Gabriel Gargurevich impulsa el programa de comunicación agrícola ¡Arriba el Agro!  (FOTOS: RENZO SALAZAR).
Gabriel Gargurevich impulsa el programa de comunicación agrícola ¡Arriba el Agro! (FOTOS: RENZO SALAZAR).

La novela comienza y culmina con una entrevista. En el medio, los avatares personales de un hombre de prensa. La llama novela collage, confeccionada con retazos unidos por el personaje principal, un periodista que persigue a una joven que conoce en una panadería. “Es una suerte de Quijote atormentado”, describe al periodista, que podría ser él. Algunos de los retazos fueron creados detrás de los poemas que presentó para confeccionar su segundo libro, La serpiente underground (2020). Así llega a este debut como novelista con Más de la cuenta (La Strada, 2022), su tercera publicación, que presentó el domingo en la de Barranco, que va hasta hoy.

“No pensaba escribir una novela”, me dice quien fue voz de la banda El Ghetto, que en la década del 90 protagonizó aquello que se llamó rock latino, incluso siendo parte de la programación de la afamada cadena MTV. Tiempo en el que también fue padre y se formó como periodista. Tampoco pensó dedicarse al periodismo agrícola, pero hoy lo hace desde , programa de TV digital que resalta el trabajo de productores agrarios, iniciativa que logró el premio Reconociendo la Innovación de Pro Innóvate.

Nos recibe en su departamento. Héctor, su hijo menor, está ocupado en un videojuego frente al televisor y a veces parece que nos mira (o escucha) de reojo. sobre la mesa de centro, el último del poeta Roger Santiváñez en primer plano; el escritorio con la laptop; la mesa para almorzar o cenar; cuadros en las paredes blancas que también sostienen una suerte de altar chamánico. Todo reunido en la misma habitación. Y lo primero que hace Gabriel Gargurevich luego del saludo es preguntar. “¿Grabas y tomas apuntes?”. Su voz es pausada sin ser lenta, tiene un cierto tono cantado que busca envolverte, que suena como si siempre preguntara. Y mira con curiosidad.

MIRA: Elizabeth Javier, emprendedora: “Sí es posible hacer empresa impactando positivamente”

-En paralelo con la entrevista que abre el libro hay un diálogo entre el periodista y un curandero, donde el segundo asegura que no le interesa el dinero y que solo quiere defender su espacio natural. ¿Es una declaración de principios del autor?

Es un contrapunto a la entrevista al político y se hace un versus desde los puntos de vista distintos: el político Olaechea dice que no conoce ninguna comunidad que rechace las regalías y el patriarca de los chujandama dice lo contrario. Y yo, por supuesto, estaría con los curanderos. A los chujandama les hice un reportaje realmente, tengo una afinidad a raíz de que empecé a tomar plantas, en 2012.

-¿Entre ellas ayahuasca?

Y otras plantas.

-¿Y por qué?

Porque..., mira... Las plantas amazónicas se empezaron a desarrollar en los pueblos no por un asunto de crecimiento personal sino porque tiene que ver con el conocimiento de su entorno, de la naturaleza.

-Y también se va a sesiones de ayahuasca para sanar.

Los occidentales como nosotros sí. Yo sí empecé a tomar plantas amazónicas para un crecimiento personal, para sanar cuestiones emocionales, mentales y espirituales. Necesitaba un impulso para ser una mejor persona. Sobre todo para personalidades complejas, a veces no basta un psicólogo. Todos somos a veces un poco neuróticos, intensos, depresivos, pero estamos ecualizados de forma diferente. Claro, mi ecualización me podía llevar a unos tormentos que me hacían apagarlos con, por ejemplo, fines de semana intensos, noches intensas; no hablo necesariamente de las drogas, hablo en general, de llevar una vida más pacífica mentalmente, más centrado y menos atormentado.

-¿Cómo fue la primera vez que tomaste ayahuasca?

Fue como una revelación. “Esto es lo que estoy buscando”, dije luego de haberla tomado, de haber pasado una semana en la selva. Me ha ayudado a ser una mejor persona, a complementarlo con prácticas de meditación, a leer lecturas budistas.

-¿Qué es ser una mejor persona?

Te podría responder que... Si llevas una vida más ligada hacia el bienestar o hacia una cierta disciplina las cosas te salen mejor, eres un mejor escritor, eres un mejor periodista, surgen cosas buenas en tu vida, que si te dejas llevar por este espíritu un poco bohemio. Las experiencias son importantes, pero para poder crear no tienes que tocar los infiernos.

