Hernán Casciari es hincha fiel de Racing y el Barcelona. (Rafael Cornejo)
Hernán Casciari es hincha fiel de Racing y el Barcelona. (Rafael Cornejo)

es uno de esos tipos que no pueden estar tranquilos. El escritor argentino cuando no está escribiendo, anda desempolvando series, imaginando guiones o mejor aún, viendo fútbol. Pero desde hace un buen tiempo descubrió que su rostro no dejaba de sonreír cuando leía sus historias en voz alta, cayó en la cuenta que no quería tener solo lectores sino también oidores. Desde entonces, decidió viajar cada tanto por el mundo para recitar sus cuentos, encandilar con sus historias y sobretodo, tener una excusa perfecta para encontrarse con amigos.

Tras hacer una escala en Medellín, donde fue jurado del Premio Nacional de Novela y Cuento, el creador del blog , deja un momento su escritorio en Barcelona para estar de vuelta en Lima –convertida en una parada obligatoria cada vez que está en la región– y leer sus historias en un recital de cuentos de su última obra Messi es un Perro. Con la irreverencia de siempre, el escritor ha titulado este encuentro como Tarifa plana de porro y otros avances, pronosticando que los buenos relatos sacados de la sobremesa se combinarán con el humor cotidiano, un sello del autor, para cautivar a los presentes.

¿Cómo nace la idea de ir a tres países (Colombia, Perú y Argentina) para leer cuentos?

Hace un par de años empecé a disfrutar del vicio de leerlos en voz alta a raíz de que empecé a hacer radio en Argentina. Cada vez que puedo y me invitan a un país aprovecho y hago estos recitales. Siempre trato de que sean gratuitos, en auditorios municipales o que alguien me preste un espacio con un micrófono y un vaso de agua. Esta vez me invitaron a Colombia y entonces aproveché el cruzar el Atlántico para hacer los recitales otros países.

¿Por qué la necesidad de aterrizar en Lima?

A Lima voy porque me gusta, cuando veo que estoy cerca de ahí y que me puedo costear uno de esos pasajes continentales pues aprovecho para visitar a los amigos. La excusa también es charlar con los lectores, que a estas alturas ya son mis amigos.

¿Decidiste los cuentos que leerás durante el recital?

En general siempre son decisiones intuitivas de último momento. Lo que si sé es que no voy a leer los mismos de Un gordo que lee doce cuentos nervioso desde el papel, el recital que hice la última vez. Ahora se llama Tarifa plana de porro y otros avances, cuentos completamente distintos que se encuentran en Messi es un perro.

¿Leerás , ese divertido relato que te sucedió en el aeropuerto de Lima?

Es lo más probable que uno de los cuentos que lea sea ese. En Medellín también hice un cuento que tiene que ver con la ciudad y lo leí durante el recital. Además, es un cuento que a Julio Villanueva (director de Etiqueta Negra) le gustó un tanto (ríe).

¿Qué último libro que has leído te ha emocionado?

Yo tengo un problema y es que desde hace algunos años no leo, no es que no me guste la literatura peruana, sino que no leo nada. Veo muchas series de televisión, mucho fútbol. Me dejó de interesar la lectura como pasatiempo. Además, desde hace tres años ya no hacemos Orsai y ya no tengo que leer para buscar historias. No leo nada de nada, me estoy achanchando.

¿Tardas mucho en encontrar algo que contar? ¿Cómo caes en la cuenta de que algo sirve para un cuento?

Me da la impresión de que cuento de lo que está pasando. Soy muy perezoso, no voy a un lugar donde está pasando una historia y jamás he escrito una novela histórica, tampoco me he encerrado en una biblioteca a buscar datos. Las historias las busco posiblemente en la sobremesa. De repente, una noche estoy con unos amigos contándoles que he ido con mi hija a un concierto pre adolescente y si mientras estoy hablando encuentro que hay diversión, pues me doy cuenta que allí hay un cuento.

