El pollo a la brasa es uno de los platos más consumidos a nivel nacional, además del cebiche y el chifa, asegura Apolinario Suárez, presidente de la Asociación Peruana de Avicultura (APA). Desde su invención, hace más de 68 años, atribuida al inmigrante suizo Roger Schuler, en el restaurante La Granja Azul, en Santa Clara, este plato conquistó inmediatamente el gusto de los peruanos por su irresistible sabor, aroma y textura.
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Su gran éxito no solo provocó que miles de personas comenzaran a trasladarse hasta Santa Clara únicamente para probar ese jugoso pollo que se hacía en un novedoso sistema giratorio, sino que también impulsó que más establecimientos empezaran a venderlo. Primero en los distritos de Miraflores, Magdalena y San Miguel, y con los años en cada esquina de todo el país. A tal punto que, por octavo año consecutivo, mañana se celebra el Día del Pollo a la Brasa .
"La crisis económica de finales de los años 80 popularizó el pollo a la brasa porque más gente empezó a hacer negocios de comida. Por esos años también se inventó la pollada. Al inicio, el pollo a la brasa solo se vendía en restaurantes exclusivos, pero luego llegó hasta los lugares más pobres. Este platillo lo comen estratos sociales de la A a la E y no hay distinción. Es el plato más democrático que existe", enfatiza Suárez a Perú21 .
La oferta de este plato es tan masiva que a veces se nos hace difícil poder reconocer un buen pollo a la brasa. Según Danny Reyes, administrador y cocinero de la Granja Azul, la piel del pollo debe de ser crocante. La carne suave, jugosa y fresca, y la grasa balanceada y sin concentrarse en un solo lugar.
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"En cuanto al aderezo, muchos solo usan sal entre las especias, ya que si se cocina sobre carbón de algarrobo el pollo termina adquiriendo un delicioso sabor a brasa natural", explica Reyes.
Para celebrar el día de este clásico de la mesa peruana e ir más allá de la tradicional presentación con papas fritas y ensalada, también puede probarlo en empanadas, sándwich, tequeños, makis o con arroz chaufa (el ya popular mostrito). La mesa está servida.