MIRA: François Peglau: “Los Fuckin Sombreros hizo un puñado de canciones bonitas en un periodo optimista”

-¿Gabriel Gargurevich de El Ghetto llegó a los infiernos?

(Risas). Sí pienso que he tocado fondo. A veces digo que son como años perdidos, pero no lo son tanto, porque siempre he sido un buen estudiante, he trabajado, he conseguido cosas, no he dejado que me gane la autodestrucción.

-François Peglau, tu compañero en El Ghetto, me dijo que el grupo no siguió porque ustedes fueron sus propios enemigos.

(Ríe). Es una frase muy cierta. Había mucho espíritu..., no sé si llamarlo anarquista. Era la época que se marchaba contra Fujimori. Teníamos, más bien, un discurso hedonista. Había rezagos del punk, más cerca incluso de Kurt Cobain.

-Pero El Ghetto estaba más relacionado al rock latino. En otros países estaban Aterciopelados, Café Tacvba.

Es verdad. Había un resurgimiento del underground.

MIRA: Ornella Lucioni y el rocoto relleno que conquistó a Marisa Guiulfo y Mario Vargas Llosa [ENTREVISTA]

-Del underground que llegaba a MTV.

Más mainstream, pero finalmente underground. Estaba Tijuana No, La Maldita Vecindad, Fabulosos Cadillacs. En Inglaterra los Blur. Muy comercial, pero con filo underground.

-Hubo expectativa por El Ghetto.

Éramos muy autodestructivos. Ahora tengo 46 años y quiero ser un escritor, he publicado tres libros. Quiero seguir creciendo como periodista también. Soy padre de familia y estudió una maestría... Para realmente vivir el presente tienes que practicarlo como un deportista. Por eso medito todos los días. A veces cuando la mente se me va y estoy pensando en el futuro con angustia y en el pasado con culpa, digo no, ya basta y la meditación ayuda. El Dalái Lama dice que los cambios verdaderos de nuestros vicios mentales ocurren cuando hay un verdadero cambio espiritual, y ahí las plantas ayudan porque te hacen ver y sentir las cosas que haces mal en tu vida. Obviamente, no soy un santo y hago cosas malas también. Pero intento mejorar.

-¡Arriba el Agro! es parte de ser mejor.

Nuestro foco es poner los reflectores en el pequeño agricultor que se ha integrado en la cadena agroexportadora, o en los grandes agroexportadores, a veces un poco satanizados, lo cual me parece injusto. Hay un filo social en lo que hago ahora. ¡Arriba el Agro! es una idea que se me ocurrió porque empecé a hacer periodismo agrícola para una revista chilena y conocí todo el mundo agrícola; había historias que contar de un buen quehacer agrícola.

-Entonces, ¿qué es ser una mejor persona?

Fundamentalmente, pensar en los demás, en el otro; y cuando lo haces, te ayudas a ti mismo.

-Tengo una imagen tuya cantando con tu hijo mayor (Pau The Kid) en un concierto. ¿Qué dice ese retrato?

Que nunca me ha bajado la pasión por la música, es el arte más elevado. Vivir esa experiencia familiar es increíble y valiosa.

-¿A él le gusta El Ghetto?

Le encanta, ha ido a El Ghetto cuando era chiquito. Fui papá a los 21 años, en pleno Ghetto, en plena locura. Siempre fui un papá amoroso. Pero se asustaba cuando me veía con el pelo rojo (sonríe).

Padre e hijo. Gabriel y Héctor. (FOTOS: RENZO SALAZAR).
Padre e hijo. Gabriel y Héctor. (FOTOS: RENZO SALAZAR).

AUTOFICHA:

- “Tengo 46 años, nací en Lima el 25 de diciembre de 1975. Creo en Dios, pero quizás de una manera más ligada al budismo que al cristianismo. Cuando era niño, los 25 de diciembre recibía más regalos de lo normal y ahora las navidades me llenan un poco de melancolía”.

- “Estudié Comunicaciones y me especialicé en Periodismo. Me dediqué a ser periodista, que es una gran pasión que hasta ahora tengo. He publicado tres libros, el primero fue 8 Mujeres (2015), que son perfiles de mujeres que alcanzaron el éxito y el poder”.

- “Mi hijo Paulo es músico profesional, estudió en Buenos Aires, en el Conservatorio y en la Escuela de Música Contemporánea. Mi hijo Héctor también estudiará música, se va a Francia porque su madre es francesa. Y escribo una segunda novela, donde también está la búsqueda del amor, del equilibrio”.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Qatar 2022: Ecuador quedó fuera del Mundial y Argentina pelea su pase a la siguiente ronda

TE PUEDE INTERESAR