La nueva ola de Jimmy Santi.
La nueva ola de Jimmy Santi.

La puerta está abierta. Custodiada por plantas, donde –dice – dejó la . Vivía y vive solo, pero, para evitar esa soledad, buscó planta por planta y sembró su propio bosque. Adentro me espera Santiago Rogelio Farfán Holguín.

Desde los 14 años le dicen Jimmy y hace 60 cantó por primera vez “Chin Chin”, creada en Europa pero adaptada al Perú, una propuesta del músico argentino Enrique Lynch. Si va por la calle, lo llaman o ‘Chin Chin’. Y ahora vuelve a los escenarios en su primer concierto en medio de la pandemia. Mañana será parte del festival Los Reyes de La Nueva Ola, que se realizará en el Teatro Leguía, de la avenida Arequipa 834, Santa Beatriz, desde las 8 p.m. Las entradas se pueden adquirir en . El cantante que nació en Jesús María advierte que su carrera va más allá de “Chin Chin” y promete otro éxito: “Mira cómo me balanceo”.

A tres metros de la puerta se escucha su voz. Me acerco al umbral y lo llamo por su nombre artístico. En medio de la sala, dice “hola, adelante”. Un polo negro manga cero pegado al cuerpo y la sonrisa de siempre ocultan sus 76 años. Paso y ya estoy en la sala que se confunde con el comedor, habitaciones unidas por los recuerdos que recubren sus paredes. Muebles de París; la platería de su abuela; momentos de su presentación en Rusia; una bandera , donde besó el éxito; una muestra de su paso como cantante por 33 países. “Tengo las pruebas”, aclara y alza la voz.

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-Me dices que eres más frontal que nunca, que ya no tienes nada que perder. Pero tal vez se podría pensar al revés: conforme avanza la edad, se busca evitar problemas.

No le tengo miedo a la muerte, hermano. Por defender mis derechos y los derechos de quienes están pisoteados, no tengo problema. Soy demasiado directo e irascible cuando veo las cosas mal hechas.

-Y has entrado a la política.

Una sola vez en mi vida. Había llegado de México por mi madre, que estaba enferma; ella tenía cáncer.

Jimmy Santi.
Jimmy Santi.

-Llegabas de México, donde aseguras que alcanzaste tu cumbre personal como cantante.

En el colegio Salesiano, donde estudié, el padre me seleccionó como primera voz del Coro Polifónico. Y luego comencé a ganar mis primeros centavos cantando el Ave María en los matrimonios, al mediodía. Me contrataban por 50 soles.

-¿Pero ahí ya tenías claro que serías cantante?

Mi mamá recibía todos mis deseos y anhelos...

-¿Cómo se llamaba ella?

Carmen. Inclusive, le hice una canción. Había un actor americano que tenía más de 60 años y se veía joven, y yo le decía a ella: “Yo voy a ser eternamente joven, mamá; voy a viajar, te voy a llevar, te voy a comprar...”.

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-Qué promesa tan fuerte: “Voy a ser eternamente joven”.

Yo creo que al ser humano se le gasta la máquina, pero si la aceitas, la ves bellísima. Eso se me criticó al principio: no era solo una jalada de cara; señor, actualmente yo hago 140 movimientos en cada ejercicio.

-Bueno, tienes una apariencia vital.

50 años nomás (risas).

-Wikipedia dice que son 81.

Mentira. Tengo 76 años. No se me ha colgado la carne, no me he hecho liposucción todavía. Y me muevo como una culebra. Yo me levanto y tengo 40 años.

Alguien lo saluda desde la calle y Jimmy responde el saludo.

Jimmy Santi.
Jimmy Santi.

-Una persona famosa lo que haría es, más bien, cerrar la puerta para descansar de la exposición al público.

Es que uno realmente vive de ellos. Me siento amado y amo a la gente, porque yo no lo hago por figurar, y trato de ayudar a quien puedo. No soy millonario, pero creo que soy rico en algunas virtudes que Dios me dio.

-¿Qué virtudes?

El ser humilde. Una persona que no es humilde no camina.

-¿No eres vanidoso?

No. Te lo juro por mi madrecita.

