Doris Barrientos preparó brazaletes de Mujer Maravilla con elementos de Maranganí, Cusco (Agencia Asesores/Alex Ross).
Doris Barrientos preparó brazaletes de Mujer Maravilla con elementos de Maranganí, Cusco (Agencia Asesores/Alex Ross).

Redacción PERÚ21

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El 27 de mayo pasado, en México, se realizó el avant premier latinoamericano de 'Mujer Maravilla', popular película que ha sido destacada por muchas personas (especialmente seguidores de historietas y filmes de ciencia ficción) por darle un rol protagónico a la mujer en una película (y mundo) de superhéroes acaparado por hombres.

Al evento acudió la protagonista Gal Gadot, quien en un momento del evento, firmó unos brazaletes similares a los que utilizó la princesa Diana en la película y que fueron trabajados en tierras tan lejanas como Themyscira. Los brazaletes fueron hechos a 3,667 metros sobre el nivel del mar y es obra y esfuerzo de una mujer sin superpoderes pero con mucha determinación y pasión por su trabajo. Ella se llama Doris Barrientos de Maranganí, una mujer tan maravilla como el personaje de ficción. Y como tantas otras mujeres en nuestro país.

Con mucho orgullo desde Maranganí

Conversamos con Doris por teléfono y antes de hablar de sí misma, prefiere presentar la asociación que representa: "Nosotros somos de la Asociación Margaritas de Huarangani*, provincia de Canchis, departamento de Cusco. Somos ocho asociados, puras mujeres que trabajamos en artesanías y confección textil. También trajes típicos". Lo dice con orgullo pero también con un poco de timidez.

Doris preparó dos brazaletes emulando a los Brazaletes de Sumisión de Hefestos. Pero a su obra le agregó elementos de la identidad cultural de su localidad como la frutilla y flores típicas del Cusco. Y en un extremo se muestra dos WW, el logo de 'Wonder Woman '(Mujer Maravilla). "Le hemos agregado a los brazaletes (elementos de) textiles de nuestros pueblos vecinos. Y también hemos puesto nuestro arte a ese brazalete. Lo hicimos porque estamos promocionando nuestros trabajos. Siempre tratamos de hacer lo suficiente. Es así que llegamos a hacer los bordados", nos cuenta la señora Barrientos.

"¿Usted conocía al personaje?" – le preguntamos.

"Sí, la vi por televisión", nos responde. "Me parecía bien. La Mujer Maravilla es una mujer luchadora. Ella también es como las mujeres que hacemos diferentes cosas, como las diferentes artesanías que preparamos. Nosotros somos igual de luchadoras como ella. Nosotras luchamos por nuestro arte".

"¿Entonces se identifica con ella?", le volvemos a preguntar y ella nos dice que "sí. Por lo que hago mis artesanías. Siempre luchamos así las mujeres artesanas. Somos mujeres luchadoras". A diferencia del personaje de ficción que pelea con golpes y patadas, Doris combate a través del arte. Busca que sus obras que representan la identidad cultural de su pueblo se conserve. Y eso la guía y motiva.

Los brazaletes hechos por Doris representaron al Perú en el evento al que asistió Gal Gadot, quien firmó adornos hechos por mujeres y niñas de otros diez países. El trabajo de Doris será puesto en subasta este mes y el dinero que se recaude será destinado a la asociación que ella preside: "Después de todo esto estaremos con más ganas de trabajar para que otros brazaletes sean vendidos al público. Me siento muy orgullosa. Tranquila y alegre de ver hasta dónde ha llegado mi trabajo".

Sus inicios, obstáculos y proyectos

Doris nos contó que desde muy pequeña empezó a bordar trajes típicos "de todas formas" como los de Cusco "que son típicos de nuestra cultura".

-Aprendí a bordar los tejidos de cuatro estacas o de dos palitos. Y a los 15 años, aprendí a bordar con máquina. Pero a los 10 ya hacía sola mis tejidos.

Ella nos señala que su lucha, lo que la guía, y a su asociación, en sus trabajos es conservar la identidad cultural de Maranganí: "Siempre la valoramos. No queremos que se pierda nuestra identidad cultural. Siempre estamos buscando recuperarla y estamos trabajando en ello".

Pero ello no le resulta fácil. Menos fácil aún fue en sus inicios. "Varias personas como yo sabían trabajar con los bordados en Pampas pero no había apoyo. Había señores que me decía que no labore. Que en este tipo de trabajo no tendría logros", comenta Doris. Ese pesimismo no la detuvo.

Recibió capacitaciones de la ONG Soluciones Prácticas en artesanía textil. Esto la ayudó a organizarse mejor para ampliar las ventas de sus trabajos. Luego, al crear la Asociación Margaritas de Maranganí que ella lidera como presidenta, el trabajo de todo su equipo, y de otras asociaciones pudieron tener mayor visibilidad. Así han logrado presentar sus creaciones a otros lugares como Lima, EE.UU. y hace unas semanas, México.

"Éramos diez al inicio, pero como no teníamos ventas y mercado, dos compañeras se retiraron. Ahora somos ocho. Ahora estamos trabajando desde Jicamarca hasta Maraganí para salir adelante". En su voz hay optimismo.

Hoy, con cuatro hijos, trabaja diariamente para continuar luchando por lograr que la tradición cultural de Maranganí no se pierda. Y no cesará en esa lucha. Además espera que en el futuro pueda innovar en sus confecciones: "Queremos innovar nuestro trabajo. Tener otros bordados. Eso estamos viendo en la Asociación para que tenga mayor salida nuestros productos".

¿Ya fue a ver la película? Doris dice que no sabía que el filme se estrenó el 1 de junio y asegura que lo hará. Quizás en algún momento del filme, ella se sienta tan empoderada por saber que en su lucha para rescatar su arte, la identidad cultural de su localidad, no necesita capa, espadas, escudos ni mucho menos grandes poderes. Tan solo la determinación y el valor de no rendirse ni retroceder. Y solo seguir adelante. Una mujer tan maravilla como tantas otras en el Perú. Y definitivamente en el mundo.

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