Se trata de una muestra ambiciosa que congrega parte de colecciones estatales, privadas y de la Colección Radicati. El público que —con los cuidados necesarios ante las limitaciones de la pandemia del — pueda volver al Museo de Arte de Lima, recientemente abierto, se sorprenderá al descubrir información poco conocida de los khipus.

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El arqueólogo Julio Rucabado, parte del equipo curatorial de esta muestra, explica que los khipus presentados pertenecen a diferentes momentos de nuestra historia, que van desde el periodo Wari (600-1000 d.C.), el periodo imperial Inca, la colonia, la república y hasta el siglo XX, con algunos que siguen siendo utilizados en nuestros días.

Khipu colonial (s. XVI-XVIII). Colección Radicati de Quipus. Fundación Temple Radicati UNMSN. (Fotografía: Daniel Giannoni)
Khipu colonial (s. XVI-XVIII). Colección Radicati de Quipus. Fundación Temple Radicati UNMSN. (Fotografía: Daniel Giannoni)

Memoria viva

Pero más allá de los nudos y cuerdas o de la impresionante belleza de su memoria, Rucabado destaca la importancia del conocimiento de los atributos —cargados de significados— en cada uno de los khipus. La elección de la materia prima (lana de camélido, algodón o ambos) o evidenciar que los Wari usaban un solo tipo de nudo mientras los incas tres, son datos valiosos que podemos agregar a los ya conocidos. Destaca también el color de las cuerdas, las tonalidades, la posición de los nudos que indican los valores anotados (en caso de los khipus numéricos) o el significado de los espacios entre cada nudo.

Además de su función contable o numérica, en esta exposición se resalta también el valor narrativo de estos registros o ‘textos’ portátiles.

Rucabado explica que con la llegada de los españoles estos “dieron cuenta de que aparentemente los incas estaban guardando una serie de datos históricos, genealogías, recuerdos de guerras, sucesos e información con carácter narrativo que se estaba anotando en khipus”.

Pieza sincrética

Entre las piezas más resaltantes está la tabla khipu, un objeto de madera cubierto por un papel que lleva anotado con tinta una lista de los nombres de los comuneros que pertenecieron al pueblo de San Francisco de Mangas en el XIX. Esta tabla tiene más de 200 huecos, dentro de los cuales todavía pasan cuerdas de colores con nudos. “Se piensa que cada comunero tenía una cuerda y en ella se anotaba algún tipo de cumplimiento o incumplimiento de alguna tarea”, comenta Rucabado. Destaca también el carácter sincrético de esta pieza muy particular que llega a Lima tras una dedicada gestión del MALI y que podrá ser visitada hasta abril del próximo año.

Imagen de la  tabla khipu en donde se encuentra el padrón de las personas del pueblo de Mangas. (Cortesía: Sabine Hyland)
Imagen de la tabla khipu en donde se encuentra el padrón de las personas del pueblo de Mangas. (Cortesía: Sabine Hyland)

Más información

  • La muestra va hasta el 25 de abril de 2021. La atención en el MALI es martes (gratis), jueves y sábado, solo en las salas de exhibición temporal del primer piso.
  • La exposición cierra con una selección de obras de Jorge Eduardo Eielson y Cecilia Vicuña.
  • Entradas a la venta en Joinnus.

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