notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La violencia política generó la pérdida del espacio público. Desde 1980, la calle podía ser escenario de un demencial ataque de SL o una detención extrajudicial por parte de las fuerzas del Estado. Muchos asumieron la ciudad como escenario de tránsito.

Vale la pena preguntar ¿en qué momento las operaciones culturales podrían ser dinámicas urbanas? Definitivamente, ni el Estado ni los gobiernos locales impulsan una política cultural en la calle.

Justamente, una serie de esculturas públicas –en la cuadra 7 de Larco– que Jaime Miranda (Lima, 1982) presenta en la exposición Darsan: expiraciones del arte / atisbos del aura, bajo la curaduría de Gustavo Buntinx, evidencian ese carácter de deshabituar el Centro Cultural Ricardo Palma y los límites de una exposición.Estas semillas gigantes demuestran que asumir culturalmente el espacio público es más que rutas onomásticas o guarachas en el anfiteatro. Se trata de políticas de sorpresa y desarrollo (en todo sentido del término).

TAGS RELACIONADOS