“Me parece una película buena y sólida. Lo más destacado es, sin duda, la presencia de Darín, que encarna a un hombre ordinario que de pronto se encuentra con un asunto que no puede soslayar. Un personaje con un pasado que no se sabe bien qué hizo en los años más duros y que de pronto encuentra la posibilidad de reivindicarse. Darín está bien en ese papel de un fiscal con una vida rutinaria y que, de pronto, emprende en un acto de coraje. No es una obra maestra, pero es una película interesante”, señaló Bedoya.