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José Carlos Yrigoyen, escritor y poeta: “Había sectores de la izquierda, los más ortodoxos, que veían a la homosexualidad con sospecha”
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Vuelve al verso con Roberto Miró Quesada (Máquina Purísima, 2023), un encuentro con el crítico cultural socialista y fundador del MHOL.
¿Por qué había tan poca información sobre Roberto Miró Quesada hasta antes de 2022? ¿El estigma de su enfermedad?
Creo que la figura de Roberto Miró Quesada fue y es muy incómoda. Otra explicación es que su muerte temprana no le permitió elaborar una obra orgánica en que sus ideas estuvieran sistematizadas, como fue el caso de Flores Galindo. Se trataba de un ser desgarrado entre sus paradojas, pero a la vez muy valiente y consecuente: un personaje complejo y rico que me impulsó a escribir este libro.
Ha dicho que tenía muchas paradojas en su vida. Ser socialista y pertenecer a una élite, ser homosexual y militar en la izquierda, no ser dogmático en el Perú de los 80.
Se trata de un intelectual socialista que provenía de una clase acomodada, de un homosexual que hizo activismo por su causa en la Lima de inicios de los ochenta, lo que en ese entonces equivalía al suicidio social.
Culturalmente hablando, tenía una mirada posmoderna para la época. Su método era interdisciplinario, criticaba la supuesta pureza de la cultura andina y ensalzaba la cultura popular de masas, en especial su lado migrante y femenino.
Miró Quesada fue un intelectual adelantado a su tiempo y por ello mismo incomprendido hasta cierto punto. Supo escapar al dogma y a la ortodoxia que exigían defender una serie de planteamientos que eran inviables en un Perú que había cambiado enormemente. La izquierda marxista se demoró en comprender ese nuevo país, aunque Miró Quesada ya lo había vislumbrado con mucha agudeza, como demuestran sus polémicas al respecto.
¿Por qué cree que no propuso una agenda gay desde su militancia en Izquierda Unida en 1985? ¿La izquierda de la época era muy conservadora para él?
Piensa que Miró Quesada era parte de la Izquierda Unida en una época de pleno auge electoral, e incluso pertenecía a su comisión de cultura. Introducir el tema homosexual en el Perú de 1985 era contraproducente para cualquier expectativa de éxito de la IU y todo hace indicar que prefirió no incluirlo por un asunto estratégico. También es cierto que en ese entonces había sectores de la izquierda, los más ortodoxos, que veían a la homosexualidad con sospecha.
Miró Quesada es cofundador del MHOL en 1982. El primer MHOL de la región, pero uno muy distinto al que vemos ahora.
Efectivamente. Esa primera versión del MHOL era admirable en varios aspectos. El intelectual era solo uno de ellos. Su sentido organizativo, la capacidad para dar prioridad a lo importante sobre lo superfluo, su apertura, su coraje para enfrentar a una sociedad que consideraba a cualquier orientación distinta a la heterosexualidad como una enfermedad, fueron irrepetibles. Hubo una conjunción de personas valiosas y eso fue una gran suerte.
Hay una fuerte influencia de Foucault, un intelectual muy cercano a Ugarteche y Miró Quesada, a quien incluso creo que conocieron en NY. Y un escritor también muy criticado por la izquierda más dogmática.
Entiendo, por lo que me han contado, que, cuando Ugarteche y Foucault se conocieron en el café Reggio, no se cayeron bien. Por eso ese ambiente de tensión que intento emplazar en esa escena del libro. Pero es un hecho que, si fueron a buscarlo, es porque las ideas de Foucault les fueron inspiradoras para la creación del movimiento, que era de por sí lo menos dogmático que uno podía encontrar en el espectro izquierdo de aquellos años.
“Si no es el socialismo, no importa, mientras seamos verdaderamente libres”, es una de sus reflexiones finales antes de morir en 1990, tras ver la caída del muro y de la izquierda realmente existente. ¿Cómo interpreta esa frase, casi profética?
Roberto Miró Quesada nunca dejó de creer en la opción socialista hasta el final de sus días. Hay una foto, tomada una semana antes de su muerte, en la que se le ve participando con energía en un coloquio de Desco. Siendo el hombre inteligente que era, debió replantearse muchas cosas ante la caída del muro y de la derrota de las izquierdas en 1990. Pero se fue demasiado pronto para que pudiera escribir algo al respecto. Solo nos quedan las últimas entrevistas que le hicieron, que reflejan una gran incertidumbre sobre los hechos que sucedían tan rápidamente.
El año pasado publicó ‘Ciclo del partido de la caridad’, va a reeditar ‘Orgullosamente solos’ y acaba de publicar un ensayo sobre Pasolini dentro del libro de Isaac León Frías. ¿Siempre vuelve al fascinante fascismo, al verso perverso?
No puedo negar que la pregunta por lo autoritario y por la represión del poder es una de las más persistentes en lo que hago. Pero también hay otras inclinaciones: el diálogo con la Historia, que me inocularon Cisneros y Guevara; la obsesión autobiográfica, en fin. No creo ser una víctima de ese fascismo fascinante del que escribió Susan Sontag. Pero es verdad que hay una serie de imágenes al respecto que me persiguieron desde siempre y seguramente lo de mi abuelo ha tenido algo que ver (aunque la reedición de Orgullosamente solos será para más adelante). Lo único que me inquieta es que hace 20 años esas imágenes las veía como algo remoto, parte del pasado. Hoy las siento tan cercanas como peligrosas.
AUTOFICHA
• José Carlos Yrigoyen (1976) ha publicado los poemarios ‘El libro de las moscas’ (1997), ‘El libro de las señales’ (1999), ‘Lesley Gore en el infierno’ (2003), la compilación ‘Los días y las noches de JCY’ (2005), ‘Horoskop’ (2007) y ‘Ciclo del partido de la caridad’ (2022).
• Publicó los estudios ‘Poesía en rock: una historia oral, Perú 1966-1991' (2010), ‘Hora Zero. Una historia’ (2021) y ‘Crimen, sicodelia y minifaldas: un recorrido por el museo de la Serie B en el Perú 1956-2001' (2014, reedición 2023), junto a Carlos Torres Rotondo.
• También escribió ‘Con todo, contra todos. Una historia de la selección peruana 1968-2018' (2018) que reeditó el 2022 cerrando la era Gareca. Y los libros de narrativa ‘Pequeña novela con cenizas’ (2015), ‘Orgullosamente solos’ (2016) y ‘Mejor el fuego’ (2020).
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