Corría el año 1981. Juaneco y su Combo viajaba por La Marginal de la selva. Llegó a la ciudad de Progreso y Juan Wong Popolizio, el popular Juaneco, se encontró con un amigo que vestía de negro, a quien invitó al concierto que iba dar el grupo ese fin de semana. Pero este le respondió que no iría pues estaba de luto ya que su padre había muerto.
Esa noche, en el hotel, Wilindoro Cacique en son de broma comenzó a cantar "ya se ha muerto mi abuelo, ayayay" y Juaneco improvisó la melodía con su teclado. "Está bonito eso, sigue, sigue Wilindoro", le dijo. Así narra a Perú21 Fernando Mora, por la vía telefónica desde Connecticut, EE.UU. En ese entonces era el guitarrista de la agrupación pucallpina.
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Y así nació una canción emblemática no solo en la cumbia amazónica sino peruana. Tema que se grabó en el disco 'La cumbia de mi pueblo', en ese mismo año, con el sello Infopesa, disquera clave para el crecimiento de los intérpretes de Un shipibo en España.
Pasaje de la historia que finalmente encumbró a Wilindoro, quien el jueves último falleció a los 74 años en su natal Pucallpa. Su cuerpo ya no está con nosotros, pero su voz sigue sonando en los parlantes de quienes disfrutamos y valoramos su aporte a la música peruana.
"Wilindoro tenía una voz inimitable. Tú lo escuchas e inmediatamente dices: 'ah ese es Juaneco y su Combo'. Además, el 95% de las canciones de Juaneco y su Combo las ha grabado él", nos explica Mora, quien ingresó al grupo en 1977, unos días después del accidente aéreo en que fallecieron cinco miembros de la agrupación, entre ellos el tremendo guitarrista Noé Fachín.
Recordemos que Juaneco y su Combo lo funda el señor Juan Wong Paredes, en el año 1966, con un bombo, un acordeón, una percusión y voz. Dos años más tarde, con el hijo Juan Wong Popolizio en la agrupación, se incluyen más instrumentos y nuevos músicos, entre ellos Wilindoro.
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Pero más allá de la voz característica y de una canción emblemática, dónde radica la importancia de un grupo como Juaneco y su Combo.
Para el antropólogo Fernando Ríos, esta agrupación representa el proceso en el que mestizos que son migrantes en una ciudad rodeada de zonas indígenas asumen la estética y el discurso de lo indígena pero en un contexto metropolitano. "Así tienes un asiático vestido como indígena tocando música brasilera. Juaneco y su Combo es un espejo de los cambios que hubo en Pucallpa", señala Ríos.
Además, Wilindoro es parte de la generación de Percy Chapoñay (Armonía 10) en Piura, Claudio Morán en Lima, Jorge Rodríguez (Los Mirlos) en Moyobamba, Julio Simeón (Los Shapis) en Huancayo, entre otros, quienes reformularon la concepción de la música popular.
Coincidimos plenamente con Ríos cuando afirma que Juaneco y su Combo marca la tradición de que es posible ser indígena y expresar lo que eres utilizando instrumentos eléctricos y géneros que no necesariamente son naturales del lugar de origen y más bien adaptándolos. Finalmente, creando nuevas sonoridades. Innovando. Ese es el legado de Wilindoro y su combo.