(Perú21/ Anthony Niño de Guzman)
(Perú21/ Anthony Niño de Guzman)

Vive en Comas y trabaja en Huachipa. Ida y vuelta, son cuatro horas de viaje, el tiempo perfecto para leer. A veces le toca ir parado, apretado entre los pasajeros del transporte público, con una obra literaria de 800 páginas y de tapa dura en una mano. Con el libro casi resbalándose por sus dedos, apenas le puede dar vuelta a la página. Nada de eso importa; Joel Bustos está atrapado por la lectura.

Es chef, ingeniero alimentario y booktuber. Como apasionado del libro, acaba de crear –junto a dos amigos– Tres (Lectores) en Línea, un grupo online que convoca a la lectura de una obra al mes y a compartir esa experiencia a través de las redes sociales (sobre todo en Facebook). En sus primeras semanas, la expectativa era convocar a unos 50 lectores, pero ya superaron los 500.

A los 4 años de edad, aprendió a leer. Empezó con las tiras cómicas de Charlie Brown y hoy El retrato de Dorian Gray, de , es uno de sus libros favoritos, de una biblioteca de 400 textos aproximadamente. En horario de oficina, trabaja en un frigorífico de carnes, revisando los estándares de calidad; en sus tiempos libres, el libro es su refugio.

¿Por qué estudiaste Ingeniería Alimentaria y no Literatura?
Me gustan mucho los alimentos. Es mi segunda carrera, porque la primera fue . Eso se lo debo a los dibujos animados, como Bugs Bunny, cuando aparecían los científicos locos. Siempre pensaba que quería ir a la universidad para ser un científico loco. Cuando acabé Gastronomía, busqué algo que tenga de ciencia y alimentos.

¿La lectura nos sumerge en una suerte de locura?
A mí, sí. Leo de todo un poco y me gusta explorar la mente de los personajes. En algunos pasajes de la lectura, uno siente que está al lado de los personajes. Lo bonito de los libros es que puedes imaginarte que estás dentro de ese mundo. Me ha pasado que leyendo en el bus, de repente solté una carcajada o derramé una lágrima y la gente piensa que estás loco.

Otra vez, ¿por qué la Gastronomía y no la Literatura?
Me gusta mucho el tema de los alimentos, tanto como la literatura. Pero trabajar con alimentos me da la opción de volcar mi creatividad: en un restaurante a través de un plato y en la industria, con un nuevo producto.

Bueno, leer es otra forma de alimento. ¿Cómo nos nutre?
A mí me ayudó mucho en los estudios. Me ayudó a comprender mejor las tareas que me dejaban. Me ayudó a ser mejor persona, a mejorar mi ortografía, me volvió más curioso.

¿La lectura es un deber o un placer?
No, definitivamente es un placer. Sí me pasa que cuando no leo, me siento mal. No leo un día y me hago un drama. Al menos tengo que leer una página. Pero la lectura no tiene que ser un deber, sino un placer.

Se dice que los jóvenes no leen. ¿Es cierto?
Cuando he visto los reportes que dicen que los peruanos leen un libro al año, entonces los que leemos en promedio 50 libros en un año, ¿estamos leyendo por todos los peruanos (risas)? Pero sí me he encontrado con profesionales y compañeros de la universidad que no entienden lo que leen.

¿Y por qué no leemos?
Porque en los cursos de Literatura te obligan a leer. Yo leía clásicos porque me gusta leer, pero una persona que no lee...

De frente te ponen a leer El Cantar de Mio Cid.
¿Y qué puedes esperar de esa persona en relación con la literatura? El lector promedio irá a Google para buscar el resumen.

¿Cómo motivar la lectura?
El niño o adolescente debe escoger qué quiere leer. No puedes obligar a nadie a leer. Vayan a la librería y que escoja el libro que le interesa, incluso un cómic.

Tú empezaste con Snoopy.
Exacto. Me pareció muy divertido. Pero en casa, mi abuela también leía un montón. De hecho, gran parte de los libros que tengo son de su colección y ahora ya sabe que son míos (risas). Entre mis libros y los de ella, ya tengo como 400 libros. Hay clásicos, juveniles, novelas gráficas, de historia. Mi abuela suele leer en su habitación. De pequeño, yo nunca tocaba puertas y me metía a su cuarto, me echaba a lado de ella en la cama y me quedaba mirándola cómo leía. Y a veces cuando leía cosas sencillas, me leía. Ahora mi abuela me dice que deje de comprar libros (risas).

Empezaste con Charlie Brown y hoy lees de J. K. Rowling a Oscar Wilde.
No hay edad para el tipo de libro que quieras leer, no hay género de libro mejor que otro. Puedes leer el libro que quieras.

Incluso los de autoayuda.
Sí, definitivamente. A mí no me gustan, pero nadie debe decirte si lo que lees está bien o mal. No hay libro malo, se trata de disfrutar de la lectura.

¿Desde ciertos circuitos más conservadores se ve con desconfianza a los booktubers?
Definitivamente. Dicen que nos creemos críticos, pero no lo somos. Lo que hacemos es leer un libro y dar nuestra opinión de él. Decir qué nos gustó, qué no y por qué. Y a través de nuestra opinión, lograr que más jóvenes lean. Faltan más espacios que democraticen la lectura. Por eso creamos Tres (Lectores) en Línea.

¿Escribir es una tarea pendiente?
Escribí un par de páginas y de eso han pasado como dos años. En algún momento quizá lo termine, pero como una satisfacción personal. Me gustaría escribir sobre alimentos, pero no de una manera muy formal, incluso con sentido del humor.

¿Tener un restaurante es otra tarea pendiente?
En algún momento fue una meta. Ya no.

¿Y el libro terminará siendo solo un pasatiempo?
Me gustaría que muchas más personas encuentren en la lectura eso que les hace falta. Los libros te pueden ayudar a salir de tu rutina, a vivir otra realidad.

AUTOFICHA:
- “Soy Joel Martín Bustos Coronado. Nací en Lima, tengo 26 años. Estudié Gastronomía como primera carrera y luego, en la Universidad Nacional Federico Villarreal, seguí Ingeniería Alimentaria. Cocino en casa, pero no me gusta cocinar para pocas personas; deben ser entre 15 y 20 personas”.

- “Mi especialidad son las pastas y los postres. No estudiaría nada relacionado con la Literatura. Me gusta más ver los libros como lector que como alguien especializado; lo disfruto más así. Para Tres (Lectores) en Línea no esperábamos más de 50 personas, pero ya son más de 500”.

- “Entre mis platos favoritos están la lasagna y la pizza. Podría comer eso todos los días. En cuanto a los libros, mis preferidos son, en clásicos, El retrato de Dorian Gray y en libros fantásticos me encanta el ciclo El Legado de Christopher Paolini, porque yo adoro los dragones, y por supuesto Harry Potter”.