Jaz Coleman: "Perú puede tener música de calidad internacional”

“Dejé la escuela a los 14 años y antes de los 16 tenía cuatro cargos criminales. Me salvó el arte de extrema violencia. (…) La alta energía de Killing Joke tiene una función social. Si más gente expresa su frustración en el arte, habrá una sociedad más pacífica".
“Es repugnante (el feminicidio). Necesitamos charlas y conferencias para destruir este machismo ridículo que existe en la cultura latinoamericana”, declara el músico (Manuel Melgar/Perú21).

En un intermedio de esta entrevista, escuchamos “La gran invocación”, pieza de música de cámara compuesta por encargo de las Naciones Unidas y aún sin estrenar. Jaz Coleman, líder y vocalista de una de las bandas más vanguardistas de rock, Killing Joke, es compositor de música clásica y ha conducido las orquestas más prestigiosas del mundo. Son los dos lados de la máscara del músico británico que se caracteriza como el Joker para sus conciertos de rock. Además, es un hombre religioso a su manera. “Lo que has escuchado es una oración que uso todos los días, abre mi corazón, por eso es que hago música”, dice.

Tras tocar con Killing Joke en setiembre de 2018, ha vuelto a Lima para producir el nuevo álbum del grupo nacional Liquidarlo Celuloide. Además, este viernes proyectará un documental sobre su banda en El Galpón Espacio (Pueblo Libre) y el sábado ofrecerá un concierto de piano en El Paradero (Lince). Coleman ríe explosivamente, con violencia, pero mientras suena su composición, cierra los ojos, mueve los brazos como dirigiendo la orquesta y es alguien completamente diferente.

Cuéntame sobre tu primera llegada a nuestro país.
En 1982 acampé por dos semanas en las Líneas de Nasca para hacer un ritual. Soñé que tenía que venir a ver la Araña. Era ilegal acampar, me escondí detrás de la colina. Creo que ahora estoy aquí como resultado de ese ritual. Volví en 1986. Mi primera esposa fue declarada infértil por los mejores médicos de Inglaterra y fui a Machu Picchu e hice una invocación a la Pachamama. Y tuve dos hijos seguidos".

La última vez viniste con música.
Desde el concierto en setiembre, algo me traía aquí. No hay dinero aquí para hacer discos. Estoy aquí para mostrar cómo superar esos obstáculos. Comienzo con Liquidarlo Celuloide. Luego escogeré tres o cuatro bandas con una música hipnótica de alta energía. Iniciaremos un sonido que salga de Perú.

¿Cómo piensan lograrlo?
Iniciaremos un evento mensual con Buh Records (sello que lanza el disco de Liquidarlo Celuloide). Que la música tenga un rol importante. Mi vida completa ha sido la autoeducación. Y eso viene del punk rock. Dejé la escuela a los 14 años y antes de los 16 tenía cuatro cargos criminales. Me salvó el arte de extrema violencia, canalicé mis impulsos. La alta energía de Killing Joke tiene una función social. Si más gente expresara su frustración en el arte, habrá una sociedad más pacífica. Lo que quiero es implantar el sistema del Ministerio de Cultura suizo.

“Recabaremos fondos para llevar a la banda a Europa y hacer un tour. Los músicos peruanos no han tenido buenos tratos, su momento está llegando”, asevera el músico (Manuel Melgar/Perú21).

¿En qué consiste?
Construyeron un edificio con un espacio para 2,000 músicos, un teatro, una radio. Este país está gritando por eso. Luego iremos a Cusco y Arequipa. El arte es lo más importante, embellece la sociedad. Aquí hay mucha pobreza. Necesitamos tener una expresión proporcionalmente extrema. Me inspira el concepto del tupu.

¿Te refieres al tupu inca?
Son los tres principios que usó el imperio socialista de los incas. Primero tenemos el matrimonio entre un hombre y una mujer. No digo para procrear, sino para bienestar. El sexo es absolutamente necesario para el bienestar. También se necesita un sistema sostenible de provisión de comida. Segundo, el tupu es una medida sagrada al que también se refieren como el codo real. Lo usaron los egipcios y los Tiahuanaco, y está en los grandes monumentos de Machu Picchu.

¿Y el tercero?
Tupu es un área de terreno dedicado a un hombre, una mujer y dos hijos, excepto que tendremos variedad. Estos principios deben ser restablecidos. De ahí, crear zonas autónomas para ser libres. El gran rock es una cosa, libertad.

Los peruanos no valoramos apropiadamente nuestra cultura...
Deben adoptarla. Tienen la más increíble cultura, que va hacia las puertas del tiempo, que se remonta a cuatro grandes eras de los hombres, cuando Viracocha vino. Todos hemos sido moldeados por Viracocha.

Hablabas de violencia antes. Perú es un país muy violento.
El sagrado matrimonio del tupu es entre una mujer y un hombre iguales. Y quien desobedezca eso debe ser castigado en un modo que se reforme. La prisión no es suficiente. Es repugnante. Necesitamos charlas y conferencias para destruir este machismo ridículo de la cultura latinoamericana.

"Con la música clásica, el objetivo es crear una realidad más deseable. Con Killing Joke es una función social", expresa Jaz Coleman (Manuel Melgar/Perú21).

¿Has descubierto algo más de música peruana?
Por años, he escuchado su música folclórica y he tocado la ocarina (instrumento de viento de origen incaico). Fue mi primer instrumento, lo tocaba a los 5 años. Es una gran conexión para mí.

¿Qué te gustó de Liquidarlo Celuloide?
Las individualidades. 

¿Qué te atrajo de su música?
Me encanta. Pero necesitan disciplina. Si cometes un error, estás muerto (ríe). Tocamos hasta diez veces para que salga bien.

¿En Perú es posible producir música con estándares internacionales?
Sí, lo que estoy aportando es estándares internacionales de performance y grabación. Y las dos noches serán para recabar fondos para poder llevar a la banda a Europa y que hagan un tour con Killing Joke. Los músicos peruanos no han tenido buenos tratos, su momento está llegando.

¿Usas el personaje del Joker cuando trabajas como productor?
Siempre. Es un arquetipo muy especial. El Joker se representa por el cero, el vacío listo para ser llenado. Por eso me gusta. Mira todas las mitologías. El héroe muere, pero el bufón sobrevive.

¿Cómo logras un equilibrio entre la música explosiva de Killing Joke y la clásica?
Hay distintos impulsos. Con la música clásica, el objetivo es crear una realidad más deseable. Con Killing Joke es una función social. Lo que has escuchado es la música de Killing Joke transformada para las Naciones Unidas.

Killing Joke (Manuel Melgar/Perú21).

Autoficha:
​- “Comencé mi vida como músico clásico, el rock experimental vino mucho después, a los 14 años. La gran energía de Killing Joke es que es un espejo. Que la gente mire a cuatro idiotas en el escenario y diga ‘si ellos pueden hacerlo, todos pueden’. Dios bendiga al punk, es perder el miedo al fracaso, es solo placer”.

- “Cuando era niño, Brian Jones de los Rolling Stones me alzaba en brazos. Mi abuela era su mentora. Cuando nací, iba a mi casa, embarazó a mi tía. Experimenté muchas cosas de niño con los Stones. Después, grabé con Mick Jagger, salí con la ex esposa de Bill Wyman”.

- “De niño, al despertar, mi hermano estaba practicando piano. Él era mejor que yo. Recuerdo ese sonido en las mañanas, ese eco a la distancia. Quiero compartir eso. A los 4 años, mis padres decidieron que haría música y que mi hermano sería científico. Tengo un matrimonio arreglado con la música”.

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