Conversamos con el actual jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú. (Perú21/ Piko Tamashiro)
Conversamos con el actual jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú. (Perú21/ Piko Tamashiro)

La biblioteca del colegio también era un lugar de castigo. Por ahí desfilaban los que habían hecho alguna travesura. Uno de sus visitantes obligados fue Ezio Neyra.

En casa no había una gran biblioteca. El padre psicólogo y futbolista, el gran Jesús ‘Cachucho’ Neyra, otrora defensor del Melgar de Arequipa; la madre, también psicóloga; y sus hermanos, los actores Jesús y Gianella. Su acercamiento primario a la lectura vino a los 15 años por su hermana, cuatro años mayor, quien le heredó el gusto por las obras de Milan Kundera, Hermann Hesse. Pero donde afianzó el placer por la lectura fue en casa del lingüista Alfredo Valle Degregori. Ezio era amigo de sus hijos. Una familia de lectores, que exhibía una biblioteca de hasta 4 mil ejemplares. Ezio fue adoptado como lector. Y tal vez ahí nació el escritor, que hoy lleva publicados cuatro libros.

El nuevo jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú me cita en una estación de la BNP, al lado de un parque, en el corazón de El Agustino. Afuera, las familias están reunidas bajo la sombra de los árboles y, adentro, los niños y niñas juegan, leen o hacen las tareas con sus padres. El parque y la biblioteca se confunden, se hacen uno, se vuelven un espacio para la lectura y el entretenimiento, sin distinción. Una suerte de oasis en esta ciudad de celulares y centros comerciales. “¿Usted quién es? ¿Actor?”, pregunta una niña. “Escritor”, dice Neyra. “¿Y tú quién eres?”, le toca a él. “Nadie”, responde ella. “Eres lectora”, afirma el escritor. La niña abraza su libro y ambos sonríen.

¿Ser servidor público y escritor son dos caras de la misma moneda?

Siempre me ha interesado la escritura y la lectura, y desde hace muchos años estoy en gestión cultural, con la asociación civil de fomento de lectura que se llamaba Niño Lee y la editorial Matalamanga. Siempre he estado con un pie en la creación literaria y con otro en la gestión cultural.

El sábado cumplió un mes con un pie de este lado, en la BNP. ¿Qué ha encontrado?

Ha sido un mes que me ha servido para conocer la institución y entender el funcionamiento de las diferentes áreas y el desarrollo de los proyectos.

¿Ha encontrado una biblioteca que camina al paso que desea?

(Guarda silencio). Creo que es necesario pensar en una biblioteca mucho más moderna en términos de servicios y en los procesos de las áreas técnicas, como la gestión de las colecciones. Creo que será posible construir una mejor Biblioteca Nacional.

¿Qué biblioteca quiere?

(Ensaya respuestas). Que no solo se entienda a sí misma como una biblioteca que tiene a su cargo la protección del patrimonio bibliográfico o cuidado de los libros, sino que se convierta en espacio de socialización, de encuentro de la comunidad, de diálogo.

¿La biblioteca aún es un espacio casi solemne, como un santuario?

Pero también está la biblioteca como esta, donde se dan dinámicas mucho más abiertas y participativas. La BNP se diferencia de otras bibliotecas del mundo en que, por lo general, tienen a su cargo la cuestión patrimonial, la promoción de la investigación y demás, pero en el Perú, además de esas funciones que ya son muy complejas, la BNP tiene a su cargo las bibliotecas públicas y la implementación del sistema nacional de bibliotecas. Pero recuerda que, según la Ley Orgánica de Municipalidades, los municipios están obligados a tener bibliotecas públicas. No solo es trabajo de la BNP abrir más espacios.

Pero sí tal vez liderar una amplia red de bibliotecas.

Así es. Uno de los proyectos más importantes que hay que impulsar, y es una deuda del Estado, es implementar el sistema nacional de bibliotecas públicas.

En tiempos en que la información está en Internet y puedes acceder desde tu celular, ¿por qué el ciudadano de a pie debe asistir a una biblioteca?

La función de la biblioteca es, sobre todo, de mediación o de curaduría. Hay tanta información que es importante que personas capacitadas ayuden a los usuarios a discriminarla o a generar maneras de fomentar la lectura. Creo mucho en la figura del bibliotecario como mediador de lectura, un bibliotecario que conoce a sus usuarios. La biblioteca pública puede complementar el rol que cumplen otras instancias: puede ser un lugar donde se den más herramientas a las personas para actividades productivas, o pensar en bibliotecas donde se pueda construir memoria barrial.

O para el empoderamiento de la mujer.

Por eso, la biblioteca pública es más necesaria que nunca.

Antes fue jefe de la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura. ¿Es cierto que los peruanos leemos muy poco?

No hay cifras. La última encuesta de hábitos de lectura es de 2004. Felizmente, este año se hará una encuesta nacional de hábitos de lectura, que la hará el Ministerio de Cultura, con el apoyo nuestro.

¿Por qué es realmente tan importante leer?

El mayor valor de la lectura no es necesariamente educarnos, sino generar una mayor empatía, sobre todo a través de la literatura.

¿La posibilidad de ser actor o futbolista estuvo en el radar?

Jugué toda mi infancia de defensa central, como mi papá. Jugaba en menores de Cantolao y San Agustín; y por periodos más breves en Municipal y Alianza. Lo de actor me interesó menos.

¿Y por qué siguió Sociología?

Quería una carrera que me diera una manera de entender el funcionamiento social. Estructurar una mirada del mundo. No necesitaba estudiar Literatura para ser escritor.

Después de Pasajero en La Habana, ¿en qué viaje va?

Estaba escribiendo una novela que sucede entre Chile, Perú, México y Cuba. Pero ahora que estoy abocado a esta función en la BNP, no encuentro el tiempo para retomar la escritura. Espero encontrarlo.

AUTOFICHA:

- “Soy Ezio Neyra Magagna. Tengo 39 años, nací en Lima, en el 80. Estudié en el colegio San Agustín, hice la universidad en la Católica, donde estudié Sociología. Hice mi maestría y doctorado en la Universidad de Brown en EE.UU., ambos en Literatura Latinoamericana”.

- “En el Estado también he manejado la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura. He publicado cuatro libros: Habrá que hacer algo mientras tanto (2005), Todas mis muertes (2006), Tsunami (2016) y Pasajero en La Habana (2017). He sido profesor universitario”.

- “Ahora estoy leyendo una novela muy buena que se llama Ordesa, de Manuel Vilas. Es estupenda. Otra lectura reciente es una novela llamada Stoner, de John Williams, un autor muy desconocido, que está en castellano. Es un hallazgo, una recuperación de un libro publicado en Estados Unidos”.