Por ejemplo, Protocolo en el subsuelo nació cuando llegué a casa, le conté la historia a mi mujer y ella se rió a carcajadas. Creo que la sobremesa es donde germina todo. Por eso es que tengo una literatura muy frívola, muy coloquial. No soy muy alambicado escribiendo, soy tirando a superficial, por lo menos en lo coloquial.

Pero la clave de humor es algo que siempre está presente en tus relatos…Te puedo hacer una respuesta psicológica, que es la que más creo. Mi padre siempre fue un tipo que no había leído jamás un libro, era puramente deportista. Cuando yo elegí mi vocación, que no tenía nada que ver con jugar al fútbol o al tenis sino escribir, él prejuzgaba la escritura como un oficio mariconazo, no le parecía muy bien. Tampoco me lo decía, pero yo me daba cuenta con 12 años que él no estaba muy interesado en lo que yo escribía. Más tarde, me di cuenta que con la incorporación del humor y temáticas deportivas el sí se interesaba. A mí me parece que eso, aunque involuntariamente, me influenció muchísimo. Soy incapaz, incluso si hago algo dramas muy trágicos, de no meter un escaloncito de humor en algún lado. Me parece que tiene que ver con esa sensación primaria de querer llamar la atención de mi viejo.

-¿Te has decepcionado con alguna de los proyectos en los que te aventuraste?

Es imposible que me decepcione porque no nacen con expectativas altas. De hecho cuando despierto me digo: "Wow, ¿mi trabajo es este?" (ríe) O sea, levantarme estar en pijama todo el día, fumarme un porro y escribir boludeces. Es muy difícil decepcionarse de hacer algo que harías incluso cuando no podrías vivir de eso.

-¿En qué te veremos enrumbado ahora?

Lo que hago es ir cambiando juguete cada cierto tiempo. No me quedo anclado en los formatos, me da lo mismo si estoy escribiendo un libro, un guion o una obra de teatro o lo que sea. Más que eso me interesa siempre tener en la yema de los dedos algo que contar.

Estoy haciendo una serie de televisión de 13 capítulos con mucho presupuesto para una productora argentina de capitales italianos y españoles. Además, terminé de escribir una obra de teatro que se estrenará en Buenos Aires a finales de año.

"PERÚ NECESITA CREÉRSELA

"Detestas ver solo, sin compañía, un Mundial de fútbol, ¿pasa lo mismo con la Copa América?

No, solo me pasa con los mundiales ya que me parecen que son eventos tan trascendentes que no los puedo ver solos. En el Mundial de 2002 yo estaba recién llegado a Barcelona y fue la primera y única vez que lo vi solo, además lo vi de madrugada. Allí me di cuenta que a mi mujer, que en ese tiempo era mi flamante esposa, le chupaba soberanamente un huevo el fútbol (ríe). Ella no se levantaba ni a prepararme un mate ni a consolarme. Entonces prometí que nunca más iba a verlo solo. A la Copa América no la veo tan trascendente.

Gran parte del mundo esperaba que Argentina salga campeona del torneo. ¿Eres también parte de ese grupo que se decepcionó?

No me generó ni el 5% de decepción de lo que pasó el 2014 con Alemania, solo una tristeza normal. Pasa que para mí el Mundial es una experiencia extradeportiva, vital. Yo cuento mi vida en mundiales; falta cuatro años para el que viene, viví 11 mundiales hasta ahora, mi papá se murió después del mundial de 2006, la primera vez que vi uno fue el 74. Mi vida está marcada por los mundiales y no tanto por las Copa América, Champions o ligas argentinas. Las otras son competencias en las que me pongo feliz o triste según como nos vaya, pero no me marcan desde un lado filosófico, digamos.

Pero hubieses preferido que Messi consiga su primer título con la selección mayor…

Es mucho más divertido ganar una final que perderla. Sufro por la situación de Messi en la Argentina cada vez que no consigue un trofeo, pero nada más que eso.