-Muchos quizás no te crean.

Y a mí qué me importa lo que crean. No uso maquillaje, más que polvo.

-Pero sí hay operaciones estéticas.

Sí, claro. La piel se arruga. Cuando tuve cáncer en 2001, iba a morir. Tuve un año de quimioterapia y ese año sufrí bastante, pero no me quería morir empezando el siglo.

Lo vuelven a llamar desde la calle. Deja su asiento y el visitante ingresa a la sala. Se saludan.

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-Pensaría que siempre has sido precoz. Cantas desde casi niño y fuiste padre a los 18 años.

La mamá de mi hijo era mayor que yo, era una mujer muy guapa; entonces, yo era un chico que empezaba la vida. Aún no era popular. Mi hijo hoy vive en EE.UU., y ya soy bisabuelo.

-Tras varios años en México, ¿te arrepientes de haber vuelto al Perú?

No. Vine por mi madre, me la pasé visitándola; y pasó un año, dos y ella falleció luego de ocho. Muy tarde para volver a México. Ya había estado con las Utilísimas, había ‘repegado’ “Chin Chin”. No me arrepiento porque amé a mi madre; me dio mucho de ella y le di mucho de mí. Y está esperándome donde esté.

-¿Piensas en la muerte?

Por supuesto. Todos los días que voy a la cama digo: “Señor, en tus manos estoy”.

-¿Estás enfermo de algo?

Me voy a comenzar a despedir el próximo año, porque considero que un artista debe despedirse a tiempo, no cuando das pena. Tuve cáncer al hígado, me salvé, seguí, pero ahora tengo un problema en la mácula. Si me voy a quedar ciego algún día, prefiero despedirme como estoy.

Festival de la nueva ola.
Festival de la nueva ola.

-Por favor, vamos a “Chin Chin”. Es tu bandera.

Es la bandera que no me gusta mucho, ¡eh!, porque soy un cantante, no solamente soy “Chin Chin”. Tengo más de 80 canciones grabadas.

-¿Esa canción te deja en el plano de lo anecdótico?

Sí. “Ay, se ha muerto ‘Chin Chin’”. No van a decir ‘se ha muerto un cantante’. Y yo soy cantante.

-¿El Perú te ha tratado bien?

No. El pueblo sí. Por culpa de los medios se me catalogó como maricón porque yo venía hermoso. Fui el primero que llegó con un arete de brillante. “Uy, usa arete”, decían. Cuando llegué al canal, dije: “Quiero la sala de maquillaje”. “¿La sala de maquillaje?”, respondieron.

-Fuimos unos retrógradas, Jimmy.

¡Retrógradas! La homofobia era increíble, me volví agresivo acá. Estuve harto y dolido. A mí me interesa la gente de acá (señala su cintura) para arriba, lo que tienes en el cerebro. No me interesa el sexo de nadie, el ser humano me interesa, la inteligencia. Acá no me han dando un lugar. Soy actor, cantante y bailarín.

-¿Cómo tendríamos que recordarte en 100 años?

Como una fiera, soy picón, y como un tipo bueno y dulce, humilde. Todo lo he vivido intensamente y soy feliz como soy.

Jimmy Santi.
Jimmy Santi.

AUTOFICHA:

- “Nadie me quita la alegría de vivir, ni la enfermedad ni la vejez ni nada. Solamente el Dios universal me puede manejar, el Dios que quieran, el Dios que es la energía del mundo, porque las religiones son inventadas, aunque las respeto a todas. Tóxicos o tóxicas, fuera de mi vida”.

- “Mañana en Los Reyes de la Nueva Ola vamos a estar con Homerito, también con los chicos de ahora como Tony Cam, a quien quiero mucho. También estará Raúl Vásquez, que es de mi época y estaba escondido en la selva y lo hemos rescatado. También Jairo Tafur”.

- “Mucha gente no conoce la música de Jimmy Santi; inclusive, la gente de mi época, porque acá conocen mi repertorio peruano, pero no el repertorio internacional que tengo, donde canto canciones como “Mi árbol y yo” de Cortez; canto canciones muy lindas. Soy actor, intérprete y cantante”.

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