(Buh Records, Archivo Mariotti y Eielson)
(Buh Records, Archivo Mariotti y Eielson)

Disolver y coagular era uno de los principios de los alquimistas para convertir metales comunes en oro. Descomponer para crear, máxima que se aplica también a los artistas que trabajan con el sonido y la voz para expresar la compleja realidad del Perú y otros temas contemporáneos. Tal lineamiento siguieron Jorge Villacorta y Luis Alvarado, productores ejecutivos, para compilar piezas de 13 artistas en Grabar y coagular - A history of audio pieces by Peruvian artists (1972​-​2018) (Buh Records), que se presenta este 26 en la feria ARCOmadrid.

Un disco complejo, que inicia “Colores” (1972), pieza en la que Jorge Eduardo Eielson pinta con la voz: repite amarillo, verde, rojo y azul con distintos tonos y énfasis. Una muestra de una forma poética que él denominó Estructuras Verbales o Audiopinturas.

“Eielson busca dar a la voz un nuevo impulso con su poesía sonora, la cultura letrada postergó la voz. Antes oralidad y poesía eran lo mismo, y la tecnología ha devuelto eso”, dice Alvarado.

Y el aspecto tecnológico se hace más evidente en la pieza de 1987 de Francisco Mariotti, que desarrolló el software de inteligencia artificial Chullachaqui para hacer computerpoesías. Al introducir un texto, el software realiza aleatoriamente todas las combinaciones posibles y las reproduce con una voz sintetizada. Mariotti fue uno de los primeros en hacer poesía con computadora en Latinoamérica.

“Una vuelta de la oralidad desde un enfoque contemporáneo. Lo oral en el Perú define nuestra cultura popular y muchos conflictos”, anota Alvarado.

TRADICIÓN Y CONFLICTO
El paisaje de voces se vuelve perturbador cuando Luz María Bedoya mutila las frases en “Me tiemblan mis labios”. Un locutor lee una serie de fechas que señalan fallas de nuestra sociedad, y se remueven ciertas vocales. La misma sensación deja “Con p de...”, de Eliana Otta, en que se escucha un glosario de males del Perú que se vale de una sola letra: “prescribir, prejuzgar, presumir”.

En el disco, hay experimentos sonoros, y la voz se documenta, se procesa, se descompone. Y el concepto de coagular se hace presente porque existe una herida, una fractura social.

Más que polifónico, el Perú es plurivocal, dice Alvarado. Es cierto. Un país de muchas voces que ni remotamente se expresan igual. Y ese conflicto, que traspasa al arte menos convencional, no tiene visos de resolverse.

Dato:
- Se presenta este 26 en el marco de la exhibición Hablar piedras en Espositivo, como parte de las actividades paralelas de ARCOmadrid, que tiene al Perú como país invitado. Y en Lima, el 20 de marzo en Proyecto AMIL, con Jorge Villacorta, Luz María Bedoya, Mijail Mitrovic y Luis Alvarado, 8 p.m.