"Se nos fue uno de los mejores, un gran músico”, dijo la entonces ministra de Cultura y cantante, Susana Baca, cuando habló para la prensa sobre la muerte del guitarrista Félix Casaverde, fallecido en 2011, a los 64 años de edad.
Casaverde nació en una familia artística. Uno de sus primeros acercamientos a la música fue a los 7 años de edad, cuando cantó en el Radioclub Infantil de Maruja Venegas. También fue parte del conjunto Los Hermanos Casaverde, junto a sus tíos y a su padre. Incluso formó una banda en su juventud, llamada El Sexto Poder, que combinaba los sonidos del bugalú, Santana y Eddie Palmieri.
Al arreglista, compositor y guitarrista se le reconoce también por colaborar con importantes artistas de la música criolla como Chabuca Granda, Susana Baca, Tania Libertad, Eva Ayllón y Lucía de la Cruz.
MAESTRÍA CRIOLLA
A manera de homenaje al trabajo del músico y como una forma para entender la magnitud de este, el profesor y etnomusicólogo Fernando Llanos escribió el libro Félix Casaverde, guitarra negra (UPC), que se presentará hoy.
El autor explica que, si bien la publicación no es una biografía, fue necesario mencionar pasajes de su vida. Y tuvo la oportunidad de conversar con Casaverde entre 2009 y 2011, años en los que realizó la investigación.
Explica que también dialogó con profesionales de la música de la costa; consultó bibliotecas universitarias y colecciones privadas; entrevistó a musicólogos peruanos, principalmente a Chalena Vásquez, y realizó etnografías en centros culturales cuya programación incluyera música de la región.
Uno de los motivos por los que Llanos eligió investigar la obra de Casaverde es que, a su parecer, el guitarrista supo combinar armoniosamente la tradición de Nicomedes Santa Cruz, la reivindicación de un estilo afroperuano de música de la costa y el estilo de Chabuca Granda, quien tuvo una creatividad que iba más allá de los ritmos folclóricos.
El guitarrista, en palabras del autor, representa una estética que consiguió ser representativa de lo peruano, sin tener que caer en las etiquetas de “afroperuano” o “criollo”. “Nos demostró que se puede soñar más allá del color de la piel, pero también a pesar de ella”, afirma.
Félix Casaverde se atrevió a no seguir el modelo establecido que había para la música criolla y lo hizo a su manera. El resultado: melodías que quedarán en nuestra memoria.
Datos:
- El libro Félix Casaverde, guitarra negra se presentará hoy, a las 7 p.m., en el campus de Monterrico de la UPC (Prolongación Primavera 2390). Ingreso libre, previa inscripción online.
- Casaverde produjo y editó dos de sus discos: Somos adú (1986) y Memorias de Félix Casaverde - Guitarra negra (1990).