Exquisitos platos con sabor a campo en Santa Clara

Pollo bebé, cebiche de champiñones, y crepe suzette en Santa Clara.

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En leña de algarrobo. Aves de Jimmy Schuler son alimentadas con maíz y soya (Martín Sánchez).
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De la fórmula secreta. El Trébol y su cebiche de champiñones (Martín Sánchez).
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¡Qué dulce! En El Pillo también se puede probar un crepe de suzette.(Martín Sánchez).

Actualizado el 09/12/2017, 06:57 a.m.

Partiendo del cruce de las avenidas Javier Prado y Aviación, en San Borja, llegamos en solo 50 minutos al kilómetro 9 de la carretera Central. Unos metros más allá, un letrero nos indica el camino hacia la soleada localidad de Santa Clara, en el distrito de Ate Vitarte, donde nos espera la historia del complejo arqueológico Puruchuco, la flora y fauna del zoológico de Huachipa y una mesa generosa en sabores.

La primera parada es El Trébol, que tiene 48 años en la ruta. La dueña es Helen Vujevic, una celosa guardiana de la fórmula secreta del cebiche de champiñones, que es servido a plato lleno, debidamente sazonado con sal, rocoto, aceite de oliva y limón. Su elaboración queda en la imaginación. Otra creación de Vujevic es el chicharrón de pollo al limón acompañado de una crema de rocoto con queso que provoca llevarse a casa.

POLLOS ORGÁNICOS:

Ahora vamos a El Pillo, el acogedor restaurante campestre de Jimmy Schuler donde tiernos pollos de 24 días salen a discreción por un solo precio, como si fuera un rodizio. Son aves que provienen de la granja de Schuler ubicada en Mala y que son alimentadas con maíz y soya, convirtiéndose en los únicos pollos orgánicos de Lima cocidos con leña de algarrobo. Y servidos con papa blanca Perricholi (con cáscara).

Así, Jimmy repite el ritual realizado hace 68 años por su padre, Roger Schuler, quien ideó la particular cocción de nuestro emblemático pollo a la brasa en su restaurante La Granja Azul. El postre es una delicatessen. Es que Schuler agasaja a sus huéspedes preparándoles crepe suzette (panqueque de Susana), un postre francés a base de mantequilla, jugo de naranja, grand marnier, brandi, entre otros ingredientes.

Los que quieren brindar a plenitud tienen un lugar reservado en la piscina o en el bar. Allí se bebe con el trago de la casa servido en un vaso de bambú de un litro: El Pillo, preparado a base de siete licores, entre ellos ron y vermut, y jugos naturales.