Conversamos con el autor y conferencista Ismael Cala. (Rubén Darío-Harmond & Blaine)
Conversamos con el autor y conferencista Ismael Cala. (Rubén Darío-Harmond & Blaine)

El suele ser una invitación a volver a empezar, reinventarse, y trazar metas para los próximos 12 meses. Es, además, una oportunidad para celebrar lo que fue bien, pero también para obtener lecciones de aquello en lo que fracasamos. Buscamos al autor y conferencista cubano Ismael Cala, quien nos da recomendaciones para planear nuestro nuevo año y reconciliarnos con los fracasos del pasado. Hace también un llamado a aprender de la conmoción social vivida en Latinoamérica en 2019, y no oculta sus aspiraciones políticas a futuro.

A menudo, los años que cerramos quedan marcados por hechos no tan positivos, frustraciones, metas no logradas. ¿Cómo reconciliarse con esto y transformarlo en algo positivo?

Mi consejo es: no te creas tan alto como tus grandes éxitos ni tan inferior como tus mayores fracasos. Encuentra tu punto medio (…). La vida sucede, pero nada de lo que nos sucede debemos verlo como en contra de nosotros y ofrecer una fuerza bruta en resistencia (...). Cuando una idea no sale como pensé que iba a salir, me obliga a buscar una solución, y eso me hace más creativo. Entonces, la palabra fracaso al final es el estiércol que apesta pero que se convierte en abono de tu próximo éxito. Tenemos que convertir el dolor en aprendizajes, y cuando estos te dejan más fuerte, te das cuenta de que el año no fue tan negativo como pensaste.

Es muy común hacer resoluciones para el Año Nuevo y luego dejarlas de lado a las pocas semanas. ¿Cómo hacer para mantener nuestro compromiso a lo largo del año?

Creo que es una excelente idea trazarse metas para el año (...). El reto viene cuando toca ejecutar lo planeado y en el camino perdemos el empuje. Sin embargo, hay herramientas para mantenernos motivados (…). Un primer punto es elegir y priorizar las intenciones. El tiempo es limitado y no se puede hacer todo a la vez (...). Lo segundo es poner por escrito mis metas junto con un plan de acciones y fechas de inicio y término; de lo contrario, no podré visualizarlas ni trabajarlas (...). Finalmente, hay que hacer públicas nuestras intenciones. Contárselas a nuestra pareja, familia o amigos. Cuando nos comprometemos públicamente a algo, tendremos incentivos mucho mayores y motivación para cumplirlo.

¿Cómo buscar un balance entre el éxito profesional y la dimensión más humana, personal, en 2020?

Somos seres sociales, todos necesitamos aprobación de otros, ser reconocidos (...). Ahora, cuando tu concepto de éxito está hipotecado a simbolismos sociales, todo se vuelve muy difícil, porque llegamos a sentirnos fracasados si el entorno deja de reconocernos (…). No debemos dejar que el ego valide lo que es éxito o no, debe ser el alma (...). En ese concepto el éxito es crecimiento y contribución. Sobre el crecimiento: si todos los días me puse a prueba, tuve una mejor respuesta a una situación difícil, entonces fui exitoso. Lo segundo es contribución: Si hoy (...) ayudé a otras personas, mi trabajo sirvió a otros, entonces di algo, me disolví en otros. Ya no necesito que vengan a darme premios.

El 2019 ha sido muy convulsionado en toda Latinoamérica. ¿Qué debemos aprender a nivel personal de estos cambios y cómo debemos reaccionar ante ellos?

Creo que hay que involucrarse, uno no puede permanecer indiferente (…). En muchos de nuestros países las personas desposeídas y olvidadas han vivido en una amnesia y en una autohipnosis de apatía generalizada (…). Se han creído que mejor es mal conocido que bueno por conocer, que todos nos roban (…). Esto está causado por tres males de conciencia empobrecida. Uno es el egoísmo, cuando quiero crecer pero me importa un carajo que tú crezcas (...). El otro es la avaricia, seguir acumulando y acumulando, y esto tiene que ver con los empresarios. Y el tercero se llama apatía. Sin embargo, veo que hay un despertar de conciencia, y eso es bueno (…). Todos tenemos una responsabilidad, pero primero debemos mirarnos por dentro para nosotros ser el cambio que queremos exigir en nuestros líderes políticos.

Ya que mencionas el liderazgo político: en toda la región se vive un desencanto con nuestros líderes. ¿Qué ha fallado en ellos?

Los paradigmas de liderazgo hace rato han cambiado. En el mundo corporativo el líder no gana su influencia por arrogancia, sino por espiritualidad. Ahora los chief executive officers (CEO) se han convertido en “chief emotional officers”, pero eso no pasa en la política todavía (…) y la gente está cansándose. Mientras hablamos, sucede el im-peachment de Donald Trump, un analfabeto emocional. Es una gran lección. Que al país le vaya bien económicamente no es lo que define a una nación. La salida de Evo Morales también fue una gran lección (…). Es muy importante que todo esto pase y que los jóvenes se involucren en las movilizaciones. Necesitamos que los jóvenes con altos principios se interesen en el servicio público.

¿Tú has pensado en participar en política?

Hace unos años yo decía que detestaba la política, pero hoy digo no. No podemos detestar la política, tenemos que amarla (…). En lo personal, yo siempre pienso en Cuba, porque uno nunca nace en un lugar de casualidad. Si en algún momento puedo servir, espero poder hacerlo desde la alta coherencia.

¿Tienes alguna recomendación final para empezar bien los primeros días de 2020?

Tómate unos días para sentarte solo a reflexionar qué paso contigo en 2019. ¿Cómo estuvo tu salud, tus relaciones, tu productividad profesional, tu familia? Haz un diagnóstico de cómo viviste el 2019 (…). No hay nada más oportuno que hacer una pausa reflexiva de pensamiento crítico antes de lanzarte a la acción en el nuevo año.

AUTOFICHA:

- “Nací en Santiago de Cuba hace medio siglo. Di mis primeros pasos en los medios a los ocho años, cuando participé en un programa de radio en mi ciudad natal. Estudié Historia del Arte en la Universidad del Oriente en Cuba y Periodismo en la Universidad de York en Canadá”.

- “Mi carrera periodística me llevó a trabajar en Cubavisión, Telelatino Network, Univisión y CNN en Español. Sin embargo, luego descubrí mi interés por los temas de liderazgo, desarrollo personal y meditación. He aprendido directamente de líderes como Robin Sharma, John C. Maxwell, Deepak Chopra y Brian Tracy”.

- “Soy autor de varios best-sellers y dirijo Cala Enterprises, empresa abocada a impactar la vida de cientos de miles de personas y empresas que buscan desarrollarse día a día. Vivo en Miami, pero viajo permanentemente”.