Joanna Lombardi es la productora del programa ‘Resiste teatro’.
Joanna Lombardi es la productora del programa ‘Resiste teatro’.

Pasaron seis años y renunció. Lo que pensaba que podría ser para siempre se interrumpió por la necesidad de descanso. Salió del colegio, postuló a la universidad, ingresó, egresó como administradora, trabajó en consultoría de negocios y pasaron seis años. No tuvo pausa. Estudiar en Argentina fue una forma de reposo, lo que se transformó en la razón para empezar de nuevo, a los 26 años.

“Lo estaba evadiendo”, dice sobre lo que viene construyendo en el cine, el teatro y la televisión. Una suerte de negación del origen: el padre, el cineastay la madre, la escritora . “Y al final hemos caído”, agrega y ríe sobre lo que quizás es el curso natural de los Lombardi Pollarolo. Joanna es la productora de Resiste teatro, programa de televisión que estrena nuevos episodios todos los viernes en la plataforma Movistar Play; y los sábados, 9 p.m., en Movistar Plus (canal 6 y 706).

Recuerda cuando se estrenó La boca del lobo en Tacna, donde nació su padre. Ella estaba en el público. “Era chica. Me asusté mucho con la película”, dice. Cuando acabó la función, los primeros comentarios fueron “van a matar a tu papá”. Era 1988, un año difícil para el país por la violencia que se vivía. Un tiempo con libertades acotadas, como de alguna forma vivimos hoy por la pandemia. Y otra vez ha tomado ciertas pausas, una de ellas para acercarse más a su hija.

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-¿Contra qué resistes en estos siete meses?

Ha sido una gran oportunidad de parar, porque el año pasado, desde que entré a Movistar, produje varias series al mismo tiempo. Yo decía que era el año que más había trabajado en mi vida. Era empezar en un proyecto nuevo en varios países, con producciones súper grandes. Este año se han frenado cosas bonitas que estaban pasando, pero esta parada te permite tener perspectiva.

-¿Qué te viene dando este año?

En términos familiares, cercanía con mi hija. Poder volver a leer, porque el año pasado me la pasaba leyendo proyectos. Como creativa y mi lugar de directora, necesito nutrirme. La pausa y la soledad te dan eso. Pero no todos tienen la suerte que tenemos otros. Este tiempo nos debe permitir, por lo menos, agradecer lo afortunados que somos de estar bien. Y, en ese contexto, ver qué podemos hacer, porque yo sí creo que las historias, la ficción, el teatro, el cine, la cultura son imprescindibles para el desarrollo.

-¿Resiste teatro es una forma de recuperar la esperanza?

Grabando el programa, construyendo el escenario y viendo a los actores con la emoción de una función, dices: “Podemos hacer cosas”. Y ver cómo la gente se ha sumado a ver teatro por Internet, pagar entradas, lo que antes no hubieran hecho. He sentido un halo grande de solidaridad en comprar productos hechos por peruanos. De pronto, es como “oye, pueden pasar cosas grandes”.

-Y el gremio teatral es quizás uno de los que mejor se ha adaptado a la crisis.

Lo que es hermoso es que, por ejemplo, hacen una función por Internet y, de pronto, se conectan personas de Trujillo, Arequipa, Cusco, personas que antes no tenían acceso a una obra que se iba a estrenar solo en Lima.

-Más allá de la nostalgia por el teatro, ¿realmente estamos frente a obras de teatro?

En realidad, no. Es un híbrido extraño que tiene cosas del teatro. Mantiene algunas cosas, como el escenario y tener a los actores y director en el mismo espacio. Y, claro, se convierte en audiovisual porque lo estamos grabando, pero es mucho más teatro porque el audiovisual se construye en el montaje; en cambio, una obra de teatro está viva. Entonces, sí hay algo que te hace sentir que te acercas al teatro. Claro, pero el teatro de verdad necesita la interacción del público, que es quizás la mayor diferencia: los actores no sienten al público. Pero yo lo veo como un juego. A los actores les digo: juguemos, no es una cosa ni la otra, no es teatro ni es televisión, usemos lo que tenemos y tratemos de contar una historia.

-¿Hoy ante qué resiste el teatro, además de la pandemia?

El teatro ha resistido 2 mil años. El teatro es resistencia y siempre tuvo que resistir a las maneras más inmediatas y sencillas de entretenimiento. Siempre es más fácil agarrar el teléfono que agarrar un libro. Siempre es más fácil poner una película en el televisor que ir al teatro. El teatro requiere un pequeño esfuerzo que luego es súper recompensado. Hay mucha gente que ve al teatro como algo ajeno. Entonces, hacer este programa es tratar de acercar de alguna manera a la gente que de repente no tiene la experiencia habitual de ir al teatro, y que de pronto cuando abran los teatros, le interese ver una obra en vivo.

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-¿El ser la hija de una escritora y un cineasta respetados te hace más fácil afrontar este tiempo? ¿Esa influencia y tradición ayudan?

Sí, claro. Pero cada persona tiene sus propias luchas y dificultades. Sí, soy una afortunada, tengo la suerte de que mis papás desde chica todo el tiempo me daban películas, libros; entonces, ha sido muy natural para mí entrar en este mundo. La lectura y las películas son espacios que te ayudan mucho a resistir.

-¿Tu madre intentó que seas escritora?

Todo lo contrario. Cuando estudié en la Pacífico, los dos estaban felices de que me dedique a otra cosa. Porque ser escritora y director de cine en el Perú no es fácil.

-Son espacios de resistencia por naturaleza.

Sí y cuando decido renunciar al trabajo que tenía e irme a estudiar Cine, estaban, más bien, preocupados (ríe).

-Sin embargo, eres la síntesis de ambos.

(Ríe). Guardando las distancias.

-¿Cómo te ves a ti misma?

Creo que he perdido ese interés que tiene una de más chica de convertirse en alguien. Más bien, estoy en una etapa en la que trato de disfrutar mucho las cosas que me tocan vivir. Ver todo más como un juego y como oportunidades para aprender.

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AUTOFICHA:

- “Soy Joanna Patricia Lombardi Pollarolo. Nací en Lima, el 14 de octubre del 78. Estudié Administración en la Universidad del Pacífico y luego trabajé como administradora, carrera que me gusta y, de hecho, ahora la combino con lo que hago. Me sirve un montón”.

- “He dirigido tres películas: Casa dentro, Solos y he codirigido Soltera codiciada. La primera obra teatral larga que dirigí fue Una gata sobre el tejado caliente de zinc. Este año iba a dirigir otra, pero se canceló. Y ahora manejo las series originales de Movistar para Latinoamérica”.

- “Tengo un documental por un premio que gané en DAFO, es sobre un cementerio ilegal en una invasión, es la historia de un sepulturero. Y con Movistar acabamos de anunciar la serie de Los Prisioneros en Chile. En noviembre empezamos la preproducción y el rodaje comienza en enero”.

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