Hombre orquesta: Jhonny Peña es el director, representante y trompetista de Zaperoko. (Fotos: Piko Tamashiro).
Hombre orquesta: Jhonny Peña es el director, representante y trompetista de Zaperoko. (Fotos: Piko Tamashiro).

Cuando pisaba suelo limeño, en agosto de 1986, Jhonny Peña tenía 11 años de edad. Sus padres vieron al salsero los seis días que se presentó en la Feria del Hogar. Él solo lo pudo ver en la televisión.

El papá fue marino mercante y en cada viaje traía música del extranjero, en una de esas maletas llegó el puertorriqueño, en vinilo. Hasta ahora recuerda la primera vez que, con cinco años de edad, tuvo en sus manos The Big Break (La Gran Fuga, 1971), de Willie Colon y Lavoe. “Panameña” y “Abuelita” siguen sonando en su memoria. En el colegio, Peña agarró la trompeta y no la soltó más. Hoy es director, manager y músico en la popular orquesta chalaca Zaperoko. “En el Callao caminas por cualquier calle y vas a ver retratado a Lavoe, casi como un santo para la gente”, me dice y recuerda que cada vez que ve su imagen se persigna y le pide que lo guíe por el buen camino.

Un 29 de junio, hace casi 26 años, se fue ‘El cantante de los cantantes’. Pero hoy su voz suena más fuerte. Me encuentro con Jhonny entre José Gálvez y Montevideo, en Bellavista. Frente a su casa, en toda la pared, están retratadas varias figuras de la salsa y en plena esquina, sobre un fondo rosado, se luce Héctor, sonriente. Trae lentes al estilo Lavoe, una polera negra, pantalón jean, cadenas en el cuello y la muñeca, y un anillo en el dedo anular derecho que brillan como el oro. Nos sentamos en una banca, a los pies de la voz de “Mi gente” y el barrio sale a la calle. Silban para pasarse la voz. Toman fotos y saludan. Parece que va a tocar Zaperoko.

¿Por qué Lavoe es un ícono?
Por la letra de sus canciones y el sentimiento que le ponía cada vez que interpretaba, sobre todo sus boleros, que acá en el Callao se escuchan bastante.

La vida de él fue intensa y compleja, ¿cómo ha sido la vida de Jhonny Peña?
Uno cuando tenía una pena de amor o tristeza, escuchaba los boleros de Lavoe. Y como muchos, he pasado pobreza. He sido vendedor ambulante, vendí discos durante diez años en el mercado del Callao. También tengo mi profesión, estudié Computación e Informática, y trabajaba de asistente en el Estado, pero con los cambios de gobierno siempre había reducción de personal y terminaba en otro trabajo, y ya tenía a mi hija y debía seguir trabajando. La misma necesidad te manda a tener un negocio propio. Me puse a vender CD y DVD de salsa y ahí me metí más a fondo con este género.

¿Zaperoko también vino por necesidad?
Sí, también. Pero mi sueño siempre fue tener una orquesta de salsa formada en el Callao. Además, porque acá en el puerto desde hace tiempo dejó de existir la salsa, pese a que ha habido orquestas muy buenas y fuertes, como Hit Parade Latino, La Progresiva, Combo Espectáculo Creación, La Clave del Callao, Somos Música. Pero eso se quedó en el tiempo. Los clientes me preguntaban si en el Callao había orquestas de salsa dura, salsa brava; entonces, salí con la idea de hacer una orquesta. Por ejemplo, en los festivales Chim Pum Callao no había una orquesta que representara al puerto. Entonces, ahora nosotros tocamos salsa del baúl y damos a conocer a las nuevas generaciones la salsa que escucharon nuestros abuelos y padres.

¿Ha sido complicado apostar por la salsa dura?
Al comienzo fue muy difícil, tocábamos y había cinco gatos en los conciertos. Pero insistimos con la salsa dura y con el paso del tiempo en los conciertos ya no entraba ni un alfiler.

¿Por qué apostaste por los conciertos en la calle?
Era la única forma de que la gente tenga más visión de nosotros. Mostrarnos tal como salimos un domingo a la esquina del barrio a conversar con los muchachos. Un referente fue la Fania All-Stars, cuando ellos recién salen y hacen ese famoso concierto en el Bronx, en Nueva York, cantando en la calle. Zaperoko ya tiene diez años, pero la idea de salir a las calles fue hace seis. Y saliendo a la calle, la orquesta despegó.

Una década después, ¿dónde dirías que está el valor de Zaperoko?
En la calle. Refrescamos los temas del ayer y nos sentimos muy identificados con el pueblo.

Pero también los critican por tocar cóvers.
Nos tiene sin cuidado. Hay gente que te quiere criticar por algo, que te busca lo malo. No se debe satanizar a los grupos que hacen cóvers. También tenemos temas que son de Zaperoko. Y ahora anhelamos la internacionalización, estar en festivales de salsa representando al Perú. En cualquier momento despegamos.

Todavía hay gente que está molesta y hasta decepcionada por el episodio con Mr. Sabroso, quien se mofó de la homosexualidad de una persona en el aeropuerto.
Nosotros no somos para nada homofóbicos. Fue una broma de muy mal gusto. Y tuvimos que llegar al Poder Judicial. Estamos en contra de la discriminación porque, incluso, tenemos amigos y parientes que son parte de la comunidad LGTBI, para la cual incluso hemos tocado.

¿Cuál es el futuro de la salsa?
La salsa en el Perú está por muy buen camino.

Se dice que el reggaetón ocupa el lugar que tuvo la salsa en su momento.
Las épocas son diferentes. En el reggaetón en Puerto Rico hay una inversión muy fuerte. La salsa jamás morirá y eso depende de grupos como nosotros, que sigamos en esta corriente y que salgan cosas nuevas.

Si en este momento se aparece Héctor Lavoe, ¿qué le dirías?
(Risas). Asu mare, imagínate. Tuviera una gran plática con el hombre, contándole cómo es que inspira tanto. ¡Qué no le preguntaría!

Llamarías a todos los muchachos de la orquesta y se armaría la fiesta.
Haría un concierto en la calle. Pero Héctor Lavoe sigue vivo, nunca falta una canción de él.

'La pantera rosa' es parte del show de la orquesta chalaca.
'La pantera rosa' es parte del show de la orquesta chalaca.


AUTOFICHA:
 
-“Soy Jhonny Peña de los Santos. El 23 de setiembre de 1975 nací en el Callao, en la cuadra 4 del jirón Colón, en el consultorio del pediatra. Toda mi vida he vivido en el Callao y sigo viviendo aquí. Estudié en el colegio José Olaya y luego Computación e Informática en un instituto. De ahí me dediqué a la música”.

-“He tocado en la banda del colegio, en procesiones, fiestas patronales en provincias, cumbia, huaynos. He sido parte de, por lo menos, diez orquestas de salsa de La Victoria, como La Novel, y el Callao. Hoy en Zaperoko soy el manager, director y trompetista”.

-“Alistamos maletas para la cuarta gira por Europa, en julio, y EE.UU., en agosto. Hemos terminado nuestra segunda producción: Del Callao, mi barrio para el mundo, que la próxima semana debe publicarse; trae temas propios y cóvers. Y acabamos de grabar con el gran ‘Melcochita’, el sonero del Perú”.