Parece que el fútbol es injusto con Messi, pero no solo con él sino con toda esa generación de jugadores brillantes. Perder un partido en los penales o en la prórroga significa que tranquilamente pudimos ganar los dos campeonatos y ahora hablar de la generación de oro del fútbol argentino. Con ellos hay un componente de azar que pudo modificar absolutamente todo.

Para mí son excelentes jugadores que por el momento están teniendo una mala suerte en las finales, que ya es mucho decir. Yo estoy orgulloso de una selección que salió subcampeona del mundo y de América meses después. Muy pocos hinchas pueden decir eso de su selección.

¿Te esperabas el desempeño que tuvo Perú durante la copa?

Perú necesita creérsela. Desde un costado de amor me gustaría que estuviera en Rusia 2018 e incluso lo iría a ver desde Lima. El año pasado estuve allí días antes del Mundial y sentí un increíble fervor donde pensé "si esta gente clasifica a un mundial se vuelve loca" y me gustaría estar en esa experiencia antropológica. Yo ya vi a Perú en un mundial desde un estadio.

¿Cómo fue eso?

Vi a Perú, de Cubillas y Quiroga, en Argentina 78, pero no recuerdo con qué equipo exactamente. No fue contra Argentina, ya que mi madre no le permitió a mi padre que me lleve al estadio a ver ese partido porque eran tiempos de dictadura y había una amenaza de bomba en el estadio. Es algo que no se lo perdono (ríe).

Vives a 40 minutos en tren del Camp Nou, de lo que llamas "el mejor fútbol de la historia". ¿Hasta cuándo durará eso? ¿Cómo ves al Barcelona esta temporada que recién empieza?Me da la impresión de que llegó el fin de algo. Es decir, saber que no voy a ver más a Xavi en el centro del campo me parece un fin de ciclo real, como no me había pasado antes. Estoy muy expectante de ver cómo se renueva, ver qué gente de La Masía sale.

Por otro lado, Messi va a llegar con 31 a Rusia y yo tengo una necesidad muy interna de que llegue en condiciones excelentes ya que ahora si va a ser su última oportunidad. Entonces para mi ver al Barza es también ver a Leo como cuaja en su madurez personal y futbolística.

También eres hincha de Racing… ¿ves fútbol argentino?

A Racing si lo sigo. Ahora miro mucho más futbol argentino que antes ya que en los últimos años se había convertido en un fútbol muy trabado, espantoso. Pero sucedió que algunos futbolistas exitosos decidieron volver al fútbol argentino y no a los 37 años sino a los 31, como Milito, Tévez, Saviola. Eso generó que el futbol sea muy colorido.

El regreso de Tévez fue impresionante…Hace poco Boca perdió 4-3 y hace tiempo no veían un partido tan intenso. Cuando se estrenó Tévez, Calleri marcó un golazo de rabona pero me da la impresión de que él no hubiera tirado ese lujo si es que Tévez no hubiese estado en la cancha. Me da una sensación de mucha generosidad de parte de estos jugadores multimillonarios que podrían hacer más dinero en Qatar o esos países, pero decidieron volver a su barrio.

Por ejemplo Diego Milito volvió y sacó campeón a Racing, esas cosas me dan esperanza en la humanidad. Están en su club, su casa, con un salario simbólico. Eso es hermoso.

Como tenía que ser terminamos hablando de fútbol…Y te lo agradezco, amo hablar de fútbol. Solamente soy escritor porque soy gordo; si no, sería futbolista (ríe).

DATOS

Tarifa plana de porro y otros avances, recital de cuentos. Día: Martes 11 de agosto, 7:30 p.m.Lugar: Casa de la Literatura PeruanaEntrada Libre

Por: Pablo Vilcachagua (pablo.vilcachagua@peru21.com

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