El espejo de nuestros padres
El espejo de nuestros padres

Richard Ford (Mississippi, EE.UU., 1944) ha retratado a la sociedad estadounidense a través de la vida de sus personajes. Ajeno a toda huella autorreferencial, se le ha atribuido como álter ego a Frank Bascombe, protagonista de sus novelas El periodista deportivo (1986), El Día de la Independencia (1996), Acción de gracias (2006) y Francamente Frank (2014). Sin embargo, siempre lo ha negado y en broma ha dicho que él, a diferencia de Bascombe, solo se casó una vez y no ha tenido hijos.

Su obra, realista en esencia, ha sido emparentada por su lenguaje y temática con Raymond Carver, de quien además fue gran amigo. Es sin duda uno de los escritores norteamericanos más importantes de la actualidad y por eso un nuevo libro suyo merece nuestra atención.

PARKER Y EDNA

En su más reciente obra, titulada Entre ellos, Ford es personaje y testigo de la vida de sus padres: Parker Ford y Edna Akin. Anteriormente había publicado Mi madre, un retrato escrito tras la muerte de ella en 1981. En su último libro incluye un testimonio inédito sobre su padre, a quien recuerda 55 años después de su fallecimiento. Este díptico resulta interesante porque nos muestra dos estilos distintos de escritura a lo largo de tres décadas. El testimonio es complementado, además, con fotografías de archivo familiar.

El recuento de la biografía de sus padres nos muestra, sobre todo, cómo finalmente somos la síntesis de dos personas distintas. Revisar el pasado, señala Ford, es un asunto delicado ya que este se afana, “pero siempre fracasa a medias en hacernos quienes somos”.

Entre ellos empieza con el recuerdo del padre, Parker Ford, un vendedor de almidón que viajaba por el sur de Estados Unidos y volvía a casa los fines de semana. Es recordado por su figura imponente, por su risa constante, aunque severo cuando tenía que serlo con Richard. Fallecido de un paro cardiaco cuando el autor tenía 16 años, en esta memoria encontramos muchísima reflexión. La distancia del recuerdo hace que los afectos pasen a un segundo plano y esta parte del libro se convierte en una explicación sobre la vida que sus padres adoptaron cuando se casaron poco antes de la Gran Depresión de 1929.

“Después de quince años (de casados), mis padres habían decidido casi con certeza que no tendrían hijos”, recuerda Ford. Su llegada cambió la vida de Parker y Edna, pero, como señala líneas antes, “querían tenerme, pero no me necesitaban. Juntos –aunque quizá solo juntos– formaban un todo”. Estas reflexiones llevadas a la vida del autor son reveladoras, pues él y su esposa decidieron no tener hijos.

MADRE COMPAÑERA

El recuerdo de su madre es más emocional y por ello predominan los afectos. Y si bien el relato repite algunos hechos de la primera parte, ahonda sobre todo en la vida de Edna luego del fallecimiento de su esposo. “El acto de reflexionar sobre la vida de mi madre es un acto de amor. Y mi memoria incompleta de su vida no debe tomarse por un amor incompleto”, advierte el autor.

Además de su hijo adolescente, Edna tiene que lidiar con la necesidad de sacar adelante el hogar y pensar en el futuro de Richard. La figura materna, pródiga en cariño, se convierte también en un personaje cómplice de un hijo con el que siempre estuvo acompañada en casa cuando el padre estaba de viaje. En la narración encontramos reflexiones como esta: “Y sin embargo puedo afirmar que en todo el tiempo que siguió a la muerte de mi padre, en los veintiún años en que estaría sin él, nunca vivió una vida plena”.

Entre ellos es la obra más personal y emotiva de Ford, pues nos transmite las inquietudes que tuvo sobre las motivaciones y frustraciones de sus padres. Este libro es un ejercicio personal que nos lleva a reflexionar sobre de dónde venimos y quiénes somos.

FICHA TÉCNICA

Entre Ellos
- Autor: Richard Ford
- Editorial: Anagrama
- Barcelona, 2018. 162 pp.

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