Crítico, inteligente, preciso, con calle, exigente y divertido, el catedrático y psicoanalista Julio Hevia (1953-2018) dejó un gran vacío con su temprano e inesperado fallecimiento, en junio del año pasado. Pero también nos dejó algo que para muchos es una grata sorpresa: dibujos y collages que desarrolló casi clandestinamente. Apasionado por la filosofía, la palabra, el fútbol y el cine, también tuvo una faceta artística que solo su círculo íntimo disfrutó.

El arte de Hevia se presenta en la exposición póstuma La otra mirada del jugador, en el Icpna de Miraflores. Se exhiben 50 trabajos, que representan la mitad de su obra.

LENGUAJES DEL ARTE
La colección es una muestra de la constante exploración y evolución que marcaron su camino por el arte.

Asimismo, es posible identificar algunas fases en su obra, como su paso inicial por el figurativismo, que corresponde a su etapa adolescente. Le suceden una constante construcción de universos, paisajes e ideas que transitan por lo futurista, en concordancia con su mirada posmoderna. Finalmente, la creación artística de Hevia propone reflexión y análisis, explica el curador de la muestra Eduardo Tokeshi.

Pamela Gutiérrez, viuda de Hevia, contactó a Tokeshi para que pueda ver las obras y le dé una opinión sincera sobre ese trabajo y si valía la pena hacer alguna muestra. “Me pase una hora paseando por su casa, que era una especie de pequeño museo de su arte, y quedé sorprendido por la complejidad de su obra”, nos dice el curador.

Al conversar con Gutiérrez sobre la cronología de su obra, Tokeshi pudo comprender el proceso artístico por el que pasó Hevia y la dimensión de su arte. “Fue un artista completo y complejo”, sentencia el experto.

DIBUJANDO DESDE NIÑO
Por su parte, Pamela Gutiérrez explica a Perú21 que él dibujaba desde que era niño, pero en un formato más pequeño. “Cuando nos casamos, hace 24 años, me mostró sus dibujos y supe que había un artista en él”, nos dice. En sus palabras sentimos la nostalgia y el cariño por su compañero.

Gutiérrez cuenta que en su casa “había una mancha de moho, que le sirvió de inspiración a Julio y cuando me mostró el dibujo pude ver claramente no solo la mancha, sino el trabajo creativo de él y el mundo que había creado a partir de algo tan simple”.

Y nos explica que cuando se encontraba creando una nueva pieza, nada lo podía interrumpir. “Siempre que empezaba un proyecto se enfrascaba en él hasta terminarlo. Salía a desayunar, almorzar y cenar y luego se encerraba a crear”, recuerda.

La otra mirada del jugador es evidencia del universo de saberes de Julio Hevia, que van del conocimiento puro y duro, a la sensibilidad del artista que ahora conoceremos.

Dato:
- La exposición La otra mirada del jugador: Dibujos de Julio Hevia se presenta en la Galería Icpna de Miraflores (Av. Angamos Oeste 120) y va hasta el 7 de enero. Martes a domingo, de 11 a.m. a 8 p.m. Ingreso libre.