José Carlos Yrigoyen: Triunfos de la muerte, lamentos del corazón
José Carlos Yrigoyen: Triunfos de la muerte, lamentos del corazón

A finales del siglo pasado, un jovencísimo poeta llamado Alberto Valdivia Baselli (Lima, 1977) publicó un amplio libro titulado La región humana, en el cual, con una inusual capacidad imaginativa, exploraba los recovecos y laberintos del cuerpo, sus simbologías y mecanismos. Luego, entregó Patología, otro poemario extenso donde indagaba entre los espectros de los males físicos que invadían las cavidades, mesetas y accidentes geográficos de una anatomía languideciente, representada como un capitán asediado por un combate en el que carecía de los pertrechos y armas necesarias para vencer al sinuoso enemigo.

Su último libro, de título impronunciable –Wañuypacha Partothötröl–, se dirige a la última estancia de ese periplo ya demarcado: la muerte. Pero quedarnos en esa definición es reducirlo y achatarlo. Es más bien sobre una entidad que él ha llamado Posmuerte, y que debemos interpretar como el análisis de las decisiones y políticas oficiales que decretan el exterminio de distintos seres por las más variadas y reprensibles razones. Más que hablarnos de la muerte, Valdivia ahonda en la institucionalización de la muerte.

Es por eso que la sección más importante y representativa del libro la constituye Rezos, un largo texto de intrincada estructura, en el que los diversos genocidios y masacres de la historia universal hallan un espacio para ser metaforizados y representados en el pequeño universo fúnebre que Valdivia ha erigido en esta publicación. Destacan varios de los poemas incluidos en este apartado, como los dedicados a la matanza de los comunistas indonesios o de los mártires del gulag soviético. A diferencia de sus anteriores proyectos, aquí se ha dejado a un lado cualquier pulsión neobarroca para plasmar la propuesta con un lenguaje simple que se desdobla y despliega en múltiples significados, lo que en ocasiones resulta un logro, pero en otras la falta de variaciones vuelve monótonas y retóricas algunas de las composiciones, indistinguibles entre sí si no fuera por los títulos y las masacres a las que estos aluden.

Si el libro de Valdivia está dedicado a las victorias oficiales de la muerte, el de Margarita Saona, Corazón de hojalata, es más bien un poemario urgente, tortuoso y delicado, escrito en ese mediosueño que separa a los enfermos de la vida. Limpios de pretensiones de cualquier clase, estos poemas conforman la crónica de una paciente coronaria que, sumida en el miedo y en la incertidumbre, se hace constantemente preguntas que no obtienen nunca una certeza, pero enhebran el testimonio de las contradicciones que constituyen el hecho de existir y de luchar por seguir haciéndolo. Los más logrados son aquellos que se dedican a escudriñar esas disyuntivas, como el hermoso Un corazón disponible (Sé que no soy asesina / activa, apenas soy alguien / cuya subsistencia depende / de la muerte de otro), o Una apología del olvido (yo, adalid de la memoria / negándome a aceptar / la muerte de los muertos / y denunciando / a los que buscan borronear / las oscuras cicatrices de la historia / yo, / ahora, / ante las presentes condiciones / me rindo ante el olvido).

Saona consigue en la mayoría de sus textos revelarnos el dolor de estos dilemas sin caer en estridencias ni melodramatismos, lo que constituye un mérito si consideramos que el tema que articulan sus poemas es un perfecto motivo para caer en esas trampas que la autora sortea con solvencia. Nunca se empantana en la sentencia obvia, sino que se nutre de la sutil y desgarradora sustancia de la que están compuestas las interrogaciones más decisivas. Corazón de hojalata es un pequeño y entrañable secreto que vale la pena develar.

Valoración

Alberto Valdivia Baselli
- Wañuypacha Partothötröl
Sudaquia, 2017. 182 pp.
- Relación con el autor: cordial.
- Puntuación: 3.5 estrellas de 5 posibles.

Margarita Saona
- Corazón de hojalata / Tin heart
Pandora Lobo Estepario Publisher, 2017. 48 pp.
- Relación con la autora: ninguna.
- Puntuación: 3.5 estrellas de 5 posibles.

TAGS RELACIONADOS