Fabrizio Aguilar. (Piko Tamashiro/GEC)
Fabrizio Aguilar. (Piko Tamashiro/GEC)

Padre director de cine y madre actriz. Su historia ya estaba escrita. En se grabó esa herencia familiar: es director de cine y actor, y también es fruto de una compleja relación con sus padres, de la que le cuesta hablar, pero que, de alguna forma, se refleja en ‘Norte’, su cuarta película, que ayer se estrenó en las salas de las cadenas Cineplanet, Cinemark y UVK. Cinta grabada en Canadá, porque está basada en la obra teatral Newmarket de Jorge Castro. “El cine expresa mejor que yo mi carácter”, lo admite desde la sala de su casa.

En uno de los extremos del diario se leía: “1988”. Siguió leyendo y encontró un anuncio de Urcadi Teatro. Tenía 15 años y se matriculó en el taller de este grupo, al que asistió unas tres veces, o tal vez cuatro. No sospechaba lo que pasaba detrás de ese escenario. Dejó el taller y, años después, supo del origen de sus miembros. Estaba conformado por elementos de Sendero Luminoso, cuyo destino fue la cárcel. “No eran personas que tú podías decir que había maldad detrás de ellas”, explica el director de la premiada cinta Paloma de papel.

El padre, quien se dedicó a la publicidad, lo llevaba a los rodajes. Tenía 13 años y era uno de los 500 menores que fueron apareciendo entre los muros de Machu Picchu, en un comercial para Coca-Cola. “Mi papá tenía mucha dedicación, era muy minucioso, muy preocupado por el color y la luz, un gran fotógrafo”, recuerda sobre aquellos días en los que, sin saberlo, grababa los primeros minutos de su papel en la vida.


¿Quién influenció más en ti: el padre o la madre?

Hasta los 14 años no sabía muy bien qué hacer. En todo caso, no enfrentaba lo que yo quería. Comencé a hacer búsquedas independientes: primero como actor. Una vez que acabé el colegio decidí estudiar cine.

¿Vivías con tus padres?

Vivía con mi padre. Con él he vivido prácticamente toda mi vida.

¿Y la madre?

En Italia.

¿Tú decidiste vivir con él?

No. Era chico cuando mis padres se separaron y los tres hijos nos quedamos con él. Mi madre estaba en una búsqueda personal.

¿No te dolió?

Era muy pequeño.

¿Y después, de grande?

(Ensaya con varias respuestas, pero las deja en el camino). Es que uno no quiere que sus padres se separen.

¿Influyó esa ausencia?

Influyó en toda la familia.

¿Te reconciliaste con ese episodio de tu vida?

Totalmente. Después entiendo un poco más por qué se toman tales y cuales decisiones. Las decisiones son inherentes a cada uno y todo el mundo tiene el derecho de tomarlas independientemente de a quién afecten.

Eres padre. ¿Habrías hecho lo que hizo tu madre?

Soy padre y con una situación muy similar a la que vivió mi madre. Mis hijos viven en España porque su madre es española. Nacieron aquí, pero de repente nos separamos... (esboza cierta incomodidad).

Te hago estas preguntas porque en Norte la relación padre e hijo es un tema de fondo.

Una de las cosas que me llamaron la atención cuando vi Newmarket fue esta relación en una familia disfuncional, donde tampoco hay una madre presente y donde las relaciones entre los hermanos y el papá no son parejas.

¿Te rebelaste a tu padre?

Intenté rebelarme, pero fue difícil. Intenté irme de la casa, a los 19 años. Y tuvimos un enfrentamiento verbal, casi físico, que fue también una ruptura. Sin embargo, me quedé.

¿Por qué te quedaste?

(Guarda silencio). Posiblemente por temor a que la ruptura sea mayor, por conservar los afectos, para evitar que se rompa todo. Pero al final todo se reconstruye.

Como director sigues una carrera que (creo) va de afuera hacia adentro. Paloma de papel, Tarata, Lima 13 y ahora Norte son un viaje desde lo social hasta lo más personal. ¿Estás de acuerdo?

Sí, pero igualmente creo que en todas las anteriores también hay esa búsqueda. Hay intención de humanizar al personaje.

¿Grabar en Canadá fue más complejo de lo esperado?

No. Estábamos claros de que teníamos que hacer un cine de guerrilla: cero comodidades, gran esfuerzo y siempre para adelante.

¿Retablo y Wiñaypacha son señales de que tenemos un mejor cine peruano?

Estas apariciones son gracias a los fondos del Estado. Si los fondos no existieran, no existirían estas películas. Y Norte también. Los fondos le dan la posibilidad a los directores de cine de poder expresarse. También está la aparición del cine comercial. Hace ocho años no teníamos cine comercial. Este cambio ha hecho que se vea como que el cine ha crecido industrialmente, pero aún siguen siendo esfuerzos propios. Esto no es industria. Tal vez si se aprueba la nueva ley, tal vez si las empresas apuestan más por el cine. Somos artesanos.

¿En la actuación habita el Fabrizio Aguilar más comercial y en el cine, el más íntimo?

(Sonríe) Puede ser. Al actor le gusta expresar y ser observado. Pero fuera de ese ámbito quisiera no ser observado.

Por eso tal vez en el cine expones con mayor comodidad tu intimidad.

En realidad también hay bastante incomodidad. Para poder expresar hay que saber entregarse y desnudar tus ideas.

¿Tu padre llegó a ver tus películas?

Tiene algo como alzheimer, pero llegó a ver Paloma de papel (donde tuvo un cameo) y Tarata. Estaba muy emocionado.

¿Y la mamá?

Ella es mi fan (sonríe). En Tarata tuvo una pequeña participación. Ya te digo, con el tiempo todo tipo de relación puede corregirse.

AUTOFICHA

“Soy Fabrizio Mateo Aguilar Boschetti. El abuelo de mi padre era griego y llegó al Perú a finales del siglo XIX. Y mi madre es italiana. Mi papá la conoció allá, cuando él estaba estudiando cine. Tengo 46 años, estudié Comunicaciones en la U. de Lima. Salí e hice mi primer corto en el año 97: La cuerda floja”.

“Desde 1997 hasta el año 2002 estuve trabajando en mi primera película, que fue Paloma de papel. En televisión debo haber participado entre 15 y 20 producciones. Tuve dos o tres participaciones en películas. Y en teatro, fui parte de otras 15 o 20 producciones”.

“Ahora voy a intentar hacer algo comercial, dirigir una comedia. Pero que tenga un poco mi carácter, mi manera de ver las cosas, diferente a lo que estamos viendo. Ya tiene nombre, pero después te lo cuento (risas). Mientras tanto, dedicarme a Norte, que ojalá pueda estar unas semanas en cartelera”.

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